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Israel ordena evacuar Al-Shifa y amenaza con volarlo

Un familiar llora ante los cuerpos de dos menores tras un bombardeo israelí en Rafah. (S.KHATIB | AFP)

Israel ordenó a los palestinos que evacúen el hospital Al-Shifa y amenazó con volar el complejo médico más grande de la Franja de Gaza en caso de no hacerlo, mientras mantiene desde hace cuatro días el asedio a sus instalaciones, donde los soldados sionistas han matado a decenas de personas.

La cifra de víctimas no se conoce, aunque el Ejército israelí, que impide el acceso de las ambulancias, aseguró haber acabado con la vida de más de 140 «terroristas» y haber detenido a 600, y dijo que sus operaciones «evitan daños a civiles, pacientes y equipos médicos».

Sin embargo, el Gobierno gazatí informó de que «el Ejército de ocupación mató deliberadamente a 13 pacientes» de cuidados intensivos por falta de medicamentos, oxígeno y electricidad, y de que médicos y enfermeras están siendo arrestados.

Además, fuentes palestinas señalaron de que desde el lunes hay «familias atrapadas y hambrientas» refugiadas en el hospital y ayer el Ejército israelí bombardeó el edificio de cirugía especializada, donde se encontraba la farmacia más grande de la Franja de Gaza. «Todos los equipos de imágenes de rayos X y de resonancia magnética fueron destruidos» en ese bombardeo, añadieron.

Denunciaron, además, que los soldados atacan con tanques «cualquier objeto o persona en movimiento en las calles, viviendas y comercios» cerca del hospital Al-Shifa, donde las comunicaciones siguen cortadas.

32.000 MUERTOS

La cifra total de muertos tras los últimos ataques israelíes alcanzó ayer los 31.988 -casi la mitad niños- y 74.188 heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. A ese balance habría que sumar unas 8.000 personas que siguen desaparecidas bajo los escombros o en las calles. En Cisjordania, se han registrado al menos 452 muertes, diez solo ayer.

Y el número de muertos, tanto por ataques israelíes como por la grave crisis humanitaria, sigue creciendo. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, renovó ayer su llamamiento a que aumenten los envíos terrestres de ayuda humanitaria a Gaza, en la semana en la que informes de la ONU advierten de una inminente hambruna. «Recientes esfuerzos para hacer llegar alimentos por mar y aire son bienvenidos, pero sólo expandiendo los envíos por tierra se podrá evitar la hambruna con suministros a gran escala» aseguró.

Subrayó que, según los últimos datos, un 16% de los niños menores de cinco años en el norte de Gaza sufren malnutrición, cuando el porcentaje era del 1% antes del 7 de octubre, y que «virtualmente todas las familias prescinden de algunas comidas diarias para que sus hijos puedan alimentarse». «Los niños están muriendo por una suma de malnutrición, enfermedades y falta de agua potable e instalaciones higiénicas», advirtió.

En la misma línea, el jefe de derechos humanos de la ONU en los territorios palestinos ocupados, Ajith Sunghay, alertó sobre la «incapacidad de los trabajadores humanitarios» de distribuir la ayuda en Gaza, donde «niños, ancianos y enfermos morirán» si no se canaliza adecuadamente.