2015 URT. 25 Elkarrizketa CARME FORCADELL ANC-ko presidentea «Estas elecciones serán las más importantes de nuestra historia» Tras tres años al frente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell (Xerta, 1956) dejará el cargo en abril, aunque promete seguir al pie del cañón. No en vano, quedan meses intensos en Catalunya, tras el acuerdo para celebrar elecciones el 27 de setiembre; un pacto en el que la cara visible de la sociedad civil independentista jugó un papel clave. Beñat ZALDUA BARCELONA Carme Forcadell nos confiesa estar algo más tranquila después del acuerdo in extremis entre CiU y ERC facilitado por las entidades soberanistas. Pero no hay tregua en la sede de la ANC: «Esto es un no parar». ¿Cómo se entiende que solo dos meses después del éxito del 9N el proceso haya estado a punto caer por el precipicio? Algunos partidos quizás han tenido más en cuenta los partidos que el país, aunque también hay que entender que estas elecciones serán las más importantes de nuestra historia y que todos se querían asegurar la mejor fórmula. Había dos posiciones muy opuestas y las dos tenían sus razones; cada cual pensaba que su fórmula era la mejor. De todos modos, como Assemblea siempre hemos tenido claro que el acuerdo llegaría, porque todos los actores de este proceso sabían que no dejarían perder esta oportunidad. Se ha hablado mucho de la confianza mutua entre Mas y Junqueras. Usted los ha tenido delante intentando ponerse de acuerdo. ¿Hay margen para la recuperación de la confianza? Yo creo que sí. La confianza se recupera trabajando juntos y viendo que las cosas que se han dicho que se harían, se hacen; es decir, cumpliendo los acuerdos. De todos modos, no es el acuerdo al que aspiraba la ANC... La historia en cierta manera se repite, porque en el 9N ni la fecha ni la pregunta eran las que queríamos, pero aceptamos porque entendimos que en aquel momento la foto de la unidad era muy importante. Ahora ha pasado igual, queríamos elecciones en primavera, pero el proceso estaba encallado y era necesario acercar posiciones, de manera que hemos conseguido que todos pierdan un poco y ganen otro poco. En cualquier caso, más allá de la fecha, se cumplen el resto de nuestras condiciones, porque el acuerdo supone un paso adelante en el proceso independentista. Nos permitirá votar lo que queríamos el 27 de setiembre y todo aquello que pensábamos hacer después, como las estructuras de Estado, se ha acordado que se hará ahora. Lo que nos toca es vigilar que eso se cumpla. ¿Se siente cómoda con el papel que les ha tocado jugar a las entidades soberanistas? El objetivo de la Assemblea es conseguir la independencia y estamos dispuestos a trabajar y hacer lo que haga falta para conseguirlo. Y lo que tocaba ahora era facilitar el acuerdo. ¿Cree que el hecho de que las elecciones se sitúen en medio del ciclo electoral español puede afectar a las aspiraciones independentistas? No, nosotros ya hemos desconectado del Estado español, así que también lo hemos hecho de su ciclo electoral. Si hacemos las cosas bien, no pasará nada, y si las hacemos mal, también dará igual, porque las habremos hecho mal sin ciclo electoral español. Es algo que en la Assemblea simplemente no analizamos. Para hacerlo bien habrá que pactar una hoja de ruta que estos días ha sido objeto de polémica, una vez más, por filtraciones a los medios de comunicación. Algo que llevó a la CUP y a ICV a anunciar que se levantaban de la mesa. ¿Siguen adelante estas negociaciones? A nosotros también nos han sabido mal las filtraciones, porque era un documento de trabajo que no estaba cerrado ni mucho menos. La filtración ha impedido que presentemos un acuerdo en los próximos días con todas las fuerzas políticas soberanistas, pero hay que retomar las negociaciones, porque la voluntad existe y porque siempre hemos dicho que el proceso sin la CUP no se entiende. Como tampoco se entiende sin los socialistas críticos, sin los soberanistas de Iniciativa y sin EUiA. Tenemos que estar todos. ¿Esos otros espacios al margen de CiU y ERC se han sentido excluidos del proceso de negociación protagonizado por Mas y Junqueras? Es verdad que se pueden sentir así, pero también tienen que entender que, por ejemplo, la CUP fue la primera que dijo que no jugaban con el tema de la lista electoral. Sobre esta hoja de ruta, ¿cuál sería la secuencia de hechos adecuada para la ANC? Para empezar, ¿qué mayoría sería necesaria para dar paso a la última fase del proceso soberanista? Entendemos que tienen que obtener la mayoría absoluta. Algunos dicen que hay que conseguir dos tercios, como para reformar el Estatut, pero es que si lo hacemos así estamos diciendo que los votos de un ciudadanos valen más que los de otro. El voto del «No» a la independencia valdría más que el voto del «Sí», y eso es lo más antidemocrático que hay. Hay cierto lío con la nomenclatura, elecciones plebiscitarias, refrendarias, constituyentes... Se pueden llamar de las tres formas. Como el Gobierno español prohibió el 9N, todavía no tenemos el mandato democrático que debía emanar de la consulta. Por lo tanto, estas elecciones tienen que generar ese mandato democrático sobre la independencia. Todo el que vaya a votar tiene que saber que si vota a unos determinados partidos y esos partidos ganan, Catalunya será un país independiente. Por lo tanto, serán unas elecciones refrendarias, porque son el referéndum que no hemos hecho. Pero también serán constituyentes, porque permitirán elaborar la futura Constitución Catalana. Así que cada uno las llame como quiera. ¿Cuál será la secuencia posterior a las elecciones? El documento que se filtró hablaba de un periodo de 15 meses para proclamar la independencia. ¿Se mantiene? Pueden ser 15 meses, pueden ser 18 o puede ser un año. Está todo abierto, porque no hay un acuerdo cerrado. De hecho, se deben retomar las negociaciones entre todos, porque para cuando lleguen las elecciones, esta hoja de ruta tiene que estar pactada y acordada. ¿Contemplan la posibilidad de que llegue algún tipo de oferta desde el Estado si el PP es desalojado de la Moncloa? No. Algo como Podemos es una alternativa válida y respetable para las personas que quieran cambiar España. De hecho, nos alegramos de que exista, porque será más fácil hablar y negociar con Podemos que con el PP, pero entendemos que el cambio para Catalunya debe venir desde Catalunya. Somos realistas y entendemos que ahora tenemos la posibilidad de cambiar Catalunya. Es algo real. En cambio, pensar que si España cambia, que si pasa esto, lo otro... son demasiados condicionantes. Con Podemos España vuelve a parecer reformable. ¿Cree que puede frenar la transición de aquellos que se estaban acercando al soberanismo por puro hartazgo con el Estado español? No creo. Por un lado, la posición de ruptura o de cambio radical que Podemos tiene dentro del Estado español aquí ya la tenemos desde hace años con la CUP y con Procés Constituent. Podemos es un cambio para los unionistas, para las personas que creen que el cambio en Catalunya debe venir desde España, pero para los que creemos que la solución de Catalunya la tenemos que ganar nosotros, no es un alternativa. Creo que a las personas que se estaban acercando, nuestra propuesta les seguirá convenciendo, porque hasta el día de hoy tampoco se ha concretado la propuesta política de Podemos. Es una cosa muy inconcreta, mientras que nosotros ofrecemos una cosa concreta, tenemos una propuesta y una alternativa que pasa por votar independencia el 27 de setiembre. ¿No les obliga a afinar más los argumentos? Usted misma tiene dicho que la falta de alternativa en España había sido hasta ahora un combustible para el independentismo... Es verdad que ahora los argumentos del otro lado ya no son solo los del «No», los de la amenaza y el miedo. Pero habrá que esperar a que se concreten en un programa. En cualquier caso, tienes parte de razón y en estos meses que hemos ganado tenemos la obligación de explicar que la independencia no es nada si no la llenamos de contenido. Y ese contenido debe ser más justicia social y regeneración democrática. Si no conseguimos eso, la independencia no servirá para nada. Cuarta Diada para la ANC. Cuarto reto con el listón bien alto y, además, como pistoletazo de salida a la campaña electoral. ¿Qué van a inventar este año? Hemos tenido un descalabro con eso, porque pensábamos que ya no tendríamos que hacer ninguna Diada más. De todos modos la gente ya nos está enviando propuestas, aunque yo creo que esta Diada tiene que ser diferente. Hasta ahora los partidos eran meros invitados, pero este año la cosa se tendrá que repartir, será un inicio de campaña conjunto. Pero no nos preguntéis todavía qué haremos porque no lo sabemos. «En la ANC habrá continuidad, hay mucha gente preparada con ganas de trabajar» Esta primavera renovararán buena parte del Secretariado Nacional de la ANC, incluida la presidencia, que usted ocupa desde hace tres años. ¿Cómo va el relevo? Es algo que todavía tenemos trabajar. Unos cuantos dejamos el cargo porque por estatutos solo se puede aspirar a una elección y dos reelecciones. De todos modos, intentaremos dejarlo todo muy preparado, por lo que estamos seguros de que habrá una continuidad. Además, no nos vamos a casa, continuaremos estando en la Assemblea. Ya está bien que sean otros los que se pongan al frente, porque tenemos mucha gente capaz dentro de la sociedad civil, tienen muchas ganas de trabajar y lo harán muy bien. ¿Con qué se queda de estos tres años? Ahora es muy difícil escoger un momento, porque todos son muy emocionantes, como cuando fui al Parlament en 2012 a pedir la secesión de España o en la Vía Catalana cuando me dijeron que habíamos completado la cadena humana. Pero en general, con lo que me quedo es con la ilusión y la emoción de la gente, con las miles y miles de personas que han sacado tiempo de donde no lo tenían para dedicar toda su energía al país. Después de todo lo que se ha especulado con su presencia en las listas electorales, ¿la seguiremos viendo en primera línea el 27 de setiembre? No lo sé, ya me lo preguntaréis más adelante. Ahora estamos metidos de lleno en aprovechar todo este tiempo que hemos ganado para explicar nuestro proyecto a aquellos a los que no les ha llegado.B. ZALDUA Los partidos. «Algunos partidos políticos quizás han tenido más en cuenta los partidos que el país, aunque cada uno defendía la que creía que era la mejor fórmula»