Lakua reconoce como víctimas y reparará a Izura, Isart, Delas y Aizpuru
41 años después de morir acribillados a tiros por la Policía española en una emboscada en la bahía de Pasaia, José Mari Izura, Pedro Mari Isart, Rafael Delas y Dionisio Aizpuru han sido reconocidos como víctimas de la violencia estatal por parte del Gobierno de Lakua. Se acepta así que fue una «ejecución extrajudicial», tumbando por fin la cruel versión oficial.

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El Gobierno de Lakua ha reconocido como víctimas de la violencia de motivación política a José Mari Izura, Pedro Mari Isart, Rafael Delas y Dionisio Aizpuru, militantes de los Comandos Autónomos Anticapitalistas que fueron acribillados a tiros en la bahía de Pasaia el 22 de marzo de 1984 por la Policía española. Constata que fueron objeto de una «ejecución extrajudicial».
«Las autopsias, la ausencia de pruebas que determinaran el uso de las armas por los cuatro jóvenes acribillados, las evidentes contradicciones en el relato oficial y los testimonios y datos periféricos que las ponen objetivamente en duda, junto a la constante negativa por parte de las autoridades policiales a revelar la identidad de los agentes responsables de ordenar y/o participar materialmente en los hechos, así como sus repetidas maniobras para demorar, obstaculizar y ocultar las informaciones requeridas en el proceso, son todos factores que acumulan un conjunto de presunciones de hecho que militan abrumadoramente a favor de una operación policial que escala a ejecución extrajudicial. La propia pericial médica que acompaña este expediente constata asimismo elementos que confirman y aumentan el estándar de probabilidades (tiros de gracia, número, 18 tipos y trayectoria de proyectiles, ausencia de investigación y de indicios de enfrentamiento), para determinar la existencia de una ejecución extrajudicial», señala el informe oficial de la comisión de valoración del Ejecutivo de Lakua al que ha tenido acceso GARA.
Según el informe, «de los hechos se desprende que cuatro personas perdieron la vida como resultado de la acción deliberada/planificada con mucha antelación de la Policía, y que la privación de la vida fue intencional. La existencia de tres víctimas con tiro en la nuca, características de los tiros de gracia, ahonda la preocupación en este sentido».
Sobre la investigación del caso, considera que es «deficiente al no haberse practicado el examen de la escena, el acto de levantamiento de cadáver es deficiente, ni se practica el examen de la ropa ni estudios criminalísticos ni de balística. Ni tampoco se practicó estudio de residuos de disparo en las manos de la víctima. Esta ausencia de actividad probatoria pone muy en tela de juicio que las personas de la embarcación llegaran a usar sus armas de fuego».
El documento critica también «la ausencia de una actitud proactiva» en la investigación judicial y la actitud de la Fiscalía, que «se opone prácticamente siempre a la práctica de cualquier diligencia de investigación dirigida a la identificación de los agentes que participaron en el dispositivo y a la aclaración de los hechos acaecidos en Pasaia el 22 de marzo de 1984».
INFORME «OCULTO» TRES AÑOS
El reconocimiento como víctimas para Izura, Isart, Delas y Aizpuru llega dos años después de que viera la luz un informe de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos de la UPV-EHU, por encargo del propio Ejecutivo autonómico, en el que se admitían los «indicios abrumadores» que existían de que las cuatro muertes fueron producto de una «ejecución extrajudicial». Sin embargo, el documento, que llevaba fecha de marzo de 2020, no fue entregado a las familias hasta tres años después, lo que les provocó estupor y malestar.
«Llevamos 40 años intentando lograr justicia en los tribunales», afirmaban entonces, al tiempo que resaltaban los obstáculos por parte del Gobierno de Lakua por haber «escondido» durante tres años el informe que elevaba el caso a «ejecución extrajudicial».
La investigación del caso, después de distintos vaivenes y ser archivado en varias ocasiones desde 1987, se cerró provisionalmente en 2017, pero se reabrió en 2023 en la Audiencia de Gipuzkoa «gracias a nuestra iniciativa, pero sin ninguna esperanza de obtener justicia», dado el tiempo transcurrido. En realidad, las familias nunca creyeron «que se fuera a aclarar en tribunales españoles».
La Audiencia de Gipuzkoa ordenó entonces nuevas actuaciones, como una rueda de reconocimiento de los policías que presuntamente participaron en la emboscada y que nunca fueron identificados. Pero no dieron resultado algunio. Solo se presentaron cuatro agentes y Joseba Merino, superviviente de la emboscada, no los reconoció.