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Patxi Bezares
Delegado de LAB en Hospital Santiago

«De la sanidad pública salen al año 250 millones a las clínicas privadas»

LAB pone en marcha una campaña en contra de la privatización de Osakidetza, bajo el lema «La privatización enferma Osakidetza». Patxi Bezares es delegado sindical en el hospital universitario Santiago y uno de los responsables de la misma, e informa de sus «gravísimas consecuencias».


¿En qué consiste la campaña «La privatización enferma Osakidetza»?

Cada mes vamos a trabajar un tema de aquí a marzo. El primero son los servicios concertados, después trataríamos las contratas y cerraremos con la autoconcertación, peonadas u horas extras que un grupo privilegiado de médicos realiza para beneficio de su bolsillo.

¿Cuánto dinero se concierta con clínicas o centros privados?

Es un dinero que no se invierte en la sanidad pública (Osakidetza), se va al negocio privado como hospitales, ambulatorios, etc. Sumaron algo más de 250 millones en 2013. Ese ingente dinero no tiende a la baja. Es una cantidad, que se podría invertir en los servicios públicos. A nuestro juicio hay mucho negocio, que se mueve detrás de ello. No hay más que ver que el consejero de Sanidad, Jon Darpón, proviene de la gerencia del Grupo IMQ, entre 2010 y 2012.

¿Se asemeja a lo que se llaman puertas giratorias?

Hay mucho de puerta giratoria en el sector. Hemos tenido siempre ese convencimiento de que esos gestores vienen de hospitales privados, involucrados en ese fenómeno.

En febrero, ¿cuál es la campaña?

Nos meteremos con el tema de las contratas. Tan importante y delicado como el otro de la concertación privada. En este caso, nos referimos al negocio de la privatización de servicios no asistenciales. Contratas como adjudicación hostelería, mantenimiento de la limpieza, lavandería, televisión, telefonía, locales comerciales, gestión de residuos, entre otros. Temas que no son sanitarios. la subcontratación es más frecuente y abundante, a pesar de lo que diga el consejero Darpón. De hecho, en el Hospital de Santiago, que es parte del Hospital Universitario de Araba, la lavandería pública, se privatizó. Han aumentado los problemas con la ropa: llega tarde, sucia y el servicio es de peor calidad y su coste, mayor.

¿Se justificó en que iba a ser más barato al privatizarse?

No es cierta esa creencia. Un estudio presentado en la Cámara de Comptos de Navarra desmiente esa creencia, incluso el director económico-financiero de Osakidetza en mi hospital reconoció en una reunión que los servicios subcontratados y privatizados son más caros y de peor calidad. Es una paradoja. Los informes de las auditoras presentados en la Cámara de Comptos constatan que no es más barato y que no hay medidores de calidad, que garanticen que las prestaciones se realizan a unos niveles iguales a los que ofrece el ámbito público. Piden que se avance en los sistemas de evaluación de costes, que permitan la toma de decisiones contando con el personal que conoce los recursos. Porque quienes conocemos el proceso de atención somos quienes podemos marcar pautas de mejora, sin minorar los servicios prestados. Eso es un factor esencial que no se tiene en cuenta.

¿Por qué pide una gestión eficaz de los recursos públicos en la atención sanitaria?

Porque en la actual coyuntura económica de crisis, donde la recaudación de ingreso ha descendido, es imprescindible una gestión eficaz y eficiente de los fondos públicos. Y se ha generalizado que lo privatizado es más barato que lo publico, pero no existe, según la auditoria, una evidencia empírica que sustente esa afirmación. Es un dogma que guía las políticas públicas, nada más. Defenestran servicios públicos para concluir que los deben privatizar, porque lo publico es una ruina, pero no es cierto. Esos son los principios que guían la actuación en la Comunidad Valenciana y Madrid. Nuestros compañeros nos dicen que lo que allí está pasando, y es una aberración.

¿Cuánto presupuestos se destina a subcontratas?

No sé una cifra. Tenga en cuenta, si quita del presupuesto Sanidad los salarios, el resto prácticamente se compra fuera. De esto que estamos hablando, un ejemplo claro es la limpieza en en el Hospital Universitario de Araba, en Santiago es un servicio público y en Txagorritxu, privado. Los índices de calidad en Santiago, donde trabajo, son mejores que los de Txagorritxu. Lo público tiene más calidad y oferta más calidad.

¿No tiene que ver con los trabajadores verdad?

No, no no. Efectivamente. No quiere decir que porque la ropa de una contrata se lave en una empresa privada sea que los trabajadores lo hagan peor. Hay que diferenciar una lavandería sanitaria con personal especializado en ropa contaminada, que la empresa que lleva la ropa a una industrial. Es diferente. No digo que trabajen peor. Las condiciones de ese personal son peores. Menos gente y salarios que no llegan a mil euros. Cuando se cerró lavandería de Santiago y se llevó a la empresa Indesa, que es de discapacitados, una de las protestas que hicimos y denunciamos fue que Osakidetza estaba permitiendo que les pagaran a ese personal por debajo de los mil euros. Es aberrante. Nos pasa en cocina y otros servicios, como ocurrió en Nafarroa.

¿Por dónde va el futuro, a su juicio, en este momento?

La intención de los consejeros está muy clara: privatizar categorías sanitarias como celadores, incluso auxiliares de enfermería, y dejar facultativos y enfermeras en lo público. El futuro del sistema sanitario es mercantilista: lo que da dinero, lo externalizarán.

¿Para que hagan negocio otros?

Eso es. Ahí entrarán operaciones de estética, de tobillo, etc que no requieren una estancia larga en hospital. Lo que se hace en Madrid. Y lo que tiene mucho costo, por ejemplo el oncológico, se encargará lo público.

¿Se va hacia el modelo Madrid?

Allí funciona de esa manera. Aquí es más complicado, porque tenemos otra filosofía y no creo que podrían avanzar tan rápido en esa situación.

Pero las clínicas privadas están aumentando su presencia de forma acelerada.

Así es. El grupo Quirón tiene tres hospitales generales en Erandio, Donostia, y Gasteiz, el que era La Esperanza. Tiene un centro de reproducción asistida en Deustua (Bilbo) y un centro de medicina deportiva en Gasteiz. Disponen de casi 200 camas, como casi un hospital general en Gasteiz. También está la Policlínica de Gipuzkoa, y el hospital San José, (grupo Vitas) de Gasteiz, que aumentan números de UCIs, quirófanos, consultas externas, etc. También está la clínica de la Asunción que da problemas. El IMQ, que tiene más 75 años, en Zorrotzaurre y que ha costado 80 millones. Surgen como champiñones.

¿Cuál será el tercer eje de la campaña, en marzo ya?

Sobre las peonadas, las horas extraordinarias, lo que llaman autoconcertación, que meten los médicos. Uno de los objetivos es informar a los usuarios y usuarias de esta práctica vergonzosa, donde el dinero público se desvía a los bolsillos de los médicos. Es vergonzoso. Una solución es que se abran por la tarde los quirófanos y servicios médicos. ¿Por qué no van a trabajar a turnos como todo el mundo? Los quirófanos se emplean a las tardes para hacer autoconcertaciones de este tipo. Desgraciadamente hay cuadrillas de médicos mercenarios. Les da lo mismo el paciente. He visto como se trabaja en una pauta concertada y como se trabaja en turno normal.

¿Hay mucha diferencia?

Demasiada. Un ejemplo muy gráfico que conozco es que un médico en siete horas de turno, normalizado de jornada laboral hace 4 intervenciones, pero ese mismo médico haciendo peonadas hace entre 5 y 6 operaciones en seis horas. En menos tiempo hace más intervenciones. Me reservo algunas cosa. Sabiendo como funciona, evitaría operarme en autoconcertación.

El usuario no puede elegir.

Por eso esta campaña para informar al usuario que exija un centro público y un médico cuando asiste a su jornada laboral dependiente del servicio público. Va disminuyendo la autoconcertación, porque a los nuevos médicos eventuales les están metiendo a turnos. No hacen peonadas. Quienes son fijos sí, y negocio. Es cierto que no todos hacen autoconcertación para ser justos. Hay datos oficiales del Departamento Sanidad que en Cruces, tras un incremento de las intervenciones en autoconcertación, en 2012 se redujeron, mientras que en el Hospital de Txagorritxu han pasado de 1.212 autoconcertadas a 2.300 intervenciones en 2012, . Un médico operando en la autoconcertada se puede llevar un salario mensual extra entre 1.300-1.700 euros. Depende del lote de pacientes, de todas maneras. Nos parece aberrante.

¿Es insolidario a su juicio?

Por supuesto. Genera paro y evita que nuevos médicos entren. Y quienes lo hacen, tienen contratos precarios y míseros, mientras que otros se forran.

Con esta campaña, ¿qué pretende LAB de Osakidetza?

Queremos socializar estos temas. En cuestiones de sanidad, igual que en educación, es de vital importancia que los usuarios conozcan donde va el dinero, qué se hace y, por tanto, tienen que tomar parte, no solo los trabajadores del sector, sino la sociedad porque la sanidad debe ser pública y de todos.

Con toda esa polémica que hay con los afectados de hepatitis C, cree que se de romper con la patente de los laboratorios?

Sí, totalmente. Debieran de cobrar precios justos, no abusivos. En este sector hay muchas comisiones por productos, incluso por utilizar unos teléfonos móviles, etc, porque las facturas que se pagan son muy amplias.

Siete horas

«Un médico en siete horas de turno normalizado hace cuatro intervenciones quirúrgicas; pero en autoconcertación (peonadas, horas extras) realizar entre 5 o 6 operaciones en seis horas»