Cientos de personas se movilizan en Gasteiz por el empleo y el futuro de Aiaraldea

Cientos de personas protagonizaron ayer una colorida movilización en Gasteiz en defensa del empleo y, por tanto, del futuro de Aiaraldea, una comarca sacudida en los últimos tiempos por cierres y despidos en buena parte de su antaño potente tejido industrial.

Con epicentro en la Plaza de la Provincia de la capital alavesa, donde se desplegaron tres pancartas con el lema “Aiaraldea defenda dezagun”, los concentrados formaron una cadena humana que rodeó el edificio de la Diputación detrás de otra pancarta del comité de empresa de Guardian, abocada a la clausura por sus dueños, en la que se leía “Guardian ez itxi. Gobierno Vasco cómplice”.

Y es que esta movilización se produce después de que el 25 de febrero se celebrara la primera reunión del periodo de consultas para el Expediente de Regulación de Empleo que supondrá el despido de los 171 trabajadores de la fábrica centenaria. La multinacional estadounidense comunicó un mes antes su intención de cerrar esta planta de fabricación de vidrio.

Para cerrar la movilización se leyó un manifiesto donde acusaron a las instituciones de actuar como si «no existiera» una comarca en la que han visto «cómo se desmantelaba el tejido industrial y cerraban empresas sin que desde esas instituciones se pusiera freno a esta sangría». «No solo nos abandonan, sino que además nos criminalizan por defender lo nuestro; nos llaman conflictivos cuando lo único que hacemos es luchar por nuestros derechos», lamentaron.

Las personas congregadas acusaron a Lakua de «mirar a otro lado antes de enfrentarse a las multinacionales que desmantelan las fábricas con total impunidad» y condenan a los vecinos de la comarca a la «miseria». «Y lo más grave es que intentan engañarnos distorsionando la realidad como, por ejemplo, hablándonos de inversores, de planes industriales y más palabrería que siempre se queda en nada con el paso del tiempo», indicaron.

Por ello, exigieron «políticas públicas efectivas, inversión en formación y en empleo», para que quienes «han sostenido esta comunidad en los momentos más difíciles no sean los primeros en pagar el precio de la precariedad y la falta de responsabilidad de quienes deberían velar por el bienestar de todos».