Osasuna ha vuelto a caer en otro bache de juego y resultados. Dos derrotas casi seguidas en El Sadar han vuelto a hacer aflorar todos los fantasmas que quedaron atrás después de la exitosa trayectoria iniciada en Navidades. Los de Jan Urban han perdido eficacia rematadora, pero también han vuelto a las andadas en defensa, donde han concedido dos errores frente a Zaragoza y Llagostera, que les han costado muy caros.

A ello hay que añadir que el juego desplegado por los rojillos en estos dos últimos encuentros no ha sido precisamente vistoso, coincidiendo, además, con la llegada de los internacionales. El manejo de balón ha bajado muchos enteros, la generación de ocasiones ha descendido notablemente e incluso la intensidad ha bajado, como reconoció Urban a la finalización del choque contra el Llagostera.

Sin embargo, para algunos componentes del vestuario rojillo la diferencia estriba en la claridad. «Quizás antes estábamos más juntos y ahora nos abrimos más, dejamos más espacios pero, sobre todo, estamos teniendo menos claridad a la hora de decidir. Igual con un 1-0 nos valía, pero ahora tenemos que hacer mucho más», explicó Roberto Torres.

El centrocampista de Arre reconoció que el equipo «está jodido» tras la derrota contra el Llagostera, pero que esta situación cambiará «si conseguimos ganar en Mallorca». «Por supuesto que confío en poder volver a la racha buena, porque lo hemos demostrado. El objetivo prioritario es llegar a los puntos necesarios para alcanzar la permanencia. Estos te van a dar la fuerza y confianza para poder pensar en otras cosas», se mostró optimista.

Bastante cuestionado por la grada en anteriores semanas, Roberto Torres, a base de partidos, comienza a ser el jugador importante que se espera de él dentro del once rojillo. En sus botas pudo estar incluso haber inaugurado el marcador, lo que quizás hubiese posibilitado la victoria local, pero René estuvo muy acertado sacando con la pierna el balón que ya se colaba.

Enfado entendible

El segundo tropiezo consecutivo en apenas cinco días desató el descontento del público de El Sadar. «Entiendo perfectamente su enfado, tienen toda la razón porque son dos partidos que teníamos que haber ganado. De todos modos, cuanto más unidos estemos, mejor, y cuanto más lo esté el compañero, también», en referencia a las críticas focalizadas sobre Cadamuro y Ansarifard.

«Si llegamos a vencer en los dos partidos de casa, ahora estaríamos hablando de algo totalmente diferente, pero lo cierto es que ni siquiera hemos ganado uno. Veníamos de una racha muy buena, después llegó el mini parón que te obliga a jugar dos partidos en cuatro días y la cosa cambia radicalmente», concluyó el navarro.