El PP anuncia el veto a la ILP contra los desahucios
Ni siquiera pasará el trámite. El PP se apoya en su mayoría absoluta para tumbar la Iniciativa Legislativa Popular presentada por la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH).
«Se abre una brecha». Así explicaba Ada Colau las consecuencias del rodillo de la derecha española, dispuesta a echar atrás y no permitir el trámite de una propuesta que contaba con el apoyo de cerca de un millón y medio de firmas.
Aunque todo el mundo esperaba que el PP se cerrase en banda, la confirmación ha llegado pasadas las 14.00, cuando Alfonso Alonso, su portavoz parlamentario, lo ha hecho público en la sala de prensa del Congreso. Para entonces, diversos tuits de la PAH ya apuntaban a que la derecha española no estaba dispuesta a que las propuestas de mínimos acordadas por la sociedad civil llegasen al pleno.
Sin embargo, en Génova ven con temor las consecuencias de su línea política. Por una parte, por el creciente descontento ante un drama que afecta a miles de personas en riesgo de perder su casa.
Por el otro, porque su veto implica la demostración práctica de la gran distancia que separa a los ciudadanos de instituciones como el Congreso español. Así lo ha advertido Colau nada más abandonar el encuentro. «No creo que la ciudadanía lo entienda», ha señalado.
Los argumentos del PP, representado en la reunión por Matilde Asian, Ernesto Aguiar, Teodoro García y Alfonso Alonso (este último ha llegado tarde y ha salido 20 minutos antes de terminar el encuentro, dirigiéndose directamente a la sala de prensa donde estaba prevista su comparecencia), no han variado.
Aseguran que el Gobierno español ya está legislando, en referencia al decreto ley aprobado en noviembre tras la muerte de Amaia Egaña en Barakaldo y que se ceñía a las directrices marcadas por la banca. Por la mañana han hecho una concesión. Aceptan cambiar el nombre de su decreto para que pase a denominarse «Proposición de Ley de regulación de la dación en pago, de paralización de los desahucios y de alquiler social», que es como se denomina la ILP.
Como señalaba uno de los miembros de la delegación de la sociedad civil, «se quedan con el nombre pero no con los apellidos», en referencia a que el Ejecutivo español pretende adoptar la nomenclatura pero vaciarla de contenido. Según ha relatado Colau, los representantes del PP solo están dispuestos a ampliar ligeramente los supuestos para acogerse a la norma. Algo completamente insuficiente.
Colau ha sido muy crítica con los diputados de la derecha española, lamentando que la reunión no haya sido positiva y señalando que el discurso del PP llega a la «burla» cuando apela a que la tramitación de la ILP retrasaría un mes el recorrido de su propia propuesta. «¿Llevan cuatro años sin hacer nada y ahora se preocupan por las prisas?», ha considerado.
Al término de la reunión, los diputados del PP presentes todavía intentaban vender una imagen de coincidencia. «Estamos de acuerdo en muchas cosas», afirmaba uno de ellos. Esta argumentación choca con la realidad. El PP vetará que la propuesta, fruto de cuatro años de trabajo, pueda ser debatida. Por eso, hoy hay convocadas concentraciones tanto frente al Congreso español a las 17.00 horas como frente a las sedes del PP en diversos puntos del Estado español.