2014 URR. 30 La Mancomunidad de Txingudi admite que no sabe qué va a hacer con los residuos Maider IANTZI DONOSTIA Representantes de las mancomunidades de Debabarrena, San Marcos y Txingudi convocaron ayer a la prensa con el objetivo de valorar una sentencia del Tribunal Supremo que desestima un recurso interpuesto por Ricardo Ortega en junio de 2009, cuando era presidente de San Marcos por EB, sobre la modificación de estatutos del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK). Se mostraron satisfechos porque el fallo pone «punto y final a un largo historial de pleitos que pretendía excluir» a Txingudi del Consorcio y pidieron la incorporación de esta mancomunidad. Según expresaron al comienzo de la comparecencia, su intención era transmitir «un mensaje positivo», pero lo cierto es que a partir de ese momento fue todo lo contrario. El discurso se centró en criticar a EH Bildu. «Los tiempos de marginación han acabado. Formamos parte del Consorcio», declaró el presidente de la Mancomunidad de Txingudi y alcalde de Irun José Antonio Santano, obviando que fueron ellos mismos quienes no quisieron entrar en GHK cuando se creó el 24 de mayo de 2007. La razón para ello fue el proyecto de una incineradora en Gaintxurizketa. Tres días después de la fundación del Consorcio, se celebraron las elecciones forales y municipales, y en setiembre la Mancomunidad de Txingudi, liderada ya por Santano, pidió entrar en la organización, dejando a un lado su iniciativa de Gaintxurizketa y con el propósito de llevar los residuos de la comarca a la incineradora proyectada en Zubieta. En una asamblea extraordinaria que tuvo lugar el 12 de marzo de 2008, GHK decidió que Txingudi fuera miembro de «pleno derecho», otorgándole el 7% de la capacidad de decisión. Adhesión contraria a la Ley A comienzos de 2012 el Tribunal Supremo ratificó que la ampliación de GHK para incluir a la Mancomunidad de Txingudi fue contraria a la Ley. La sentencia, que desestimó los recursos interpuestos por quienes defendían la construcción de la incineradora dando la razón al Ayuntamiento de Usurbil, fue firme. En la rueda de prensa de ayer incidieron en la gravedad del problema de los residuos en Gipuzkoa, pero sin aportar ninguna salida. «A día de hoy, a medio y corto plazo, no tenemos solución», reconoció el vicepresidente de Txingudi y alcalde de Hondarribia Aitor Kerejeta. «En la práctica, no sabemos qué vamos a hacer con los residuos. Ese es el drama». Denis Itxaso, presidente de San Marcos, habló de «incertidumbre absoluta» y Arkadio Benítez, su homólogo de Debabarrena, dijo que «no hay alternativas y es hora de empezar a trabajar para solucionar el problema».