SOS Racismo acusa a Maroto de tratar de ser el alcalde «más reaccionario del País Vasco»
SOS Racismo de Araba ha acusado al primer edil de Gasteiz, Javier Maroto (PP), de intentar ser «el alcalde «más reaccionario del País Vasco» tras reafirmarse en sus declaraciones en las que sostenía que los magrebíes de la capital alavesa «viven de las ayudas sociales».
El portavoz de SOS Racismo Araba, Fede García, ha respondido en una nota a las declaraciones realizadas ayer por el primer edil gasteiztarra en Radio Euskadi, en las que afirmó que «es una verdad como la copa de un pino que argelinos y marroquíes viven de las ayudas».
García ha exigido a Maroto que «se calle» y le ha acusado de querer pasar a formar parte del «Libro Guinnes de los Récords» por intentar ser el «alcalde más reaccionario del País Vasco».
Además, el portavoz de SOS Racismo ha criticado a Maroto su «blindaje» a la hora de hacer estas declaraciones, ya que al ser miembro del Parlamento de Gasteiz goza de condición de aforado.
Aún así este colectivo ha llevado a la Fiscalía estas últimas declaraciones por si pudieran ser constitutivas de delito.
García ha denunciado también que el alcalde no aporte datos acerca del fraude fiscal en la ciudad durante el último año, una cifra que ha equiparado con la que supuestamente habría defraudado el colectivo de magrebíes en ayudas sociales.
La polémica por el cobro de las ayudas sociales lleva instalada en Gasteiz desde hace más de tres semanas, después de que Maroto denunciara que algunos inmigrantes «viven principalmente de las ayudas sociales y no tienen ningún interés en trabajar o integrarse», además de tachar de «escandaloso» el caso de los ciudadanos de origen argelino y marroquí.
Estas palabras fueron consideradas por los grupos de la oposición al PP como «muy peligrosas» por su carácter «xenófobo» y que obedecían «a un cálculo electoral», además de no estar respaldadas por datos que lo demostraran.
El alcalde presentó la pasada semana un informe de los servicios sociales del Ayuntamiento en el que se aseguraba que tras la rebaja en los requisitos para acceder a las ayudas sociales, más de 500 familias habían llegado a la capital alavesa, lo que Maroto consideró un «efecto llamada».