2015 OTS. 17 ELA denuncia que la ley de mutuas avanza en la privatización de la salud El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, y la responsable de Salud Laboral, Leire Txakartegi, realizaron ayer un análisis de lo que supone la nueva legislación sobre las mutuas. La central sindical confirma que «avanza hacia la privatización del sistema público de salud» y entiende, por otro lado, que la patronal obtiene «más prerrogativas para disponer de la vida de los trabajadores». La central intentará frenar la nueva legislación con la negociación colectiva. Juanjo BASTERRA Desde el primer día de 2015 está en vigor la nueva Ley de Mutuas, aprobada en el Congreso español con los votos favorables de PP, CiU y PNV. ELA criticó el texto de la misma y sostuvo que el paso dado avanza en «la privatización del sistema público de salud» y sitúa en las mutuas, que dependen de los empresarios -y en el caso vasco el gerente de Mutualia es, a su vez, presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua-, el control de las bajas profesionales, pero también de las bajas por enfermedad común. La nueva ley no ha llegado a entregar todas las competencias a los empresarios, pero sí ha situado la posibilidad de que puedan beneficiarse en la rebaja de cotizaciones sociales si se reducen las declaraciones de enfermedad, por lo que «está claro que el fraude aumentará de ritmo», como explicó la responsable de Salud Laboral de ELA, Leire Txakartegi. El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, Txiki, destacó que la nueva legislación «hace que el control de la salud de las personas trabajadoras se quede en manos de la patronal. En nuestro caso es evidente con el presidente de Confebask y gerente de Mutualia», precisó. También adelantó que esta nueva legislación «nos obligará a trabajar en condiciones de menos salud» y, a la vez, ligó esta reforma a las otras reformas laborales «porque han traído más precariedad, mucha presión y mucho miedo para las personas y de eso solo se benefician los empresarios». Muñoz insistió en el «total rechazo» al contenido de la ley y consideró «especialmente grave el apoyo del PNV a la misma. Con el argumento de que no se puede generalizar la mala situación de las mutuas, da su apoyo a un proceso continuo de privatización del sistema de salud». ELA emplazó a los gobiernos autonómicos de Hego Euskal Herria para que desarrollen «políticas públicas en defensa de un sistema público e integral de salud, sobre el que tenemos competencia exclusiva, que abarque la prevención y la reparación de los daños a la salud, tanto en el trabajo como fuera de él y que proteja del mismo modo a quien tenga o no empleo». La central sindical explicó que «con la excusa de controlar los niveles de absentismo, la gestión de la totalidad de las bajas de los trabajadores se va derivando del sistema público al sistema mutual. Se oficializa la ampliación de su actividad a la gestión de las contingencias comunes». Leire Txakartegi recordó que ««hasta ahora, si el personal médico del sistema sanitario público no contestaba, el alta no se convertía en definitivo. Con esta reforma, si no hay contestación en cinco días, pueden pedir la intervención de la Inspección de la Seguridad Social, que estará obligada a contestar en cuatro días». «En los últimos años las mutuas han ido asumiendo cada vez más competencias. Solo les falta dar altas médicas. De hecho, esta es la histórica aspiración de la patronal y no pararán hasta conseguirlo», denunció. «Cuestiona la profesionalidad de Osakidetza y Osasunbidea» Entre otros muchos aspectos que expusieron los responsables sindicales de ELA, destacaron que con la nueva Ley de Mutuas «la profesionalidad de las y los médicos de Osakidetza y Osasunbidea queda en entredicho, porque serán las mutuas las que supervisen el trabajo del personal médico del sistema público, que se verán sometidos a una gran presión para que respondan a las propuestas de alta en el menor plazo posible, en una situación en la que su carga de trabajo ha aumentado de forma considerable como consecuencia de los recortes aplicados». En este sentido, Txiki Muñoz explicó que «los gobiernos de PP, UPN y PNV hacen lo que el poder económico quiere». En este caso, Leire Txakartegi admitió que el personal «directivo de las mutuas seguirá teniendo sueldos astronómicos», porque «si bien tras la reforma actual, el personal gerente no podrá ganar más de lo que ganaba antes de la misma, se abre la puerta a que puedan cobrar retribuciones más altas, no limitadas por los Presupuestos Generales del Estado español». En su momento, se habló de que el gerente de Mutualia percibía 200.000 euros anuales. ELA recordó, por el contrario, que el personal de las mutuas ha perdido en los últimos años un 20% del salario con los recortes de derechos laborales y sociales, «mientras que la dirección de las mutuas ha peleado, a través de CEOE y Confebask, por mantener esos elevados salarios, por encima de los 69.000 euros». A juicio de la central sindical, ese paso dado supone «un nuevo ataque a la negociación colectiva de los trabajadores». J. BASTERRA