La AN cita a los verificadores mientras su iniciativa gana apoyo internacional
El Estado español se supera a sí mismo. A iniciativa de la Fiscalía, ha llamado hoy a las 10.00 a los verificadores que sí habían logrado llegar hasta ETA para iniciar su desarme. A algunos como Ram Manikkalingam les entregaron la citación en el aeropuerto. Intentan así frenar una iniciativa que gana impulso claramente. Se ha filtrado que Jonathan Powell, Gerry Adams o Bertie Ahern estarán en Aiete esta semana.
Al vídeo histórico del viernes le sucederá hoy una foto más bien patética. La Audiencia Nacional, el tribunal especial español, tomará declaración hoy a partir de las 10.00 a los miembros de la CIV que han conseguido que ETA dé el primer paso de inutilización de su arsenal. La medida había sido propuesta por la Fiscalía, dependiente del Gobierno del PP, y fue aceptada por el juez Ismael Moreno a toda prisa.
Con la misma celeridad, como si se tratara de un asunto de capital importancia, se ordenó a la Policía que abordara a los verificadores en el aeropuerto antes de que volvieran a sus lugares de procedencia. De este modo, si Ram Manikkalingam era recibido el jueves en Loiu por un buen número de periodistas y cámaras, y tras dar el viernes la noticia que hasta el Gobierno del PP ha considerado «positiva», ayer sábado fue abordado en la misma terminal por agentes que le instaron a acudir a Madrid.
La misma citación se ha hecho extensiva al sudafricano Ronnie Kasrils -que junto a Manikkalingam firmó el acuerdo con ETA-, a la holandesa Fleur Ravensbergen, al irlandés Chris Macabbe y a la ecuatoriana Aracelly Santana. Hoy a las 10.00 se sabrá cuántos de ellos acuden a la Audiencia Nacional, aunque según agencias al menos tres han pernoctado en Madrid.
En principio, la citación tendría como objetivo preguntar a los verificadores quiénes eran los dos miembros de ETA y cómo llegaron hasta ellos. Acuden, por tanto, como testigos, pero todo es posible, porque la denuncia de origen ha sido presentada por Covite, una de las organizaciones con posiciones más extremas. Y si bien por ahora limita su demanda a esas explicaciones, también hay quien pide su imputación por colaboración con ETA, como el sindicato policial SUP, que argumenta que al inutilizar pistolas y explosivos han podido destruir pruebas de atentados que no están resueltos.
Además de recalcar el mensaje interno de que no va a apoyar el desarme, con este impulso el Gobierno español pretende claramente frenar la adhesión internacional al paso dado por ETA y la CIV. Varios medios indicaban ayer que se está preparando una declaración de apoyo con importantes líderes internacionales y la agencia Efe avanzó un nuevo acto en Aiete, esta semana, en el que se espera a tres personas claves del proceso irlandés: Jonathan Powell, Gerry Adams y Bertie Ahern.
La citación de la Audiencia Nacional suscitó el estupor lógico entre los partidos e instituciones vascas, aunque sin respuestas especialmente altisonantes. Para Jonan Fernández, secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno de Lakua, la medida resulta «difícil de entender». Consideró que se viven «situaciones paradójicas», ya que «ETA anuncia que quiere desarmarse y el Estado no está facilitando las cosas para ello».
Desde EH Bildu, Pello Urizar señaló en su cuenta de Twitter que el Estado busca «boicotear» esta iniciativa con el objetivo de «imponer su verdad, cueste lo que cueste». Joseba Permach indicó en la misma red que el Estado español «es el único en el mundo capaz de criminalizar a verificadores internacionales».
Paul Ríos (Lokarri) considera esta citación «un despropósito» y «ganas de enredar y de obstaculizar».
El PNV sigue emplazando más a ETA que a Madrid
El PNV fue el único partido que no valoró el viernes el inicio de la puesta fuera de uso de las armas por parte de ETA. Optó por dejar el protagonismo en esta materia al lehendakari, Iñigo Urkullu, que hizo una valoración positiva, aunque con matices. Ayer sí se escuchó la valoración oficial jeltzale, que fue igualmente condescendiente con el Gobierno español pero más crítica con ETA. La enunció su presidente, Andoni Ortuzar, para quien «el paso de ETA es más corto y menos decidido de lo que hubiera sido deseable».
El presidente del EBB acusó a la organización armada de «aplicar a su desarme criterios que obedecen a intereses particulares». Elucubró con que el limitado número de armas y explosivos inutilizados puede deberse a que ETA no quiere «que esto se interprete dentro de su mundo como una rendición». Con ello, el PNV contradice a los verificadores, que explicaron claramente en las reuniones del Hotel Carlton que consideran significativo el volumen de armamento aportado dadas las críticas condiciones de seguridad en que tuvo que hacerse el trámite. Frente al diagnóstico hecho por el PNV, la CIV estima que se probó precisamente lo contrario: que ETA tiene voluntad decidida de desarme, porque en caso contrario no hubiera asumido tales riesgos.
Obviando todo ello, Ortuzar afirmó cosas como la siguiente: «Como gesto, da igual que entreguen una pistola o mil, pero si tienen mil, mejor que entreguen todas».
Su apelación al Estado fue bastante más suave. Le instó también «a acabar con las teatralidades y aprovechar la oportunidad». Estimó razonable que la CIV plantee que no haya detenciones para avanzar en el desarme y recordó que ETA «no ha puesto condiciones». R.S.
Valls: «Hau ez da bake prozesua»
Euskal Herrian PSk dituen bi diputatuen ustez (Silvyane Alaux eta Colette Capdevielle), bada garaia Gobernu frantsesak positiboki eragin dezan. Horixe esan zuten ostiralean, ETAren ekimenaren berri izan ostean. Alta, ezetza jaso zuten laster Manuel Valls Barne ministroaren aldetik. Jorge Fernandez Diaz ministro espainolaren posizioa bere egin zuen, beste behin ere, Parisko agintariak. Horrela, ostiralean jakitera eman zen urratsa «aintzakotzat hartzen dugu, baina ETAren desegitea da espero dugun bakarra», aipatu zuen. Eta hauxe erantsi zuen Manuel Vallsek: «Hau ez da bake prozesua, terrorismoaren aurkako borroka baizik». GARA