Tópicos sobre los inquietantes amigos imaginarios

La nueva propuesta de la factoría Blumhouse prometía adentrarnos en la oscura psique de la infancia, donde los amigos imaginarios cobran vida. Esperábamos una odisea perturbadora, explorando los límites entre la realidad y la imaginación sin restricciones. Sin embargo, nos encontramos con una obra pedestre, plagada de clichés y con un tono menos macabro de lo que se suponía.

A pesar de algunos momentos entretenidos, la película cae en la repetición hacia su tramo final, agregando giros innecesarios y trampas narrativas que apenas sostienen la trama.

REFRITO DE CLICHÉS

Dirigida por Jeff Wadlow, “Imaginary” sigue a una artista que busca inspiración en su antigua casa familiar junto a su pareja y sus hijastras. Pronto, la más joven, desarrolla una obsesión con un oso de peluche llamado Chauncey, desencadenando eventos siniestros.

on la memoria de la madre desvaneciéndose, descubre que su pasado está conectado a los sucesos inexplicables relacionados con el inocente oso de peluche. La película se convierte en un desfile de clichés, especialmente en su tramo final, cuando se revelan las verdaderas intenciones detrás de los eventos. Además, la trama deja numerosos cabos sueltos, desde la desaparición del padre de familia hasta el comportamiento enigmático de una vecina. El guion es endeble, dejando al espectador con más preguntas que respuestas y evidenciando una falta de cohesión en la narrativa. En resumen, “Imaginary” ofrece momentos de entretenimiento, pero se ve lastrada por su falta de originalidad y una trama inconsistente.

Aunque deja abierta la posibilidad de una secuela, carece del impacto necesario.