Las FARC-EP llaman a articular el movimiento que «tome el poder político del Estado»
Las FARC-EP cumplen hoy 50 años de lucha guerrillera. Un aniversario redondo que tiene como telón de fondo las conversaciones de La Habana, los tres acuerdos firmados con el Gobierno colombiano y la coyuntura electoral.
En sus primeras declaraciones tras conocerse su ajustada victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo, el candidato uribista Ocar Iván Zuluaga, apadrinado por el expresidente Alvaro Uribe, aseguró que el mismo día de la investidura romperá «provisionalmente» los diálogos con las FARC y que impondrá a sus guerrilleros una pena mínima de seis años de cárcel. La segunda vuelta se celebrará el próximo 15 de junio.
En un video de algo más de 26 minutos colgado en la página web de la la delegación de paz de las FARC, el comandante del Estado Mayor Central, Timoleón Jiménez, remarca que las FARC-EP nacieron como «consecuencia de una declaración de guerra total por parte de la oligarquía colombiana y la Casa Blanca» y no han llegado a La Habana por «considerarnos vencidos ni por temor a la extinción con la que nos pretenden amedrentar todos los días». «Estamos allí porque por encima de la soberbia gubernamental, entendemos que nada está definido en la lucha de clases e intereses en pugna en nuestra patria», asegura.
El líder guerrillero va más allá al afirmar que en las actuales circunstancias están dadas las condiciones para «impulsar y concretar la conformación de ese torrente popular» capaz de «acceder al poder político del Estado e imponer las reformas fundamentales que necesita el pueblo». «Pese a las emboscadas rastreras y diatribas calumniosas, tenemos fe en la lucidez de la inmensa mayoría de nuestros compatriotas. Confiamos en que en nuestro país tomará cuerpo, forma e inmenso tamaño un verdadero movimiento de masas por la paz capaz de atravesares en los planes antipatrióticos y fratricidas de la oligarquía guerrerista y entrevista que gobierna Colombia. Apostamos a que ese mismo movimiento popular que cancelará definitivamente el ejercicio de la guerra y la violencia por parte del régimen, alcanzará la madurez y la unidad necesarias para acceder al poder político del Estado e imponer las reformas», incide.
«Desmonte de la política de odios y aniquilamiento»
En referencia al «camino de la reconciliación y de la reconstrucción nacional», sostiene que este pasa por «el desmonte de la política de odios y aniquilamiento planteada desde los más altos cargos del Estado. En cada una de las mesas de diálogo conquistadas con diferentes gobiernos en las tres últimas décadas hemos ratificado nuestra convicción de que para dar fin al conflicto armado colombiano es fundamental radicar las causas que lo originaron, la primera de las cuales es el ejercicio legal y extralegal de la violencia, la guerra y la persecución contra la oposición política democrática».
«Sabemos bien que lo único que espera la oligarquía de nosotros es una entrega humillante. Pero en la mesa somos dos partes y nuestras aspiraciones son diferentes. El sentido verdadero de nuestro alzamiento armado siempre ha sido abrir el espacio al protagonismo del pueblo», ha añadido.
Sin referirse directamente al siguiente punto en discusión, el relativo a las víctimas y su reparación, Jiménez subraya que «50 años de guerra civil son más que suficientes para que afloren las verdades ocultas por la oligarquía que gobierna Colombia» y denuncia las «mentiras» contra la guerrilla.
Ningún militante de las FARC-EP tiene bienes derivados de la lucha
«Llaman héroes de la patria a sus autómatas duchos en matar. Los violentos y guerristas con los peores calificativos de moda resultamos ser los colombianos de abajo, los que nos hemos unido y organizado para resistir y defender nuestras vidas (…) Ningún militante de las FARC-EP cuenta con bienes y recursos personales derivados de la lucha guerrillera. Nadie percibe aquí salario o bonificación alguna por la entrega total de su vida, lo que contrasta con los bienes y haciendas acumuladas por los generales del Ejército burgués y con los salarios y primas con que el Estado asegura la fidelidad de los hombres del pueblo transformados en verdugos de su propia gente», añade.
Jiménez también lanza una advertencia a las autoridades actuales y futuras del Estado. «Cumplimos 50 años de lucha y cumpliremos los que sean necesarios si la oligarquía insiste de nuevo en impedir la paz».
La delegación de paz de las FARC en La Habana ha convocado para hoy a las 10.30, hora cubana, una rueda de prensa en la que, según ha anunciado por Twitter, hará un «pronunciamiento importante».