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La Ikastola Argia y la batalla por el euskara en Erribera

Con casi 30 años de recorrido, la Ikastola Argia, situada en Fontellas, ha jugado un papel clave en la educación en euskara en Tutera y los municipios cercanos. Debido al déficit estructural derivado de la Ley foral del Vascuence y a la crisis, atraviesa una delicada situación económica, que a falta de ayudas públicas, intentará paliar con el Nafarroa Oinez de este año.

Presentación del Nafarroa Oinez de este año en Tutera. (Blanca ALDANONDO)

Hace 29 años, un noviembre de 1984, cinco niños y niñas empezaron a recibir clases en euskara en una peña de Tutera. Poco después se trasladaron a una casa con un pequeño patio. No eran más que los cimientos de la Ikastola Argia, que en la actualidad escolariza en el centro educativo de Fontellas –al lado de Tutera– a 220 alumnos en euskara, desde los 18 meses a los 16 años. Pero el reto de construir una ikastola en plena Erribera y escolarizar a hijos e hijas en euskara en una zona no vascófona no ha sido sencillo.

Susana Suárez, presidenta de la Ikastola Argia, lo explica claramente: «Decides que tu hija se eduque en euskera, pero como vives en Castejón y no hay nadie del pueblo matriculado en la ikastola, te enfrentas a la duda de si esta decisión provocará desarraigo en tu hija». Superada esta primera fase y convencida de haber tomado «la mejor decisión», Suárez explica que se encuentra con que la ikastola de Fontellas está a 22 kilómetros de Castejón, lo que le obliga a pedir una reducción de jornada para llevar a la hija. Como cada vez más niños del pueblo se matriculaban en la ikastola, pudieron organizar un autobús –un porcentaje de cuyo gasto recae sobre la propia ikastola–. Pero recuerda que deben pagar una cuota de 274 euros al mes «para que tu hija se eduque en euskera» y dedicar horas y trabajar «para que el proyecto crezca». «Pero es difícil trabajar en condiciones adversas», concluye.

Siempre ha sido difícil, porque la Ley foral del Vascuence ubica toda Erribera en la denominada Zona no Vascófona, algo que los deja, en palabras de Suárez, «en una situación de invisibilidad». «El euskera en la Ribera no existe y los euskaldunes tampoco», denuncia la presidenta de Argia, quien añade que «la Administración navarra, con su política lingüística, intenta frenar el crecimiento del euskara en esta zona».

«Esto no lo podemos hacer nosotros solos, a las administraciones les tenemos que hacer entender que están vulnerando los derechos lingüísticos de nuestros hijos e hijas. Esta carga tan grande de mantener el euskara en la Ribera no puede estar en las manos de 150 familias con mucha voluntad, mucho compromiso, pero pocos medios», resume Suárez.

Pese a ser un centro concertado de buena calidad –recientemente recibió el premio de buenas prácticas de sostenibilidad–, este contexto de la ley foral condena a la Ikastola Argia, como al resto de centros de estas características en Zonas no Vascófonas, a un «déficit estructural que se arrastra desde hace muchos años», en palabras de Suárez.

Con la crisis, la situación no ha hecho más agravarse. Mientras las inversiones han sido obligatorias –Educación les obligó a construir un polideportivo para legalizar el ciclo de secundaria–, las ayudas recibidas han disminuido drásticamente. La propia Suárez confiesa que la situación es «mala» y explica que «antes, parte del déficit se cubría con las ayudas económicas que llegaban del Gobierno vasco y del departamento de Política Lingüística de Nafarroa, ayudas que en la actualidad no existen». La consecuencia es un déficit que sube día a día, salvado ligeramente por la aportación de las familias, por el dinero de los conciertos y por las ayudas de la caja de solidaridad de Nafarroako Ikastolen Elkartea (NIE) y Euskal Herriko Ikastolak (EHI).

Un Oinez por el euskara en Erribera

La Ikastola Argia es, precisamente, la encargada de organizar el Nafarroa Oinez en octubre de este año, para lo que ya trabajan «hace bastantes meses para sacarlo adelante», señala Suárez, consciente de la necesidad de «aprovechar al máximo la oportunidad que nos brindan el resto de ikastolas de Nafarroa». «Sabemos que no nos ha tocado el Oinez en el mejor momento, ya que la crisis se nota», añade la presidenta de la ikastola, «pero este año es importantísimo para nosotras, nos tenemos que agarrar él como a una tabla salvavidas».

Las actividades no se limitarán al día del Nafarroa Oinez, sino que se extenderán a lo largo de los próximos meses, empezando el 22 de junio, cuando celebrarán un concierto con Fermin Muguruza, Zuloak y Las Culebras en la plaza de toros de Tutera. Además, cuentan con la iniciativa Oinez Basoan, con la que se podrán comprar bonos para la plantación de árboles en Erribera. Es una manera de señalar «que merece la pena sembrar euskara aquí», subraya Suárez, que extiende un llamamiento «a todos los euskaldunes y euskaltzales a llenar Tutera el 20 de octubre».