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ELECCIONES DEL 9J

El PSOE gana en Hego Euskal Herria, EH Bildu crece y el PNV se derrumba

Cabalgando la polarización que existe en el Estado entre Sánchez y Feijóo, el PSOE venció en Hego Euskal Herria, con EH Bildu cerca y fuerte al alza y el PNV en imparable declive. El triunfo de la extrema derecha en Ipar Euskal Herria, la peor noticia de la noche.

Pernando Barrena saluda a los seguidores y seguidoras de EH Bildu en Iruñea. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

El PSOE, vencedor en cifras globales y en tres de los cuatro herrialdes, y EH Bildu, con un importante y homogéneo crecimiento, fueron la cara de una noche donde el PNV confirmó su declive electoral -los jeltzales son tercera fuerza en la CAV- y la ultraderechista Rassemblement National ofreció el dato más preocupante al ganar en Ipar Euskal Herria.

Más allá de la baja participación, que lo fue (51%) pero no tanto en comparación con otras citas europeas -en 2019 las elecciones municipales y forales tiraron de ella hacia arriba- y del auge de la extrema derecha, principal noticia y motivo de alarma en muchos Estados y el conjunto de la UE, en nuestro país había varios asuntos a seguir en una noche electoral que se alargó mucho por la obligada espera a que todos los puntos de votación hubieran cerrado antes de difundirse los resultados.

Así que cuando a las 23.00 horas se conocieron los resultados oficiales el recuento casi se había completado y confirmaba algunos de los datos que durante tres horas habían estado circulando en las redes. Por ejemplo, que el PSOE cabalgaba la ola de la polarización estatal entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo para ganar los comicios en Hego Euskal Herria, emulando en gran medida lo ocurrido el 23 de julio de 2023. 300.000 votos aúpan a los de Eneko Andueza y María Chivite al primer puesto en Araba, Bizkaia y Nafarroa y al segundo en Gipuzkoa, envían a Iratxe García, Elena Sancho e Idoia Mendia a Bruselas, y sirven, como hace un año, para achatar la diferencia con el PP en el Estado.

Poco más veinte mil votos por detrás, EH Bildu obtuvo unos excelentes resultados. Muy buenos en cifras absolutas, pero sobre todo en términos cualitativos, con un crecimiento generalizado en todos los herrialdes y logrando ser primera fuerza en más localidades que ninguna otra. El mapa de Gipuzkoa, en este sentido, es espectacular, pero el verde turquesa de la coalición independentista es también hegemónico en el este de Bizkaia, en el norte y el este de Araba y en toda la mitad norte de Nafarroa. Haber quedado en primera posición en la CAV -la Navarra marítima, apostilló Arnaldo Otegi- es un triunfo que va más allá de lo simbólico para la candidatura lide- rada por Pernando Barrena, que revalida el escaño. «EH Bildu va a ser un baluarte contra la ultraderecha», anunció en un discurso pleno de emoción.

Y que le vayan a acompañar en la Eurocámara otras dos representantes de la coalición Ahora Repúblicas -Diana Riba, de ERC, y Ana Miranda, por BNG-, es otro de los motivos de satisfacción para EH Bildu.

EL PNV, MENOS DE 200.000

Entre quienes ayer vivieron una noche amarga sobresale el PNV. Haber mantenido el escaño es lo único que le libra de que sus resultados sean considerados una debacle absoluta. Era muy complicado que Oihane Agirregoitia no cogiera el relevo de Izaskun Bilbao en el Parlamento Europeo y, sin embargo, ha estado cerca. No es solo que el partido de Andoni Ortuzar no fuera primera fuerza siquiera en Bizkaia, o en Bilbo, algo que es en sí mismo revelador, sino que con algo más de 194.000 votos quedó por debajo de los 200.000 apoyos en la CAV. Algo insólito. La coalición CEUS solo rebasa ese listón en Hego Euskal Herria gracias a las 8.240 papeletas apor- tadas por Geroa Bai. Caras muy largas en Sabin Etxea.

SUMAR Y PODEMOS, EMPATADOS

En cuarto lugar quedó el PP, que si bien está lejos de los guarismos que obtiene en el Estado y de los que llegó a tener en este país, sube seis puntos, queda segundo en Nafarroa, en empate técnico con el PSOE, y pasa al PNV en Araba.

Las fuerzas de la izquierda confederal, y sobre todo la pelea que mantienen entre ellas, también habían concitado interés en estas elecciones, y a diferencia de lo ocurrido a nivel estatal, donde Sumar cosechó 240.000 votos y un escaño más que Podemos, en Hego Euskal Herria la diferencia fue de dos mil sufragios a favor de los de Yolanda Díaz.

Pero, en ambos casos, por detrás de un Vox que aun siendo muy minoritario sigue su escalada en las urnas vascas. Nada que ver, sin embargo, con lo conseguido por el partido de Le Pen en Ipar Euskal Herria. Una llamada de alerta para cualquier antifascista.