En el interminable viaje de Miguel Strogoff entre Moscú e Irkutsk, una de las primeras paradas es la de Nizhny Novgorod. Un viaje larguísimo ya desde la capital rusa, por no hablar de Gasteiz. Tal y como hicieran los jugadores de Bilbao Basket el año pasado, la expedición de Laboral Kutxa Baskonia se pegó un viaje digno del «correo del Zar» para llegar a su destino. La recompensa por la victoria, un más que probable ascenso a la cuarta plaza del grupo F y, de paso, dejar fuera de combate a uno de los rivales, merece el esfuerzo, por grande que sea.

Llegar no fue fácil, e imponerse al conjunto ruso lo será menos. Ben Hansbrough se perderá el próximo mes por culpa de un esguince y el propio Fernando San Emeterio jugará mermado, a cuenta de unos problemas estomacales. Pero después de competir y caer contra el CSKA de Moscú, la expedición baskonista quiere pasar por encima de todas sus dificultades para sumar la victoria.

«El equipo tiene opciones cada partido. Estamos muy jodidos tras el partido del CSKA de Moscú, porque lo teníamos. Como creo que Nizhny Novgorod y Milano ganarán sus partidos en casa, creo que hay que ganar mínimo tres partidos para pasar», opinaba Fabien Causeur.

Sin echar cuentas, el propio Ibon Navarro le daba mucha importancia al choque de esta tarde, aunque no lo catalogaba como final. «Si ganas una final, ganas un premio, y si le ganamos al Nizhny Novgorod, no ganamos nada, por importante que sea». Más aún, el técnico gasteiztarra subrayaba del peligro del cuadro ruso, al que se guardaba muy mucho de descartar de cara a los play offs de cuartos de final.

«El grupo está bonito. Parece que se puede pensar que hay equipos que se han quedado descolgados, pero ellos siguen ganando partidos y no sé si alguno puede todavía reengancharse. Nadie se va a dejar llevar», advertía.

«Energía»

Tanto el entrenador de Laboral Kutxa Baskonia como los jugadores subrayaban del peligro de su rival de hoy. La mejor receta, por ello, es acometer el partido con plenitud de energía y sin dar confianzas.

«Es un equipo parecido al Neptunas Klaipeda. Es muy peligroso en su cancha y juega muy físico los 40 minutos. Pero si nosotros hacemos una defensa como la que hicimos ante el CSKA de Moscú, tendremos una gran oportunidad para ganar», opinaba Kim Tillie. «Tenemos que jugar con físico y energía», declaraba el ala-pívot galo.

Por su parte, Ibon Navarro añadía que «Nizhny Novgorod, al margen de las opciones que dispone, celebra cada partido de Euroliga, porque para ellos esto es un premio. Ellos disfrutan de cada partido y eso los convierte en muy peligrosos hasta la última jornada».