Especulaciones sobre la publicación de un pacto en el cerco a Armstrong
Durante el día de ayer se registraron especulaciones sobre el origen de la publicación de la existencia de un pacto entre la USADA y cuatro ciclistas presentes en el Tour y el manager del Garmin, Jonathan Vaugthers, para testificar contra Armstrong. Se apuntaba a Johan Bruyneel.
Distintos medios apuntaban ayer al manager del RadioShack como responsable de la filtración al diario holandés «De Telegraaf», con el que tiene una relación de colaboración en el Tour y en el que ayer apareció una columna suya en la que señalaba que «todo el alboroto que ha surgido en torno a la historia de la USADA en este periódico, entre otros, demuestra una vez más que es una buena decisión la que he tomado de no acudir al Tour».
Sobre el fondo de la cuestión añadía que «en el acuerdo posible al que ha llegado la USADA con cinco ex compañeros de Lance hay algo que puede ser muy significativo. Me pareció muy extraño que los mismos cuatro corredores recientemente no aparecieran en la lista para los Juegos Olímpicos. Para los atletas de América, los Juegos Olímpicos es algo sagrado y más en el punto culminante de sus carreras. Si este caso tiene algo que ver, no puedo decirlo. Aunque este asunto es demasiado delicado para mí como para entrar en más profundidad».
Esta coincidencia de que Bruyneel colabore con el diario que publicó ese supuesto pacto llevaba ayer a algunos a indicar que él en persona filtró en pleno Tour que la USADA, Agencia Antidopaje estadounidense, ha llegado a un acuerdo con cuatro corredores participantes en la carrera -Hincapie, Zabriskie, Vandevelde y Leipheimer- y con el manager del Garmin -Jonathan Vaughters- para que testifiquen en contra de Lance Armstrong, de él mismo y de los demás implicados en su investigación sobre dopaje en el equipo norteamericano, entre ellos el médico vasco de RadioShack, Kepa Zelaia.
Quien calla otorga
De los cinco implicados el único que quiso desmentir la noticia fue el manager del Garmin. Los demás prefirieron no hablar del tema y trasmitir que se centran en el Tour, motivo que llevó a uno de los implicados, David Zabriskie, a ser protagonista en la etapa de ayer, en la que estuvo escapado y fue el corredor más combativo al atacar de salida y ser el último en ser atrapado.
La USADA tampoco desmintió la noticia y se limitó a emitir un comunicado en el que señalaba que «cualquier intento de eludir los procedimientos adecuados con el fin de intimidar a la gente o el silencio, que puede o no ser testigos, no pueden ser toleradas».
En el entorno del Tour se saca la conclusión de que el que calla otorga y dentro de las especulaciones que se difundieron ayer estaba que el entorno de Armstrong ha sido el que ha querido colocar en una difícil situación a los cuatro corredores que participan en el Tour. El pacto de testificar contra el tejano a cambio de recibir solo una sanción de seis meses en un momento que no afectara a sus temporadas incluiría que fuera secreto. Que ahora sea público deja a la organización del Tour y a la UCI en una tesitura delicada ante este tema.
De hecho los únicos implicados por la información que han querido hablar al respecto han sido ellos. Johan Bruyneel con su columna de ayer en el diario que dio la información, y Lance Armstrong para trasmitir a través de su cuenta de twitter que «así que vamos a ver si lo entiendo... Venir y decir exactamente lo que la USADA quiere escuchar a cambio de inmunidad, el anonimato y la oportunidad de continuar corriendo en la prueba ciclista más grande. No se trata de que la USADA quiere limpiar el ciclismo, sino que simplemente busca la venganza. Y permítanme ser claro: los corredores en cuestión son también víctimas de un proceso injusto e inconstitucional». Además señaló que a él nadie la había ofrecido la posibilidad de testificar contra alguien a cambio de quedar libre de sanción.
¿Por qué ahora?
Han sido los únicos que han querido hablar de este tema. Aunque era el más comentado en la carrera, nadie hizo declaraciones ayer y todos quieren que el foco de la carrera se centre en lo deportivo. Lo triste es que el ciclismo es el deporte que más ha hecho en los últimos años por acabar con el dopaje y, cada vez que se acerca el Tour, se filtran aspectos que provocan que se hable de estas cosas, como sucedía la pasada semana con el caso Europcar y esta con el de Armstrong. Lo mejor que le puede pasar a la carrera es que a partir de la primera llegada en alto de hoy solo se hable de lo deportivo.
El procedimiento abierto por la USADA contra Lance Armstrong va a suponer un quebradero de cabeza para la organización del Tour y para la UCI si se le retiran los siete Tours. A pesar de reconocer Riis que ganó el de 1996 gracias al dopaje, sigue en el palmarés como ganador oficial porque «lo reconoció el 27 de mayo de 2007 y los hechos estaban prescritos por el reglamento», justifica ASO.
Armstrong ganó el Tour desde 1999 hasta 2005 y en la mayoría de los casos se clasificaron tras él corredores implicados en la Operación Puerto por las mismas prácticas que se le atribuyen al norteamericano. Por ejemplo en 2005 le siguieron en la clasificación Basso, Ullrich y Mancebo y a los tres les impidieron salir al año siguiente. Y quinto fue Vinokourov, sexto Leipheimer, séptimo Rasmussen y noveno Landis... En esos años para estar en los primeros puestos se recurrían a prácticas que estaban generalizadas y ahora que se ha acabado con eso no ayuda a nadie remover el pasado.