2024 MAI. 07 El legado de Moore St. peligra por la desidia del Gobierno irlandés Catorce años desde el inicio de la campaña por la preservación del escenario del Levantamiento de Pascua 1916 contra los británicos en el centro de Dublín, los descendientes de aquellos rebeldes irlandeses han manifestado su enorme frustración con el Gobierno irlandés por su desinterés hacia los edificios de Moore Street. Memorialistas y descendientes de los rebeldes que protagonizaron el Levantamiento de Pascua, en una acción por la preservación del escenario donde se proclamó una república para Irlanda. (AN PHOBLATCH) Soledad GALIANA Hace catorce años que James Connolly Heron, bisnieto de James Connolly, uno de los líderes de la revuelta de 1916, advirtió de que la campaña para preservar los espacios históricos en Moore Street sería la más importante desde la batalla ciudadana para preservar el yacimiento vikingo de Wood Quay. Si bien la batalla por la preservación de la ciudad vikinga a orillas del río Liffey se perdió y sobre ella ahora se levantan las oficinas municipales de Dublín. Ahora, la resistencia de los familiares de los líderes revolucionarios ha conseguido paralizar la construcción de un nuevo centro comercial que aniquilaría el paisaje histórico que ilustra la revuelta y rendición de los llamados rebeldes irlandeses durante la Pascua de 1916. A pesar de que los edificios de Moore Street son considerados por el Museo Nacional de Irlanda como «el sitio histórico más importante de la historia de Irlanda», lo que los familiares, ahora agrupados en el Moore Street Preservation Trust, aún no han conseguido es superar la desidia del Gobierno irlandés. Precisamente esta inactividad, que amenaza la viabilidad de las construcciones, ha sido la clave de la denuncia de James Connolly Heron en una carta publicada por los medios irlandeses, en la que solicita una reunión con el nuevo primer ministro irlandés y líder del conservador Fine Gael, Simon Harris. «Ocho años después de las celebraciones del Centenario del Levantamiento de 1916, el Monumento Nacional de Moore St. permanece cerrado y la zona circundante, que los voluntarios utilizaron como su último cuartel general, continúa deteriorándose y cayendo en una lamentable decadencia y abandono», denuncia el bisnieto de Connolly, que espera que un encuentro que el taoiseach, Simon Harris, le permita presentar el plan de preservación, que propone la creación de un Casco Histórico Cultural dedicado a 1916 en el corazón de Dublín. UNA LUCHA EN TODOS LOS FRENTES La lucha por la conservación de los edificios de Moore Street se ha desarrollado en los tribunales, en plenos municipales y en la calle. En 2016, el Tribunal Supremo estableció la importancia de los edificios de Moore Street, al ser el escenario del Levantamiento de Pascua, «un acontecimiento fundamental en la historia de Irlanda». Asimismo, el Tribunal resaltó la cercanía con uno de los escenarios clave de la batalla, la Oficina Central de Correos (GPO), donde se libró la batalla y se negoció la rendición, y el hecho de que los edificios y el paisaje urbanístico de 1916 pervive. En 2017, un informe encargado por el Ministerio de Arte y Patrimonio, apuntaba que «la zona de Moore Street ofrece una oportunidad única de desarrollo como parte de un barrio histórico cultural. Esto puede servir para honrar su historia, promover la regeneración económica y la renovación de la comunidad y transformar el abandono actual». Informes y recomendaciones no han conseguido que el Gobierno conservador irlandés se manifieste sobre sus planes para Moore Street. La paralización de la destrucción del paisaje de Moore St. se debe a la decisión del pleno del Ayuntamiento de Dublín, que en 2022 declaró la mayoría de los edificios la calle y las adyacentes como estructuras protegidas. El 24 de abril, 108 años después del levantamiento que declaró la república irlandesa, el Preservation Trust, con el apoyo de la presidenta de Sinn Féin, Mary Lou McDonald, organizó una conferencia sobre el futuro de Moore Street. La conferencia “Preservando nuestro pasado, levantando nuestro futuro’ quería ser un escaparate del potencial de la creación de un Casco Histórico Cultural y denunciaba una vez más la inacción del Ejecutivo de Irlanda. «El corazón del campo de batalla de Moore Street de 1916, la calle a la que fue evacuada la guarnición del GPO, permanece prácticamente intacta solo porque nosotros, los activistas, impedimos su demolición. Si se hubiera dejado en manos de los sucesivos Gobiernos y de los caprichos de los promotores inmobiliarios, habría desaparecido. Y sigue habiendo una amenaza, ya que este Gobierno y los anteriores han permitido que el futuro de la zona lo determine un promotor, Hammerson», denunció Heron. Por su parte, McDonald exigió al Ejecutivo «la retirada de su apoyo al plan de Hamerson» y la implementación de la ley aprobada en 2016 para la protección del paisaje histórico de Dublín.