Veto de Rusia en la ONU y denuncias de Kiev de incursiones militares
Como estaba previsto, Rusia vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución impulsada por EEUU en contra del referéndum de hoy en Crimea, mientras que China se abstuvo. El texto, que niega toda validez a la consulta, recibió 13 votos de los 15 miembros del Consejo. La votación coincidió con la denuncia de Ucrania de una incursión militar rusa en la región de Jerson. Washington advirtió que, de confirmarse, sería «una escalada escandalosa».
Rusia ejerció ayer su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU contra un proyecto de resolución impulsado por Estados Unidos y respaldado por la UE y países como Japón y Turquía que negaba toda legitimidad a la consulta de hoy en Crimea. Dicho texto establecía que «el referéndum no puede tener ninguna validez y no puede ser fundamento para la más mínima modificación del estatuto de Crimea». Exigía además a todos los estados y organizaciones internacionales no reconocer sus resultados y no «ejercer ninguna acción que pudiera ser interpretada como un reconocimiento de un cambio de estatuto».
Frente a ese postura, el embajador ruso, Vitaly Churkin, defendió la «legalidad» de la consulta aludiendo al «golpe de Estado» que derrocó al presidente ucraniano Víktor Yanukovich. Recordó que la península ya fue parte de Rusia hasta 1954 y que por ello Moscú respetará «el deseo de su población».
El debate y votación en el Consejo de Seguridad coincidieron con la denuncia de Ucrania sobre una incursión militar rusa en una ciudad cercana a la frontera administrativa con Crimea. La diplomacia ucraniana afirmó que «80 soldados rusos» tomaron el control de Strilkove, en la región de Jerson, «con el apoyo de cuatro helicópteros y tres vehículos blindados de combate».
«El Ministerio de Exteriores ucraniano declara que se trata de una invasión militar rusa y pide a Rusia la retirada inmediata de sus fuerzas militares del territorio de Ucrania», añadió en un comunicado. Ucrania «se reserva el derecho a recurrir a todos los medios necesarios para detener la invasión militar rusa», advirtió.
La embajadora estadounidense en la ONU, Samantha Power, afirmó que, de confirmarse estas acusaciones, «estaríamos ante una mayor escalada y Rusia debería responder». En Jarkov, un importante centro industrial del este de Ucrania, las miradas se posaron en la muerte de un militante prorruso y de un viandante en un tiroteo ocurrido en la noche del viernes al sábado. Activistas prorrusos explicaron que un grupo pro unidad nacional ucraniana abrió fuego contra ellos cuando estaban reunidos en el centro de esta ciudad. En respuesta, intentaron entrar en un edificio, donde dijeron que estaban los supuestos autores de los disparos.
Los ocupantes del edificio comenzaron a disparar, según indicó la Policía. Cinco personas resultaron heridas, entre ellas, un policía. Este edificio albergaba los locales de un grupo vinculado al movimiento paramilitar de extrema derecha Pravy Sektor, presente en las barricadas de Kiev durante los tres meses de protestas que terminaron con la destitución del presidente Yanukovich.
En la capital de Crimea, policías armados con fusiles automáticos irrumpieron en el Hotel Moscú al parecer por «una falsa alarma». «Hemos revisado todo y parece que era un error. Hay información sobre una guerra en marcha de Kiev (...) así que tenemos que comprobar todo y estar preparados para cualquier situación», declaró el ministro de Defensa crimeo, Valeri Kuznetsov.
EEUU prolonga las maniobras en el mar Negro
El destructor estadounidense Truxtun permanecerá en aguas del mar Negro más allá de la fecha prevista. Su comandante, Andrew Biehn, anunció en rueda de prensa desde el puerto de Varna, en Bulgaria, que el buque continuará realizando maniobras en la zona más allá de su estancia prevista para unas maniobras con Rumanía y Bulgaria que concluyeron la pasada semana. Estados Unidos sostiene que estas maniobras eran rutinarias, pero han coincidido con unos ejercicios aéreos de aviones de combate estadounidenses y polacos en Polonia y con una serie de vuelos de aviones de reconocimiento de la OTAN sobre el este de Europa.
«Las maniobras fueron planificadas hace varios meses y han sido muy importantes porque hemos podido trabajar junto a las marinas rumana y búlgara», indicó Biehn.
«No puedo comentar las operaciones futuras, pero vamos a aprovechar para hacer unos ejercicios de rutina con nuestros aliados de la zona. Nuestras operaciones fueron planificadas mucho antes del inicio de la crisis crimea», explicó. También prorrogará su presencia en el Mediterráneo el portaaviones George H.W. Bush, según informó el viernes el Departamento de Defensa en un comunicado. «El objetivo es mejorar la capacidad marítima de EEUU en la región y contribuir a la formación de sus tripulantes, así como dar garantías a nuestros aliados», indicó el coronel Steve Warren.
El pasado viernes, Rusia interceptó electrónicamente un drone (avión no tripulado) estadounidense de reconocimiento cuando sobrevolaba Crimea. GARA