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BIRRA BAT

BOCK, POTENCIA DE LA BAJA SAJONIA

Una bock preside este cuadro de Johann Wilhem Preyer, datado en 1839. (MÜNCHNER STADTMUSEUM)

Aunque las primeras bock se hicieron en el siglo XIV en Einbeck, Baja Sajonia, fue en Munich donde se popularizaron. A los duques bávaros les gustaba la bock que importaban, pero los impuestos eran tan altos que contrataron a un maestro cervecero de Einbeck y la bock muniquesa acabó eclipsando a la original. En la misma ciudad, los monjes Paulaner lograron una bock estupenda y nutritiva, ideal para beber sin pecado en ayunos y Cuaresma.

La bock está considerada una cerveza fuerte, tiene mucho cuerpo, es espesa, maltosa y tiene un punto dulzón. El color va del cobrizo claro al marrón y la espuma es cremosa, blanca y persistente. Aunque es lager, baja fermentación, también puede serlo de alta. Esta curiosidad de mezclar ambas madres la ofrece la cervecera donostiarra Gross en su Frisbi, que es una lagered ale.

Una bock de bonito color cobrizo y moderado amargor es la Tostada, que hace en Mendabia Kondaira. Tiene un pronunciado sabor a caramelo, con toque de cacao y frutos secos.

Sin ser propiamente una bock, pero con igual potencia y maltas tostadas, Brew & Roll prepara en Paternain su Mala & Roll, una american strong ale de 8,4º cuyo aroma evoluciona conforme toma temperatura. Como ellos mismos resumen: «un castañazo en toda regla». Gorka IKATZA