Barcina-Esparza, pura estrategia

Veo los grandes titulares que dedican los medios de comunicación al aparente enfrentamiento del candidato Esparza contra la decisión de su jefa de ir en la lista electoral de UNP en las elecciones al Parlamento de Navarra de mayo. Ni caso. Es puro teatro.

Desde el consejo rector de UPN saben de sobra que en la actualidad la figura de Barcina no solo no aporta nada, sino más bien resta muchos miles de votos. Los desaguisados políticos y fechorías económicas protagonizados por la Sra. presidenta la convierten en una compañera de viaje indeseable para cualquier candidato en una campaña electoral. Aquello de «¡Yolanda guapa!» en sus baños de multitudes pasó a la historia. Ahora en las mismas exhibiciones públicas recibiría más abucheos e insultos que aplausos (¿insultos o adjetivos calificativos ganados a pulso?).

Pero hacerla desaparecer inadvertidamente tampoco les renta mucho. Es mucho más impactante y cala mucho más en el electorado montar el numerito para hacer creer al ingenuo votante que lo de la renovación y regeneración del partido va en serio. Pero aunque cambien las caras de los movidos por hilos desde arriba, estos, los que hacen y deshacen desde las bambalinas, siguen siendo los mismos y con idénticos objetivos economicistas ultraliberales, enmascarados, eso sí, en navarrerismo (que no navarrismo, ¡ojo!, no confundir) rancio nacionalcatolicista.

Todo es una operación de marketing electoral para reforzar la imagen meliflua del candidato y hacerlo pasar por un tipo duro, capaz de enfrentarse con el stablishment del partido, con ideas claras y decidido -repito- a renovar y regenerar el cuadro del partido conservador navarro-españolista.

Lo que no entiendo bien es esa publicidad gratuita en forma de adelanto de la campaña electoral que les brindan algunos medios a UPN haciéndose eco de la pantomima con esos grandes titulares del fingido órdago. Ni órdago ni gaitas, solo reparto de papeles en la escenificación teatral. ¡Son unos comediantes!

PD: De todas formas, el mayor éxito de 2015 están a punto de cosechar los del partido del Gobierno. Tras 10 años urdiendo la estrategia con eficacia y tesón, contando con la ayuda indesestimable de los tontos útiles, van a conseguir su objetivo: hacer desaparecer al único equipo con nombre en euskera en la primera y segunda división del fútbol estatal. Osasunistas, tomad nota.