El amor desde el punto de vista más social

Comedia romántica de la cineasta canadiense Monia Chokri que reflexiona sobre el amor desde el punto de vista social.

La película está protagonizada por Magalie Lépine-Blondeau, que interpreta a Sofía, una profesora universitaria con una vida cómoda y un matrimonio estable pero poco emocionante, cuya vida da un vuelco cuando conoce a Sylvain (Pierre-Yves Cardinal). Ambos se entregan a una relación secreta de una ardiente pasión, pero son muy diferentes; Sophia proviene de una rica formación intelectual, mientras que la familia de Sylvain es de clase trabajadora. Pasado un tiempo, Sophia comienza a cuestionarse sus propios valores después de haber seguido sus impulsos románticos.

Monia Chokri es una actriz y directora canadiense. Destaca en su carrera como actriz en la película “Los amores imaginarios”, donde actúa junto al director y escritor de la película, Xavier Dolan. La cinta tuvo varias nominaciones en los Premios César y ganó en el Festival de Namur, el de Cannes y el Festival de Cine de Sídney. “Simple comme Sylvain” es su tercer largometraje como directora. Chokri comenta que «en primer lugar, he crecido, así que, en cierto modo, ahora tengo más experiencia. Mi película anterior, “Babysitter”, fue muy difícil de hacer debido a la pandemia, y yo no estaba en el mejor momento en lo que se refiere a mi vida personal. Para “Simple comme Sylvain”, he contado con un nuevo director de fotografía, André Turpin, y tuve que enfrentarme al desafío de salir de mi zona de confort». Además, considerando la gran cantidad de títulos que abordan esta temática, la directora Monia Chokri añade que «el problema es que ya se ha tratado todo en el cine, así que es difícil redefinir una temática o a una mismo. No creí que tuviese que hacer la película definitiva sobre el amor. No obstante, no se han hecho muchas películas así dirigidas por mujeres; gran parte de nuestra perspectiva la han formado los hombres. Pensaba mucho en el erotismo y la sensualidad, ¡y en el cine de Jane Campion! Recuerdo esa escena tan bonita de “El piano”, con el dedo en las teclas. ¡Es una escena tan potente y erótica!».