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Cientos de personas se reúnen en Garrastatxu para rendir homenaje a Judith Uriarte

Varios centenares de personas se han dado cita a las faldas del Gorbea, en Garrastatxu, para dar el último adiós a Judith Uriarte, esposa del preso Pablo Gorostiaga.

Cientos de personas han dado en Garrastatxu su último adiós a Judith Uriarte. (ARGAZKI PRESS)

Garrastatxu ha sido un lugar muy entrañable para Pablo Gorostiaga y su fallecida esposa Judith Uriarte y, precisamente por ello, este ha sido el lugar elegido por cientos de amigos y familiares para dar su último adiós a Uriarte.

Ha sido un acto sencillo y muy participativo, en el que han intervenido personas que conocieron a Uriarte en las diferentes luchas en las que se implicó, tales como la lucha feminista, la internacionalista o su incansable apoyo a los represaliados vascos.

Periko Solabarria, uno de los que ha tomado la palabra, ha recordado alguna de las vivencias que ha compartido con Pablo Gorostiaga y ha trasladado a la familia «el cariño de Meatzaldea y Ezkerraldea».

Amigos de la familia han descrito el acto como «una despedida y un acompañamiento que nos impulsa desde el cariño y su recuerdo».

En el acto, al que ha asistido gente de diversos puntos de la geografía vasca, han tomado parte asimismo bertsolaris y dantzaris.

Posteriormente, se han aventado las cenizas de Uriarte junto con decenas de flores en su recuerdo.

Entrevista en GARA

GARA ofrece este sábado una extensa y emotiva entrevista con Xabier Gorostiaga, hijo de Judith Uriarte y Pablo Gorostiaga, quien, en nombre de toda la familia, explica cómo fue la lucha de cinco días para que su «aita» pudiera despedirse de su compañera.

«Estábamos convencidos de que por algún lado aparecería un poco de humanidad en medio de este sistema de por sí inhumano. Pero, una vez más, nos equivocamos».