Bilbo, Donostia, Iruñea, Lekaroz... los vídeos inéditos de la Guerra del 36

Vídeos inéditos de la Guerra del 36 en Hego Euskal Herria se muestran en la web de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Estas filmaciones fueron donadas por el magnate de la prensa William Randolph Hearst y han sido cedidas por la UCLA a The Packard Humanities Institute.

Esas imágenes de la agencia de noticias Hearst han sido sometidas a un proceso de limpieza y restauración, por lo que se ven con una calidad que no es habitual.

Algunos de esos vídeos han llegado a ser utilizados con anterioridad, pero una parte notable corresponde a filmaciones que en su momento fueron descartadas, por lo que habían permanecido almacenadas sin haber sido ofrecidas al público hasta la actualidad, lo que les da un valor añadido.

MISA Y DESFILE EN IRUÑEA

Uno de los primeros vídeos tiene como escenario una Iruñea con la Plaza del Castillo repleta de sublevados de diferentes colores: carlistas, falangistas y soldados del Ejército. Comienza con una misa alrededor del kiosco de madera y forja que adornaba en aquella época el centro de ese espacio, para después verse guardias civiles, requetés y jóvenes sin uniforme, pero que desfilan con la escopeta al hombro dispuestos a ir al frente.

No falta la presencia femenina con mujeres falangistas, enfermeras del requeté y las que aplauden al paso de los sublevados.

Es una filmación de julio de 1936, en los primeros compases de la guerra, que se completa con la de personas que ya empiezan a cruzar la muga para salvarse de los combates que se producían en Gipuzkoa, hacia donde se había dirigido una parte de las tropas sublevadas de Nafarroa, mientras el resto tomaba la dirección de Madrid.

Ese avance de los rebeldes por suelo guipuzcoano queda en evidencia en otro vídeo fechado el 31 de agosto, en cuya primera parte Washington protesta por el ataque sufrido por un destructor estadounidense por parte de un avión español.

En la segunda se aprecia en toda su dimensión los combates en Gipuzkoa, con columnas de humo que se elevan al cielo en las inmediaciones de Donostia e imágenes de edificios alcanzados por los bombardeos, además de un puente. Tierra adentro, aparecen los defensores desplegándose por las inmediaciones de baserris y disparando entre metas para frenar el avance de los sublevados.

El siguiente noticiario grabado en Euskal Herria tiene que ver con los combates por Irun. En la cinta se ve a las tropas gubernamentales ofreciendo una última resistencia ante el avance de los franquistas, que también aparecen en la pantalla durante los combates, que generan densas columnas de humo.

Al mismo tiempo, se ve a gente huyendo de esos choques de armas y de la llegada de las tropas fascistas a pie, en bicicleta o incluso en carros en los que transportaban aquellos objetos que consideraban de más valor.

A continuación ya se recoge la entrada de los golpistas en la ciudad, haciendo constantemente el saludo fascista, mientras los alrededores aparecen cubiertos de cadáveres y algunos lugares de la ciudad están en ruinas a causa de los combates.

HOSPITAL EN LEKAROZ

Los efectos de la tenaz resistencia ante el avance de los sublevados se aprecia en el siguiente video, correspondiente al 14 de septiembre. Tiene una extensión más amplia que los anteriores y hacia el final del mismo aparecen unas imágenes especialmente relevantes.

En concreto, se ve a combatientes requetés y legionarios atendidos en el hospital de sangre de Lekaroz, en Baztan. Alguno de los heridos es trasladado en volandas al interior de la instalación por varias personas. También aparecen posando ante la cámara sonrientes los que ya han sido atendidos y vendados, y que reciben tabaco de las «margaritas» carlistas.

Tras hacerse con el control de Gipuzkoa, los sublevados se lanzaron sobre Bizkaia, con Bilbo como su principal objetivo. La ofensiva contra el Cinturón de Hierro tuvo lugar ya avanzado 1937 y en los videos que recogen los ataques sobre la capital vizcaina se aprecian los resultados de los bombardeos efectuados por la aviación fascista, en la que destacaban la enviada por Mussolini desde Italia y la Legión Cóndor de Hitler.

En uno de los noticiarios se ven los efectos de esos bombardeos en la zona de la Ría, en algunos de los depósitos de combustible existentes en la zona, generando unas densas columnas de humo negro al arder a causa de los impactos.

Las cámaras estadounidenses muestran a los bilbotarras luchando contra las llamas con los medios que tienen a su alcance, como paletadas de tierra y con algunas mangueras desde las que lanzan agua para contener el fuego. También se ve a habitantes de la ciudad procurando salvar algunos de sus enseres, como colchones.

COMBATES

Mientras, en el interior, proseguían los combates en el Cinturón de Hierro, con las baterías del Ejército sublevado martilleando a los gudaris que defendían esas posiciones, sobre los que también caían las bombas de la aviación fascista.

La más que posible llegada de los golpistas a la ciudad provocó la evacuación de miles de niños, que fueron sacados de Bilbo en barcos para ponerlos a salvo y trasladarlos a lugares como Inglaterra o Bélgica. En las imágenes se ve la despedida de sus familiares, que dicen adiós entre lágrimas y alzando sus pañuelos.

Finalmente, termina llegando la rendición de Bilbo tras intensos bombardeos de los sublevados, de los que se ve en las imágenes sus devastadores efectos, mientras se intensifica el éxodo para dirigirse hacia Santander, última plaza del norte del Estado que todavía no ocupaban los golpistas.

Una vez que se registran los últimos combates, entran las tropas franquistas en una ciudad en la que se aprecian los efectos de los bombardeos que ha sufrido. Algunos puentes han quedado inutilizados y se recurre a gabarras amarradas para pasar de una orilla a otra de la Ría.

Los vencedores desfilan por las calles de la capital vizcaina entre personas que levantan el brazo para hacer el saludo fascista y que portan la bandera española que traen consigo los franquistas.

Tras el paso de fusiles e incluso un tanque y otros vehículos blindados, el noticiero cinematográfico se cierra con el reparto de comida entre la población.

La Guerra del 36 había terminado en suelo vasco, pero iba a perdurar una dura represión que se prolongaría durante cuarenta años.