El Gobierno español arremete contra el Ayuntamiento de Leitza por colocar la ‘estelada’
La Delegación del Gobierno español en Nafarroa ha trasladado a la Fiscalía el despliegue de la bandera independentista catalana en Leitza, durante el Independentzia Eguna celebrado el pasado sábado. Según el Gobierno español «el hecho de que no ondee la bandera de España y/o se oculte con otras enseñas incumple la ley de símbolos». El PP había «condenado» previamente el hecho.
Tras la «condena» del PP en Nafarroa por la colocación de la ikurriña y la ‘estelada’ catalana durante el Independentzia Eguna celebrado en Leitza el pasado sábado, la Delegación del Gobierno español en Nafarroa ha informado de que ha trasladado el expediente sobre este hecho a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa.
La Delegación afirma que durante la celebración »fue desplegada una gran bandera independentista catalana que tapaba la bandera de España y resto de enseñas constitucionales que deben exhibirse en los consistorios, según la ley de símbolos», añade que el Consistorio «exhibió también la bandera e la Comunidad Autónoma Vasca», en referencia a la ikurriña.
En la documentación trasladada a la Fiscalía por la delegación dirigida por Carmen Alba añade, además, «otros acontecimientos similares ocurridos durante los últimos años». En el comunicado detallen que se trata de «quema de banderas españolas que ondeaban en casas particulares» o «la sistemática retirada u ocultación de la bandera española del balcón del Ayuntamiento durante el inicio de las fiestas en agosto de 2012 y 2014».
«Disgusto, condena y denuncia»
La denuncia pública en la que se basa la Delegación del Gobierno español en Nafarroa partió del PP este mismo domingo. Cristina Sanz, portavoz de la gestora del PPN, afirmó que «es una nueva muestra de la falta de respeto que tiene el Ayuntamiento de Leitza hacia las leyes democráticas, y hacia los símbolos institucionales, pues cuando menos ha permitido que se colocara dicha bandera, tapando además la bandera de España» y mostró, por ello, «su disgusto, denuncia y condena».