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«¡Tan sobresaturado como está Twitter deberían estar las calles! #lospapelesdeBárcenas»

Tras la publicación de la supuesta contabilidad ‘B’ del Partido Popular las redes sociales echaron humo durante todo el día de ayer. A primera hora de la tarde era el tema más comentado en Twitter en todo el mundo, con llamamientos a la movilización. Esta saturación no se ha trasladado, aún, a la calle.

Twitter: «Diego Z. Minola ‏@misterminola Y así está Génova esta mañana. #lospapelesdeBárcenas»

Twitter no es el mundo real’. Es el titular del análisis del corresponsal de GARA y NAIZ en Madrid, Alberto Pradilla, sobre la primera reacción ciudadana en torno a los supuestos pagos oscuros recibidos por la cúpula del PP. Y parece que lleva razón, porque de plasmarse en la calle toda la indignación que trascendía de los mensajes en las redes sociales, las principales ciudades del Estado español hubieran sido un hervidero.

A primera hora de la tarde #lospapelesdeBárcenas era el tema más comentado en Twitter en todo el mundo, el fichaje de Beckham por parte del PSG lo delegaba poco después a segundo tema, pero en el Estado español se mantuvo durante todo el día, y eso que era el día después del ‘Madrid-Barça’. De los diez temas más comentados, los diez correspondían a la corrupción del Partido Popular: #pelisconbárcenas, Pio García Escudero, #PapelesDeBárcenas, #QueHableRajoy, #RajoyDimisión, Basta Ya, Bárcenas, El PP y Génova completaban esa lista.

No solo en Twitter, también en Facebook la indignación se plasmaba de modo muy gráfico. La página del PP en esta red se copaba con comentarios que repetían una y otra vez la imagen de un sobre, convertido en icono de la corrupción.

¿A dónde vas? - ETA

La reacción fue parecida en Euskal Herria, donde varios usuarios de Twitter recordaban el episodio del día anterior, cuando la parlamentaria de Amaiur en el Congreso español Maite Aristegi interpeló al Ejecutivo de Rajoy sobre la corrupción. El ministro de Justicia español le respondió con acusaciones referidas a ETA y en Twitter el ‘¿A dónde vas? - Manzanas traigo’ se convertía en ‘¿A dónde vas? - ETA’ (episodio que se repitió ayer en el Parlamento de Gasteiz con Laura Garrido y Belén Arrondo como protagonistas).

Se pudieron leer preguntas como «¿Cuándo ilegalizan el PP?» o la sugerencia jocosa a los ‘populares’ para construir ‘cortinas de humo’ como el que lanzó el muy conocido usuario de Twitter @aranagoiri: «yo exploraría las opciones ‘ha sido ETA’ y ‘hemos encontrado un CD de la Orquesta Mondragón en uno de los sobres».

La reacción de la presidenta de Nafarroa, Yolanda Barcina, también provocó alguna que otra carcajada. Barcina puso a UPN como ejemplo de transparencia ante la corrupción. Tuvo bastante éxito en la red la petición de ‘Los Chikos del Maíz’: «Hoy más que nunca: Exigimos que el Gobierno se disuelva y entregue las armas (y los sobres)».

Iniciativas internautas

De los miles de tuits lanzados durante las últimas 24 horas, es muy difícil encontrar alguno que confíe en la inocencia de la cúpula del PP (hubo algún que otro tuit que decía «otros recordarán estos días como los de los sobres de Bárcenas. Para mi es más importante pensar que la presunción de inocencia ha muerto»). Pero la casi totalidad de los mensajes hervían de indignación y se puso en marcha la iniciativa de reunir un millón de firmas para pedir la dimisión de la dirección del PP, petición que ha superado esta mañana los 300.000 apoyos.

También las redes sociales fueron la herramienta utilizada para convocar las primeras protestas ante las sedes del PP en diferentes ciudades del Estado español. El hecho de que hubiesen movilizaciones espontáneas muestra la indignación real por el caso, aunque su afluencia no era equiparable, aún, a la convulsión vivida en la red.

Hoy en Twitter varios usuarios mostraban su preocupación por el desfase entre la indignación y la respuesta real en la calle, tal como reza el tuit que titula este artículo. A este respecto, Pradilla concluye su análisis diciendo que «puede que en este desfase entre lo tangible y lo ficticio esté la razón de lo descompensado entre el saqueo y la respuesta», pero que «también hubo un momento, en el París del siglo XVIII, en el que los panfletos impresos terminaron confluyendo con el enfado generalizado».