BARCELONA 71

REL MADRID 77

No fue la mejor edición de Copa, pero al menos guardó la emoción que toda final se merece. Rudy Fernández sostuvo al Real Madrid en los momentos en los que Tomic y el rebote barcelonista parecían decidir; Nocioni, Maciulis, Ayón y Slaughter aportaron toneladas de solidez y Sergio Rodríguez, con una bandeja a siete segundos, rubricó un triunfo cooperativo del cuadro merengue.

Los de Pablo Laso sabieron hacer frente al esfuerzo de jugar tres días seguidos, aunque el gasteiztarra se desesperaba con los suyos, en especial con un Sergio Rodríguez superado atrás por Satoransky y autista al inicio, y les espetaba que «queréis arreglar delante lo que no trabajáis atrás». Xavi Pascual se mesaba los cabellos al ver cómo los aleros del Real Madrid -un Nocioni cojo entre ellos- les tomaban ventaja cortando sin balón.

Sin dejar espacio a la histeria, Tomic y Rudy Fernández lideraron la primera mitad. El pívot croata dio un clínic al poste bajo y alto, cargando de personales a Reyes y sacándole los colores a Bourousis. Rudy Fernández, por su parte, se dejó su faceta de showman y volvió a mostrar, pese a no estar atinado en el tiro -1 de 5, por 4 de 19 para los de Laso en los triples-, que es un maestro leyendo líneas de pase, tanto para atacar sin balón como para ir a por el robo, como bien lo vio Lampe en la última jugada del segundo cuarto, un robo terminado con mate y que cerraba un parcial de 0-6 para los madridistas, que dejaba el encuentro en un incierto 42-41.

La hora de Sergio Rodríguez

El resto de jugadores comparecía a chispazos, como Abrines y sus triples -pero castigado en defensa y con faltas-, Satoransky -otra vez mejor que Huertas-, o Maciulis -o el propio Nocioni, aunque le costaba soportar el dolor del tobillo-, acabando la finalísima en una suerte de duelo al sol.

Pero en estas Sergio Rodríguez se fue entonando. Mientras que Llull firmaba un partido horripilante -valoración de -9 para el de Mahón-, el «Chacho» fue creciendo y haciendo crecer a su equipo. Rudy Fernández anotó su última canasta mediado el tercer cuarto, y aunque no dejó de aportar, su equipo necesitaba puntos.

Ahí emergía el base tinerfeño. Conectó con Nocioni, con Maciulis y Ayón, cerrando el mexicano un gran tercer cuarto con una canasta que ponía a los de Laso siete tantos arriba: 57-64.

No tardó el Barça en empatar, para entrar en un último cuarto lleno de errores y en el que el Barça, jugando con Navarro de base, llegó a empatar a 71. Dos tiros libres de Reyes elevaban el 71-73 y Slaughter, defendiendo de maravilla, evitó que el Barça empatara. Los de Laso precisaban una canasta, y a siete segundos del final, el «Chacho» clavó una bandeja con la izquierda que otorgó la reválida.