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Crecen las dudas sobre el agujero de la banca y el PP veta las explicaciones

El portavoz del PP en Europa habló de 100.000 millones, mientras que el FMI lo rebaja a los 40.000. En realidad, nadie sabe a cuánto ascienden los números rojos de las entidades bancarias españolas bajo amenaza de rescate.

Mariano Rajoy, ayer en La Moncloa. (Dominique FAGET/AFP)

El baile de cifras sigue incrementando las dudas hacia la banca española, sobrevolada por la sombra del rescate. Ayer, instituciones y personalidades políticas especularon con cantidades que oscilan entre los 40.000 y los 90.000 millones de euros. Muy lejos de los 14.000 millones con los que cuenta actualmente el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el ente estatal dedicado a inyectar liquidez en las entidades bancarias. Un nuevo jarro de agua fría a un sistema económico cuyos principales responsables siguen sin dar explicaciones.

Ayer, nuevamente, el PP impuso su rodillo para vetar las 54 solicitudes de comparecencia planteadas en la subcomisión del FROB, celebrada a puerta cerrada. Ya por la tarde, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, confirmó a Luis María Linde -su nombre ya había sonado durante toda la semana- como gobernador del Banco de España. Él será quien tenga que lidiar con un agujero sin cifras reales y sin responsables que las expliquen.

Ni Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España hasta que el lunes sea sustituido por Linde, ni Rodrigo Rato, exdirector de Bankia, ni ningún otro alto cargo pasarán por el Congreso. En su lugar, el PP propone que hablen Miguel Martín, presidente de la Asociación Española de la Banca (patronal de estas entidades), José María Méndez, director de la CECA (agrupación de cajas) y Fernando Jiménez Latorre, secretario de Estado de Economía. El primero lo hará el 27 de junio, el segundo, el 11 de julio, mientras que no hay fecha para el tercero. Todos lo harán a puerta cerrada.

«Este no es el momento adecuado», se escudó, tras la sesión, Fernando López Amor, diputado del PP y coordinador de la subcomisión. Por la tarde, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se sumaba a estas tesis escudándose en las complicaciones por las que atraviesa la economía española. Ante el veto impuesto por el PP, la mayor parte de formaciones de la oposición (todos salvo CiU) se plantea no acudir a los futuros encuentros.

Cifras que oscilan

A primera hora de la mañana, el secretario general del PP europeo (PPE), Antonio López-Istúriz, cifraba en una horquilla de entre 80.000 y 100.000 millones la cantidad que necesitaría la banca española para sanearse. Posteriormente, el FMI lo rebajó hasta los 40.000 euros. Una oscilación calificada de «disparatada» por parte del portavoz de Asuntos Económicos de la CE, Amadeu Altafaj.

De todos modos, lo que no queda claro es de dónde sacará Madrid el dinero para tapar los agujeros de sus entidades económicas. Aríztegui, subdirector del Banco de España, reconoció por la mañana que el montante total del que dispone su institución asciende a 14.000 millones. Y eso, teniendo en cuenta que las nacionalizadas Catalunya Caixa y Novagalicia Banco necesitan cerca de 9.000 millones adicionales después de haber recibido ya 2.968 la primera y 2.465 la segunda. A esto se añaden los números rojos de Caja del Mediterráneo (CAM), a quien ya se habría inyectado 5.365 millones del Fondo de Garantía de Depósitos y que cuenta con una previsión de 1.250 millones más.

Según Aríztegui, esto no supondrían pérdidas para el Estado, sino una inyección de capital que luego se recuperaría, a la espera de determinar el futuro de ambas entidades. De quien no habló el subgobernador del Banco de España fue de Bankia, cuyo plan de viabilidad propuesto por el nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, está siendo estudiado. La incertidumbre, unida a la sensación de opacidad, siguen acompañando al sistema bancario español. Ante esta situación, Rajoy trató de desviar la atención sin ofrecer ningún dato. «Si quieren saber la situación real, pregúntenme a mí», intentó ironizar.