Sánchez presentará hoy su plan de «regeneración democrática»

El presidente del Gobierno español presentará hoy en el Congreso su «plan de regeneración democrática», anunciado tras su periodo de reflexión de abril. Además de las medidas sobre medios, Pedro Sánchez anunciará una modesta reforma de la ley mordaza que Yolanda Díaz tildó ayer de derogación antes de ser desmentida por Moncloa.

Pedro Sánchez comparece hoy en el Congreso español para anunciar su «plan de regeneración democrática», que espera negociar con los grupos parlamentarios. Es la materialización de la promesa realizada tras el período de reflexión de cinco días de abril sobre su continuidad al frente del Ejecutivo por el acoso y la persecución judicial y mediática hacia su pareja, Begoña Gómez.

La conclusión del presidente español fue entonces que continuaría «con más fuerza si cabe» y se propuso impulsar una serie de iniciativas para mejorar la «calidad democrática» del Estado. La presentación de esas medidas fue pospuesta hasta después de las elecciones europeas de junio. Tras su celebración, Sánchez fijó la fecha del 17 de julio, hoy, para comparecer ante el Congreso y presentar su plan, algunas de cuyas medidas ha ido revelando y que tendrán como referencia el Reglamento Europeo sobre Libertad de Medios de Comunicación, aprobado la pasada primavera por el Parlamento Europeo.

Por ejemplo, Sánchez adelantó que el plan incluirá la limitación de la financiación pública a los medios, con una reforma de la ley de publicidad institucional. Así, busca garantizar transparencia y frenar la desinformación promovida por «pseudomedios digitales» que reciben fondos públicos sin tener lectores.

Según la agencia Efe, el Ejecutivo enfatiza su disposición a negociar con los grupos parlamentarios las medidas del plan de Sánchez. Por ello, no habrá propuestas cerradas hoy, sino que expondrá las líneas generales para afinar los detalles más adelante.

MORDAZA

El plan de Sánchez es, no obstante, resultado de intensas negociaciones y ajustes de última hora, como quedó ayer en evidencia cuando la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, anticipó que su formación, Sumar, había pactado con el PSOE la derogación de la denominada ley mordaza, una afirmación que fue desmentida en menos de cuatro horas desde Moncloa. El PSOE también matizó que el acuerdo solo se refiere a la revisión del Código Penal en lo relativo a los delitos de injurias al rey y a otras instituciones y a las ofensas contra los sentimientos religiosos.

Respecto a la ley mordaza, el acuerdo afecta únicamente a un artículo, el 36, para que deje de ser infracción la toma o difusión de imágenes de policías en manifestaciones. En concreto, la redacción que proponen establece que «no constituirá infracción la mera toma de imágenes en lugares de tránsito público y manifestaciones, o su mera difusión» y que «la situación de peligro deberá ser constatable y reflejarse motivadamente en el acta o la denuncia, y con el mayor detalle que sea posible».

PSOE y Sumar también pactaron una modificación de la ley orgánica que rige el derecho al honor, para incluir una «reparación pública» ante procesos judiciales prolongados en el tiempo, que al final no derivan en apertura de juicio oral y generan un desprestigio para el afectado.

El globo de Díaz quedó, por tanto, desinflado por su propio socio, y no hubo mención alguna a las cuestiones que provocaron el fracaso del anterior intento de reforma, como la prohibición de las pelotas de goma o la supresión de las devoluciones en caliente. Para ERC y EH Bildu, estas reclamaciones eran fundamentales, pero no fueron aceptadas y como sus votos eran imprescindibles para que saliera adelante, la reforma decayó.

No obstante, la vicepresidenta del Gobierno español, María Jesús Montero, avanzó también que hay otras materias de la ley mordaza que se tienen que discutir con otros socios parlamentarios y que estarán fuera del decreto ley. Ayer, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se mostró molesto porque en su día apoyó el intento de reforma de la ley mordaza y en esta ocasión el Gobierno no ha hablado con ellos. «Otra vez mal», resumió.