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DAVID AZNAR
Entrenador del Athletic

«Mientras las matemáticas nos dejen, nos ilusionamos con todo»

El Athletic retoma la Liga mañana recibiendo al Atlético de Madrid y con la ilusión, todavía lejana pero inimaginable hasta hace apenas un par de jornadas, de pelear por Europa. No lo descarta David Aznar (Talavera de la Reina, 1980), aunque recuerda que el rojiblanco es un proyecto a medio plazo del que todavía se están asentando las bases.

(Monika DEL VALLE | FOKU)

La final de Copa y la celebración del título han eclipsado el resto de la actualidad, pero en Lezama se ha seguido trabajando estos días para que la temporada acabe con más éxitos para el Athletic. No podrá conseguirlo en Copa el primer equipo femenino, que se ilusiona ahora con la posibilidad, todavía muy complicada, de regresar a Europa en la primera temporada de David Aznar en el banquillo.

Con lo que se ha vivido estos días, dolerá aún más no haber alcanzado la final de Copa.

Teníamos muchísima ilusión y creo que hemos hecho una Copa bastante buena, compitiendo muy bien, pero... Nos quedamos con que el equipo estuvo bastante bien en los dos partidos contra el Barcelona, mucho mejor en el Johan Cruyff, y con que esos 180 minutos nos tienen que servir para ser más competitivas en el futuro. Lo intentaremos otra vez el año que viene.

¿Hasta qué punto consuela competir sin ganar?

Para nosotras es una medida de hacia dónde vamos, qué queremos, de poder asentar las bases que estamos poniendo, de creer en el camino y el trabajo que estamos haciendo... Esos dos partidos nos han servido para saber que podemos competir con el mejor equipo del mundo, aunque todavía estamos muy lejos, y con eso nos tenemos que quedar en un año de transición y de poner bases.

¿Cómo se convence a futbolistas ambiciosas que aspiran a recompensas más tangibles que crecer y mejorar?

En el fútbol femenino, por desgracia, todavía hay muy poco premio, entre el cuarto y el descenso no hay nada. Pero se convence a las jugadoras desde su propia ilusión y ambición. Me parece muy significativa la reacción tras el gol del empate en Barcelona. Prácticamente ni se celebró, Clara Pinedo se fue corriendo al centro del campo, Mari y Oguiza rápido a por el balón... Es la reacción de un equipo ambicioso, que quiere ganar incluso sabiendo que la eliminatoria venía prácticamente sentenciada. Así que más que convencer, tenemos que alimentar y consolidar para que en el futuro podamos de verdad aspirar a más cosas.

Es verdad que empezamos a oírles hablar en otros términos. En vísperas del derbi, dijo que aspiraban a la sexta plaza «y más arriba». Más arriba entramos en la pelea por la Champions.

Queremos mantener la línea que llevamos y mientras las matemáticas nos dejen, nos ilusionaremos con todos los objetivos. Pero no podemos perder de vista que a principio de temporada era quedar entre las ocho primeras. A partir de ahí, veremos. Tenemos un calendario difícil, pero somos los que menos presión tenemos. Lo que nos planteamos es que nos quedan dos meses y medio y es un tiempo que tenemos que invertir en seguir mejorando.

Los números hoy permiten ilusionarse gracias a esas seis victorias consecutivas que contrastan con la irregularidad de la primera vuelta.

Más que irregularidad, diría que nos costó ganar. El calendario no ayudó y los calendarios condicionan mucho los arranques de los equipos y más en nuestro caso, un equipo prácticamente nuevo, con jugadoras jóvenes, un entrenador recién llegado... Había que poner muchas cosas en marcha. Lo mejor es que creímos y las jugadoras tienen el premio de todo el trabajo que hacen desde el primer día y disfrutamos de ese momento, que sabemos que tarde o temprano acabará pero que intentaremos alargar lo máximo posible.

La mayoría de esos triunfos los han conseguido contra equipos de la parte baja. ¿La buena racha puede ser un tanto engañosa?

No hay ningún engaño. Es muy difícil ganar seis partidos seguidos, mira a ver cuántos equipos lo han conseguido. Es muy difícil ganar un partido, hay que darle muchísimo valor a ganar, así que a estos seis triunfos, más aún. También a cómo se han conseguido, porque ha habido partidos en los que hemos dado muy buena imagen, hemos sido competitivas y hemos dado un nivel grande de madurez, que es extraño que en un equipo tan joven aparezca tan pronto.

Eso le satisface tanto o más que los resultados.

Sí, el primer objetivo es generar una identidad y creo que el Athletic sabe a lo que juega. Además, tenemos la capacidad de adaptarnos a muchísimos contextos. Y jugadoras con talento que nos permiten ser un equipo camaleónico y la capacidad de competir en todos los escenarios. La riqueza de un equipo no solo se evalúa en cuanto a la calidad con balón, la técnica, sino también en la inteligencia. Estas jugadoras han demostrado que son muy inteligentes, capaces de aplicar cada plan de partido, adaptarse a diferentes situaciones y estrategias para intentar ganar... Y eso nos hace ser un equipo ganador.

¿Esperaban verlo tan pronto?

No. Conocía el perfil de las jugadoras y confiaba en Lezama como fábrica de talento pero además me he encontrado con esponjas que han crecido a una velocidad que no imaginaba. No es solo una cuestión de talento, también de carácter. Con las jugadoras jóvenes, siempre te preguntas cuánto tardarán en mostrárselo a la gente y no han tardado ni un minuto en decir ‘aquí estamos y vamos a ser protagonistas’.

¿Qué destaca en la evolución y qué echa en falta aún?

Me gusta que han confiado en mí, en el proceso y en el trabajo, y el talento y el trabajo que aportan. En la segunda vuelta hemos mejorado en solidez defensiva, somos un equipo al que cuesta mucho hacerle daño y quizá seguimos con ese debe de no aprovechar las ocasiones. Pero las generamos y tenemos la capacidad de marcar, así que confío en mejorar también eso.

El equipo gestiona muy bien partidos y situaciones.

Hablamos mucho del plan de partido que llevamos y de lo que ha pasado luego para sacar conclusiones y seguir mejorando. Y tenemos estrategias de manera interna, junto con la parte de psicología, y algunos comportamientos y señas de identidad que tenemos nuestras. Y luego se van sumando partidos, experiencias, de los que aprender. Este año nos ha tocado sufrir y hemos sabido hacerlo, mantenernos juntas. Eso te da experiencia y fortaleza en el sentido de que somos un equipo en el que lo más importante es el colectivo; todas hemos puesto el grupo por encima de nuestro ego.

Prevalece el colectivo pero nos tiran a los nombres propios. En el caso del Athletic, sobre todo a los de la chavalería. Lo de Zubieta, Elexpuru, Ortega... no sé ni qué decir.

Tienen mucho desparpajo. Les ves e inmediatamente sabes que tienen talento, algo diferente. Y la pregunta es la que te he dicho antes, ¿seremos capaces de verlo pronto? ¿Seremos capaces de que entren sin miedo a competir? Y por suerte, quizá les hemos dado el marco de confianza y seguridad que necesitan las jóvenes, arropadas también por compañeras que tienen más experiencia y madurez, y se han visto jugando en Primera de tú a tú contra cualquiera.

Deslumbran tanto que olvidamos a las veteranas. Y ahora mismo estoy pensando sobre todo en el papel de Maddi Torre esta temporada.

Tenemos jugadoras que nos dan poso y experiencia y que forman parte de la columna vertebral del equipo. Y sí, la temporada de Maddi es increíble, nos está dando un rendimiento por encima incluso de lo que nos imaginábamos. Estamos encantadísimos con ella, pero también con el resto.

Algunas veteranas han cedido más espacio, hasta el punto de llamar la atención. En el caso de Yulema, Eunate, Peke hasta su baja y Garazi Murua desde su alta, en muchas ocasiones ni siquiera entran en las convocatorias aun habiendo sitio. Da la sensación de que no cuentan para nada.

Quizá podeis tener esa sensación desde fuera, pero sí cuentan. Y son un grandísimo ejemplo para el vestuario. Todas las que has nombrado han dado una gran lección de lo que es una jugadora de equipo, de lo que es una jugadora del Athletic Club, de lo que es priorizar el grupo al ego. Tenemos una plantilla supercompetitiva, 25 jugadoras, y es una pena tener que elegir porque todas están intentando participar. Estoy muy contento de la actitud que están teniendo y de su comportamiento en el día a día porque no han dejado de trabajar, de ayudar, en ningún momento. Y entiendo que no es una situación sencilla para jugadoras que han jugado muchos partidos con esta camiseta.

Su testigo lo han recogido futbolistas de las que siempre se dice que se espera mucho. ¿No se les carga de presión repitiéndolo tanto?

No, simplemente es ilusionarte con ellas. Bendito problema es la presión. Cuando tienes presión es porque aspiras a cosas importantes, así que ojalá las podamos vivir en algún momento. La Liga es cada vez más difícil, con clubes con presupuestos y capacidades cada vez mayores. Pero creemos. Vestir la camiseta del Athletic Club no puede ser igual que vestir cualquier otra camiseta. Representar al Athletic nos da responsabilidad y los medios y las herramientas que pone a nuestra disposición nos permiten trabajar pensando en un futuro más ambicioso.

Suelen hablar de un proyecto a medio plazo y de ambición de cara al futuro. Pero concréteme, ¿cuánto es «medio plazo» y cuál es la «ambición»?

Yo vengo a este proyecto porque me encantaría conseguir cosas importantes y que se me recordara así. Al hablar de medio plazo, hablamos del tiempo de asentar unas bases y consolidar una plantilla. Y ese medio plazo nos lo va a marcar la evolución. Este año hemos crecido muy rápido y veremos cómo seguimos creciendo en los próximos y entonces veremos a qué podemos aspirar. Y la ambición es pelear contra los mejores.

Mucho no me ha concretado.

En mi primer año en el Real Madrid, el objetivo era quedar quintas y quedamos segundas. Los plazos te los dan las jugadoras, los momentos, las oportunidades... Si hay una pequeña rendija, intentaremos colarnos. Vamos a estar preparadas y como nos dejen un poco de hueco, vamos a ir a muerte a intentar meternos ahí. Con este escudo no podemos vivir con el objetivo de la permanencia.

En el corto plazo no tengo dudas. Mañana quieren ganar al Atlético de Madrid.

Es un examen importante en Lezama, donde de los cuatro primeros clasificados solo hemos podido ganar al Levante. Además tenemos un objetivo por delante de la Champions, que es ganar todos los partidos que juguemos en casa hasta final de temporada. Mañana va a ser difícil porque el Atlético es un rival muy fuerte y además tiene la necesidad de entrar en Champions porque lleva muchos años sin hacerlo, pero nuestro objetivo es competir e intentar ganar.

Se enfrentan a los dos equipos que les preceden en la clasificación, Atlético y Madrid, de forma consecutiva. Estas dos semanas decidirán si la Champions es, efectivamente, un objetivo.

Sí, pero luego tenemos el Real Madrid, el Barcelona... El calendario es muy exigente. Vamos a seguir compitiendo, mejorando y ojalá podamos prolongar la racha y seguir ilusionadas creyendo que todo es posible esta temporada.