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Euskal Herria y Catalunya plantan cara al plan de Wert

Tras la reunión de Madrid, el ministro de Educación renuncia a excluir la asignatura de euskara de las reválidas, pero mantiene su ofensiva contra la inmersión que ataca todo el sistema catalán.

El ministro de Educación, José Igancio Wert, junto a la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría. (ARGAZKI PRESS)

«Segregadora, retrógada y recentralizadora». Con estas palabras definió ayer la consejera de Educación en funciones de la CAV, Isabel Celaá, el anteproyecto de Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE). Un borrador, el último redactado por el Ministerio español de Educación, que relega al euskara a una tercera división en el ránking de asignaturas.

Tal como explicó la consejera en un comunicado, el nuevo borrador de la LOMCE, que se filtró a los medios a última hora del lunes, establece una jerarquía de asignaturas con tres niveles diferentes: las troncales, las específicas y las de especialidad.

Dentro del primer bloque, cuya organización corresponderá al Ejecutivo de Madrid, figuran lengua castellana y literatura, la primera lengua extranjera, las matemáticas, ciencias y geografía e historia. Con el rango de específicas se citan la religión y su alternativa, educación física, plástica y la segunda lengua extranjera. Y en tercer lugar, bajo de la denominación de especialidad, se encuentra el euskara.

Antes incluso de que se concretara esta rebaja de la importancia del euskara, el malestar de los agentes sociales, políticos y sindicales vascos fue muy patente, y se centró sobre todo en el ataque frontal a un eventual sistema educativo de inmersión en euskara generalizado.

La cuestión del ataque al euskara como asignatura quedó corregida en parte durante la jornada de ayer. Según informaron fuentes del Departamento de Educación de Lakua a GARA, durante la Conferencia General de Educación celebrada en Madrid, a la que asistió la viceconsejera de Educación, Marian Ocariz, las presiones ejercidas por algunas comunidades autónomas con lenguas propias sirvió para corregir la marginación de los idiomas cooficiales.

Pese a continuar figurando como mera «asignatura de especialidad», sí tendrá un lugar en las evaluaciones finales.

Ofrecer las dos lenguas

Sin embargo, las comunidades contrarias a la norma del Gobierno del PP no consiguieron eliminar la disposición adicional número 39 del borrador, titulada «Lengua castellana y lengua vehicular de la enseñanza». En este punto, el Ministerio de Educación español detalla que las administraciones educativas de las comunidades que posean otra lengua oficial diferente al castellano «garantizarán en todas las etapas educativas obligatorias que las lenguas cooficiales sean ofrecidas en las distintas asignaturas en proporciones equilibradas en el número de horas lectivas».

En el segundo punto se recoge que «los padres o tutores tendrán derecho a escoger la lengua vehicular de la enseñanza que reciban sus hijos». Y es entonces donde viene la carga de profundidad: «Cuando no exista oferta docente pública o concertada en la lengua vehicular elegida en la localidad de residencia de los alumnos, los padres o tutores podrán optar por escolarizar a sus hijos en centros privados, correspondiendo a la administración educativa sufragar los gastos de escolarización».

Esta disposición probablemente tenga un impacto muy limitado en Euskal Herria, ya que al contrario que en Catalunya el modelo educativo exclusivo en la lengua propia no es el único existente. La implantación de una enseñanza exclusiva en euskara tampoco está en la agenda del próximo gobierno del PNV. EH Bildu sí que propuso en la campaña electoral la aplicación paulatino de un único modelo escolar en euskara que conllevase la euskaldunización efectiva de todo el alumnado. En ese caso sí que la reforma Wert tendría impacto muy directo. En la situación actual, para la CAV y Nafarroa solo viene a constituir un blindaje para imposibilitar un sistema educativo realmente euskaldunizador en el futuro.

Un sistema propio

Sea como fuere, la repulsa a los planes de Wert fue general en Euskal Herria. La izquierda abertzale cree que «nos quieren imponer un currículun y quieren decidir desde Madrid las materias que tienen que estudiar nuestros hijos». Frente a ello, demandó un sistema educativo propio para Euskal Herria. Este planteamiento es compartido por LAB, Ikasle Abertzaleak y Amaiur, para quien el borrador «pretende impulsar la centralización de todo el sistema».

Desde el PNV, la portavoz jeltzale en el Congreso, Arantza Tapia, denunció que el norma de Wert supone «un ataque al euskara y al resto de lenguas cooficiales y supone una flagrante agresión al ámbito competencial». «Y busca españolizar el sistema educativo», concluyó parafraseando a Wert.