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Elkarrizketa
Jokin Lacalle y Onintze García
Miembros de Seiren

«Este concierto es volver a nacer y a ver la vida de nuevo»

En 2005 vio la luz Seiren, un grupo de pop-folk que llenó de alguna manera el espacio dejado en el panorama vasco por Sorotan Bele, aunque con sello muy propio. Jokin Lacalle y Onintze García tras una década éxitos hicieron una pausa en su trayectoria. Ahora anuncian su regreso a los escenarios.

(GARA)

Seiren vuelve al panorama musical con un concierto especial trufado de potentes colaboraciones en su feudo, en las fiestas de Zornotza este martes 16 de julio en Zubiondo, mismo lugar donde dieron su primer bolo hace casi veinte años. En las próximas líneas, descubren las cartas que tenían boca abajo.

¿Cuál es el primer instante que guardan de Seiren?
JOKIN LACALLE:

Recuerdo la vida de Seiren desde el primer minuto. Comencé a jugar y a trastear con los instrumentos que estaba aprendiendo a tocar en aquel entonces: la guitarra y el violín. Alguien me hizo pensar que esas canciones merecían ser escuchadas y empecé a reclutar músicos para el proyecto. La primera persona a la que llamé fue a Onintze.

Tras 10 años de standby, regresan. ¿Es como un volver a la casilla de salida?
J.L.:

Es como volver a nacer y empezar a ver la vida de nuevo, pero a través de los ojos de alguien que ya la ha vivido antes. La inocencia de los primeros pasos ha desaparecido, pero la ilusión y las ganas de seguir revisitando momentos, lugares que creía haber olvidado y la incertidumbre a futuro hace que todo sea interesante y atrayente, nuevamente.

Contarán con colaboraciones de Gozategi, Etxe, Heitxi…
J.L.:

Gozategi ha sido un grupo clave en Seiren. Coincidimos tocando en fiestas de Sondika en 2008. Aquella interacción fue tan vinculante, que varios integrantes de la banda de Gozategi pasaron a tocar de Seiren. Desde entonces, tanto Onintze como yo hemos considerado a Imanol Goikoetxea como nuestro hermano y a Iñigo como nuestro hermano mayor. Sobra decir que es una leyenda de la euskal musika y que estamos muy orgullosos de contar con él en este concierto tan especial.

Etxe es un grande en todos los sentidos. Ha sido uno de esos artistas que hemos admirado desde que empezaron a sonar aquellas canciones de aquel disco que grabó junto a Seiurte. Canciones de estribillo, pegadizas, que algunos ya consideramos banda sonora de nuestras vidas… Somos muy felices de tenerlo con nosotros en ‘‘Marraren beste aldean berriz’’. Y Heitxi es una artista que acaba de irrumpir en la escena. La conozco desde hace muchos años y tiene un universo musical interesante y muy empoderado. Actualmente está inmersa en la grabación de su primer disco. Es de esas artistas se desvive por la música. Me recuerda a Onintze en ese sentido y para mí es un regalo tenerla en esta celebración.

Su regreso viene de la mano de la agencia Baga Biga.
J.L.:

Necesitábamos una oficina de management para nuestro regreso y Jose Ángel Serrano, nuestro manager de siempre, se había jubilado en 2019. Durante la etapa anterior, ya habíamos trabajado con Baga Biga en alguno de nuestros conciertos y organizamos una reunión para ver qué podíamos hacer. Y aquí estamos.

Aún no presentan temas nuevos, ¿no?
ONINTZE GARCÍA:

Será un concierto retrospectivo. Una celebración de lo que fuimos Seiren y un punto de partida a lo que pueda venir. Es algo que nos emociona. Volver a reunir todas esas canciones que tan buenos momentos nos han hecho vivir. Así pues, no descartamos volver con nuevas canciones, pero eso solo el tiempo lo dirá.

En este tiempo, Onintze, ha tenido repercusión con sus discos en castellano con una famosa discográfica. ¿Cómo está viviendo su trayectoria?
O.G.:

Está siendo muy gratificante y llena de nuevas experiencias que no había vivido hasta ahora. Trabajar con productores de renombre como Paco Salazar o Juan Guevara es algo que nunca hubiese imaginado. Han trabajado con grandes artistas como Dani Martín, Luis Fonsi, La Oreja de Van Gogh, Rozalén, Raphael o Pablo Alborán, y jugar en esa liga supone un aprendizaje brutal en todos los aspectos.

El año pasado tuve la oportunidad de acompañar a Alex Ubago en varios conciertos de su gira y estoy disfrutando mucho. Ahora, me he tomado un respiro y a fin de año retomaremos nuevamente la gira. Por eso, cuando Jokin me propuso volver con Seiren para este concierto especial, no lo dudé ni un segundo. Tengo muchas ganas de disfrutar de este reencuentro que tantas veces nos habían propuesto, pero solo este año ha sido posible.

Volviendo a Seiren, ¿con qué músicos van a contar en directo?
J.L.:

Para nosotros, este concierto tiene una gran carga emocional que queremos que se refleje sobre el escenario. Por eso, hemos querido reunir a un equipo de grandes músicos que, a su vez, son grandes amigos. Nos parecía importante el hecho de formar un equipo de trabajo con el que nos sintiésemos compenetrados tanto en lo musical como en lo personal. Y sin duda, lo hemos conseguido.

En nuestras filas contaremos con Imanol Goikoetxea en la guitarra eléctrica, que es y ha sido pieza imprescindible en la trayectoria de Seiren desde el 2009. No podía faltar. Nos acompañarán, también, Ander Zulaika a la batería, Joseba San Sebastián al bajo, Antxon Sarasua a los teclados e Iván ‘‘Txistuman’’ Allue a los whistles y gaitas. Vamos, un ‘dream team’ en toda regla.

¿Tienen más conciertos previstos para el verano?
J.L.:

En principio, será el único concierto especial que ofreceremos en este año 2024. Para nosotros no es ‘‘un concierto’’. Para nosotros es ‘‘el concierto’’.

Algunas de sus canciones tienen estribillos muy pegadizos, como «Ez du zentzurik». ¿Qué sentido tienen las letras de Seiren?
J.L.:

‘‘Ez du zentzurik’’ era una reivindicación al derecho a vivir la vida sin perdernos nada. Un llamamiento a permitirnos el lujo de equivocarnos siempre y cuando haya sido por haberlo vivido y no por no haberlo vivido. Arrepentirnos de no haberlo intentado y no arrepentirnos de haberlo hecho. En ese sentido, Seiren tenía sus propias inquietudes. Seiren hablaban de lo cotidiano, de las dudas al afrontar el día a día, de las relaciones entre personas, del amor y del desamor.

¿Cómo componen?
J.L.:

Tanto Onintze como yo, partimos siempre del estribillo. El estribillo lo es todo en nuestras canciones. Si consideramos que el estribillo no tiene fuerza o no tiene el suficiente gancho, lo descartamos inmediatamente. Solemos ser implacables en ese sentido. Cuando tenemos la melodía y la fuerza del estribillo buscamos la estrofa y finalmente vamos perfilando la letra.

¿Qué importancia dan a la música y a la letra?
J.L.:

Para nosotros ambas son igual de importantes y necesarias en una composición. Es verdad que soy de los que creen que la música tiene la capacidad de llegar antes a las personas que la propia letra. Que la gente es capaz de llorar o reír solo con escuchar un tema instrumental. Creo en ese poder. Y por ello, me gusta dar más importancia a la música. Componemos la melodía sin letra y, una vez que la tenemos, intentamos buscar la letra que encaje en esa melodía. La respetamos y nos ceñimos a ella como un sastre entalla un traje para alguien especial. Es una letra especial para una melodía especial. Ahí está su particularidad. Ahí está su grandeza.

¿Cómo esperan retomar su público y, al mismo tiempo, darse a conocer entre el público más joven que quizás no les conozcan?
J.L.:

Retomar un camino nunca es fácil. Han pasado varias generaciones desde que Seiren abandonó la carretera, y para unas generaciones somos unos completos desconocidos, otras nos han conocido o han sabido de nosotros gracias a Onintze, otras nos descubrirán… Pero creemos en el romanticismo de que solo haciendo lo que nos gusta y solo siendo nosotros mismos, conquistaremos de nuevo al público. En eso nos centraremos a partir de ahora, en ser nosotros mismos y en disfrutar del camino.

¿Dónde se ven dentro de diez años?
J.L.:

Creo que gran parte de la ilusión de la vida proviene de la incertidumbre, del no saber lo que ocurrirá en el futuro, de descubrir cartas que están boca abajo, de ir desvelando lo que hay detrás del telón. Dentro de diez años nos vemos haciendo música como hemos venido haciendo hasta ahora. ¿Dónde y cómo? Solo la ilusión nos lo dirá.