ERC garantiza su apoyo a CiU, aunque evita aclarar si entrará en el Govern
La victoria de ERC en las elecciones europeas en Catalunya ha vuelto a poner la hipotética entrada de los republicanos en el Govern encima de la mesa, aunque han preferido no mojarse al respecto. Los partidos soberanistas coinciden en señalar que el proceso sigue adelante, mientras el PSC se limita a convocar un consejo nacional pese a la debacle.
La resaca electoral en Catalunya, tranquila en términos generales, ha tenido como principal protagonista a ERC, formación victoriosa en la jornada de ayer. Tanto su presidente, Oriol Junqueras, como su secretaria general, Marta Rovira, han comenzado el día en las principales emisoras catalanas, mientras su candidato, Josep Maria Terricabras, empezaba el periplo en la televisión pública. Posteriormente ha sido el mismo Terricabras quien ha comparecido en rueda de prensa para valorar los resultados, con los que ha asegurado que «el proceso sale reforzado y no hay marcha atrás».
El filósofo ha comparecido junto al segundo de la lista republicana, el exconseller socialista Ernest Maragall, que se partirá el mandato de diputado a medias con el tercero de la lista, Jordi Solé-. El flamante eurodiputado ha analizado que «hay una fuerza de centroderecha y otra de centroizquierda que son de obediencia nacional catalana y que llenan el espectro político de forma hegemónica». Algo que le ha llevado a concluir: «Somos un país normal antes de ser un Estado normal».
Terricabras ha evitado mojarse sobre la hipotética entrada de ERC en el Govern, que tras la victoria de los republicanos vuelve a estar encima de la mesa. Antes, Junqueras y Rovira también habían evitado hablar claro, aunque ambos han coincidido en señalar que si el proceso lo requiere, lo harán.
Por su lado, CiU se ha reunido esta mañana para analizar unos resultados en los que se ha visto superado por primera vez por ERC, pese a conseguir más votos que en 2009. Con todo, el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, ha quitado hierro al asunto y ha asegurado que el Ejecutivo catalán no sale debilitado de las urnas, por lo que ha emplazado a Rajoy a reaccionar: «El Gobierno no puede continuar con el inmovilismo, no puede continuar diciendo no a todo; el pueblo de Catalunya tiene que poder decidir lo que quiere». Antes, el portavoz parlamentario de los convergentes, Jordi Turull, había señalado que las puertas a la entrada de ERC en el Govern siguen abiertas.
Desde el PSC, perdedor principal de la jornada electoral sin duda alguna, apenas ha llegado reacción alguna. A diferencia del PSOE, la dirección del socialismo catalán se ha limitado a convocar un Consejo Nacional para analizar los resultados y abordar su futuro. Pese a perder más de 300.000 votos en cinco años y pasar de primera a tercera fuerza, el primer secretario del partido, Pere Navarro, ha asegurado que tiene «ánimo y fuerza» para seguir en el cargo.
Por su parte, ICV-EUiA, que ha doblado sus votos respecto a 2009, ha reivindicado los buenos resultados de lo que ha definido como «izquierda alternativa», grupo en el que ha incluido los seis diputados estatales de IU, los cinco de Podemos y el de Primavera Europea. El cabeza de lista de los ecosocialistas ha reclamado «trabajar juntas» a estas tres fuerzas, al entender que «si una cosa pide el electorado de izquierdas después de las elecciones es la máxima unidad posible».