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ALAVÉS

Piterman, declarado en rebeldía al no presentarse al juicio por su gestión

La Fiscalía pide siete años de prisión -la acusación particular representada por el Alavés solicita nueve- para el empresario de origen ucraniano y José Nereo, su mano derecha, al acusarles de haberse apropiado de más de tres millones del club albiazul.

Piterman, increpado por aficionados alavesistas durante una junta de accionistas en 2007. (J. R. | FOKU)

El expresidente del Deportivo Alavés entre 2004 y 2007 Dimitri Piterman no se presentó al juicio que se inició en su contra ayer por la presunta apropiación indebida de más de tres millones de euros de los fondos del Alavés, que habría realizado durante su mandato, por lo que el tribunal le declaró en rebeldía y decidió que el juicio prosiga.

La vista oral, prevista para toda la semana, comenzó en la Audiencia de Araba. Sí acudió el otro encausado, considerado «mano derecha» de Piterman, el empresario cántabro José Nereo, quien fuera expresidente del club albiazul. Al empezar la vista, la defensa de Piterman alegó razones médicas para pedir la suspensión y explicó que hoy está previsto que se le opere de la rodilla en California, donde reside.

La defensa aseguró que Piterman tiene la intención de comparecer en el futuro, por lo que pidió aplazar el juicio oral. La defensa de Nereo se sumó a la petición de aplazamiento. El fiscal reclamó, sin embargo, que se celebrase el juicio por entender que la información médica presentada era insuficiente, porque la vista estaba señalada desde octubre y porque Piterman no ha colaborado, sino que ha ido complicando su localización.

Finalmente, el tribunal decidió que el juicio prosiguiera al no considerar justificada la ausencia de Piterman porque no es una operación de urgencia, sino programada, y en una clínica privada, por lo que no estaba en lista de espera. Además de continuar el juicio, la Audiencia le declaró en rebeldía. Ahora, la vista durará toda la presente semana con la sola presencia de Nereo como acusado, ya que Piterman queda fuera del juicio.

El empresario de origen ucraniano se enfrenta a una posible condena de entre siete y nueve años de cárcel por un delito de apropiación indebida y tres de falsedad contable. La Fiscalía también pide siete años de prisión para José Nereo. Por su parte, el Alavés, personado como acusación particular, pide nueve años y medio de prisión para cada uno, Piterman y Nereo.

DESESTABILIZADOR

Piterman compró el Alavés en 2004 -un año después de haber adquirido el Racing de Santander- y se autonombró presidente y consejero delegado del club. Su mujer era la vicepresidenta y Nereo consejero. Estuvieron al mando hasta julio de 2007.

Durante su estancia, logró el ascenso a Primera, pero pasó a la historia albiazul por sus estridencias deportivas, enfrentamientos varios y falta de liquidez. Destituyó a Juan Carlos Oliva «por insubordinación» cuando el técnico catalán apenas llevaba cinco partidos en el banquillo.

A ello se unieron los episodios de impagos. Jugadores y trabajadores del club dejaron de recibir su salario, y ni siquiera había gasolina para el cortacésped. Los problemas se trasladaron a la grada con la afición y a la sala de prensa al vetar a los medios.

Los enfrentamientos con jugadores no tardaron en llegar. Primero con Óscar Téllez y, más tarde, con Lluís Carreras, que recibió el respaldo público de sus compañeros, antes de que el caso acabase en los juzgados. Finalmente, dejó al Alavés herido de muerte, con una deuda pendiente de 25 millones de euros.

Según el escrito de la Fiscalía, actuando «en su propio beneficio», Piterman y Nereo se apropiaron de fondos del Alavés, al que causaron un perjuicio de 3.161.968 euros.



Un Hummer, un posado desnudo y un 4-2-4

Si algo no le gustaba a Dimitri Piterman era pasar desapercibido. Su ostentosa forma de vida, ser el centro de atención y sus descabelladas ideas futbolísticas marcaron su irrupción mediática desde que en 1999 se hizo, a golpe de talonario, primero con el Tossa Sport y después con el Palamós.

Propietario, presidente, entrenador, delegado y hasta fotógrafo. En su persona acumulaba todo tipo de funciones con tal de estar cerca del equipo y jugar a ser técnico. En ambos clubes logró la misma fórmula que posteriormente repetiría en sus siguientes “juguetes”, Racing y Alavés. Éxito deportivo inmediato y posterior caída a plomo.

A finales de enero de 2003, El Sadar fue testigo directo de una de sus sonadas ocurrencias tácticas con el cuadro cántabro. El ucraniano, que se sentó en el banco visitante del estadio iruindarra, decidió volver varias décadas atrás en la historia balompédica y planteó de inicio un 4-2-4 que Chuchi Cos, quien ponía el carnet de entrenador, defendió con el argumento de que los delanteros así estaban más descansados. Osasuna acabó destrozando al Racing a la contra con un 3-1 que pudo ser más amplio.

Ya en el Alavés, su Hummer aparcado a pie de campo de entrenamiento y su posado desnudo para la revista “Interviu” en el banquillo albiazul dejaron la impronta de un caprichoso empresario que utilizó el fútbol para su promoción personal. GARA