Barcina, «escracheada» en Tafalla al acudir a un escuálido baño de masas
La presidenta navarra solo consiguió reunir a 150 militantes en una convocatoria urgente para que su partido respaldara a Lourdes Goicoechea. La cita, en un hotel tafallés, quedó marcada por las protestas de vecinos que llamaron corruptos y ladrones a los líderes de UPN. Hubo algún empujón con los policías forales y Yolanda Barcina llamó «fascista» a la gente que protestaba. Goicoechea insiste en que no dimitirá y UPN ovacionó a la vicepresidenta.
UPN difundió un mensaje ayer por la mañana entre sus bases. Yolanda Barcina les citaba a una reunión en Tafalla a las seis de la tarde. La convocatoria saltó a los medios y, para cuando llegó la presidenta, ya le esperaban una nube de periodistas y más de un centenar de personas que les recibieron al grito de «choriza» y «ladrona». Barcina recibió más insultos que la propia Lourdes Goicoechea, la consejera de Hacienda que protagoniza el escándalo que está sacudiendo el Gobierno navarro.
La convocatoria se había justificado para debatir sobre cómo «abordar la situación política» y estaba dirigida a «cargos públicos y comités locales». En medio de la mayor crisis institucional en décadas, solo reunió a 150 de los 4.000 militantes. Este exiguo poder de convocatoria resulta chocante, sobre todo, teniendo en cuenta que Barcina está cambiando su discurso constantemente y hay mucha incertidumbre entre sus bases.
Al final, el encuentro se convirtió en una especie de baño de masas, deslucido por lo escaso del auditorio. Pero la idea era buscar un respaldo ciego a sus decisiones y lo consiguió. De hecho, incluso se hizo entrega de un ramo de flores a Goicoechea.
Al final, Barcina abrió el encuentro a los periodistas, lo que era muestra de que no esperaba que nadie hiciera visible su descontento con la líder. Pese a tener todo en contra de partida, consiguió dar imagen de unidad dentro de un partido roto, puesto que logró que acudieran tanto Miguel Sanz como Alberto Catalán. La presencia de este último, que lideró hace un año un motín que estuvo a punto de derrocarla, era una de las cuestiones a las que más importancia se dio. Tras salir derrotado del último congreso, Catalán no ocupa ningún cargo interno pero se le dejó un lugar de honor en la mesa de la presidenta (que compartió con el secretario general, Óscar Arizcuren, Barcina y Goicoechea). En su turno de palabra, estuvo tibio, aunque llamó a cerrar filas «para que no haya independentistas en el gobierno, porque la mayoría social no quiere». En eso se distinguió de sus compañeros, que centraron los discursos en negar que haya habido ningún tipo de corrupción.
La defensa de Goicoechea por parte Barcina fue tajante. Se le quebró la voz al hablar de la «honorabilidad» de su mano derecha y amiga. La presidenta culpó a la oposición de cuestionar la honradez de la consejera para dañarla, obviando que quien ha desatado el escándalo ha sido la exjefa de Hacienda Idoia Nieves, que llegó a ese cargo por decisión política de UPN.
Barcina, que no quiso aclarar si encabezaría las listas de su partido si hay adelanto electoral, llamó «fascistas» a quienes protestaron fuera y prometió no amedrentarse. Por su parte, Goicoechea dejó claro que no piensa dimitir.
Regreso al hotel tafallés
Hace prácticamente un año, Barcina convocó a los principales cargos de su partido en el mismo hotel. Fue la tarde del 22 de febrero, en vísperas del IX Congreso de UPN, en el que se impuso a Catalán. Los dos sectores llegaron a Tafalla peleones, cada uno con sus enmiendas en lo que se suponía una reñidísima pugna que adelantara los resultados de un mes después. Fue una jornada clave.
Para UPN resulta lógico elegir Tafalla como lugar de encuentro, dado que está en el centro de Nafarroa. No obstante, es llamativo que, siendo su eje discursivo el que el PSN se apoye en Bildu, haya elegido una localidad cuyo Ayuntamiento ha sacado las cuentas con los votos de UPN y Bildu, detalle que no han pasado por alto muchos medios del Estado español. Por otro lado, la imagen del escrache en Tafalla pudo buscarse para rebatir ese argumento.
Bildu pondrá todo de su parte para que ninguna excusa impida las elecciones
Bildu quiere que la ciudadanía pueda votar el próximo 25 de mayo. La coalición lanzó el mensaje de que «todo lo demás es secundario». Su decisión se interpreta como que va a poner todo de su parte para que la moción de censura del PSN pueda salir adelante. Y esto supone evitar que UPN, PP y «la caverna mediática» intenten instrumentalizar el necesario apoyo de Bildu al partido de Roberto Jiménez para impedir que el PSN se atreva a dar el último paso.
«Hay que decirlo bien claro, ya no hay excusas, ha llegado el final del camino y esta situación tiene que suponer el final del ciclo de UPN», resaltaron ayer Bakartxo Ruiz y Xabi Lasa. «Barcina y su Gobierno no pueden estar ni un minuto más», proclamaron.
Uno de los argumentos con los que se intenta torpedear la viabilidad de la moción es la acusación de que el PSN la presentaría conjuntamente con Bildu, I-E y Geroa Bai. A preguntas de los periodistas, Maiorga Ramírez aclaró que no será necesario consensuar el texto de la moción con el resto de formaciones, siempre y cuando el objetivo final sea el adelanto electoral.
«La mayoría de la sociedad navarra está harta de este Gobierno y exige que no se alargue más esta losa que estamos padeciendo los navarros», sostiene Bildu, que considera que el Ejecutivo lleva «bajo la sombra y la sospecha de la corrupción tres años».
Las características del eventual nuevo gobierno que resultaría de esa moción de censura tampoco serán determinantes, porque para la coalición constituiría un gobierno «meramente instrumental».
Por su lado, la dirección estatal del PSOE parece muy preocupada en lanzar el mensaje de que con Bildu no se va a pactar en absoluto. Ayer, «fuentes de Ferraz» matizaron que no es lo mismo pactar la moción con Bildu que aceptar sus votos. Esa es, por tanto, su línea roja. Y, por lo que parece, Bildu lo asume. A.I.
Kontuz, sindicatos y agentes sociales llaman a una manifestación el sábado
«Regeneración democrática. No a la corrupción. Dadle la palabra al pueblo». Estos tres lemas presidirán la manifestación del próximo sábado en Iruñea que ha sido convocada por la asociación Kontuz, la mayoría sindical, la Plataforma Navarra de Salud, Herri Ekimena, el Colectivo de Parados y otra veintena de agentes sociales.
Javier Ayestarán, presidente de Kontuz (la asociación que destapó el escándalo en Caja Navarra y que esta semana ha denunciado a Lourdes Goicoechea ante el Tribunal Supremo español), señaló que «la ciudadanía debe tomar protagonismo, no nos podemos quedar mirando las noticias y dejar solo a los partidos políticos la responsabilidad de acabar ya con la grave crisis institucional que vive Navarra». En la convocatoria se emplazó «a toda la ciudadanía asqueada que, por encima de ideologías o sentimientos políticos, quiere acabar ya con el bochornoso espectáculo que vivimos». Por todo ello, la lista de agentes que llaman a la movilización no está cerrada, sino que sigue abierta a «organizaciones sociales, sindicales o políticas».
«Barcina y su Gobierno están demostrando que su prioridad no es Navarra, sino mantener sus poltronas y, en vez de escuchar a la ciudadanía, viajan a Madrid a pedir permisos, vender lealtades y atar pactos que dejan nuestro futuro, el de todos, en manos de otros», aseguró Ayestarán, quien indicó que «se está utilizando un falso discurso identitario que ya no cala en una ciudadanía que reclama el fin de la corrupción».
Ayestarán fue preguntado por la denuncia que se ha interpuesto contra Goicochea en el Tribunal Supremo. El presidente de Kontuz recordó que el contenido íntegro de la denuncia se ha colgado en la web para una mayor transparencia e insistió en que «no se descarta tener que ampliarla a Barcina». Pese a todo, Kontuz considera que la presidenta navarra «tiene una enorme responsabilidad política por todo lo ocurrido y tendrá que responder». Las posibles acciones judiciales contra Barcina «dependerán de que nuestros abogados interpreten que existe responsabilidad penal», precisó. A.I.