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La Policía foral impide el encierro de los enfermos de hepatitis C

La Policía foral ha impedido que un grupo de enfermos de hepatitis C se encerraran en el hospital Virgen del Camino de Iruñea para reclamar su acceso a los nuevos tratamientos y reivindicar que se faciliten «con criterios médicos y no económicos».

La Policía foral impide el acceso a los enfermos de hepatitis. (Jagoba MANTEROLA / ARGAZKI PRESS)

Se trataba de una iniciativa conjunta, «pacífica y reivindicativa» de todas las asociaciones que trabajan con este colectivo, como la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Nafarroa (ATEHNA), la asociación Sare de apoyo a enfermos de VIH/Sida, Comisión ciudadana anti sida y Plataforma NATC.

El acto se ha iniciado a mediodía ante las puertas del hospital, donde el presidente de ATEHNA, Antonio García, ha expuesto a los periodistas sus intenciones y ha argumentado que la «estrategia de la priorización» en la administración de los nuevos medicamentos que se sigue en Nafarroa en consonancia con la del Estado español tiene «un único criterio, el económico».

Ha revelado las difíciles circunstancias por las que pasan muchos de estos afectados por hepatitis C a quienes no se receta estos nuevos antivirales de acción directa pese a su idoneidad, un «alevoso crimen» para con los enfermos.

Por ello, García ha señalado que los miembros de las asociaciones convocantes no tenían «más remedio que iniciar un encierro indefinido» hasta que sus demandas fueran atendidas.

Sin embargo, poco después la Policía foral ha impedido que entraran al centro hospitalario un grupo de entre 10 y 15 personas con camisetas de «tratamientos para todos» y ha desalojado a varios miembros de las asociaciones convocantes, entre ellos el propio García.

«Se trata de la única autonomía que ha evitado un encierro pacífico, reivindicativo y que únicamente reclama que los especialistas puedan facilitar los tratamientos para la hepatitis C sin ninguna cortapisa económica, como se está produciendo actualmente», ha señalado este.

La decisión del encierro se había tomado después de una reunión con responsables de Salud en la que los afectados aseguraron haber «confirmado» que Nafarroa ha acatado el dictamen del Gobierno de Madrid, que «raciona» los nuevos tratamientos en contra de los propios hepatólogos.

«Se ha acabado el tiempo de las palabras. Es dramático saber que hay un medicamento con una tasa de curación del 90% que no se aplica porque dicen que no hay dinero. No se puede poner en peligro una vida por no ser tratado con la terapia adecuada y tampoco se puede caer en un trasplante de hígado pudiéndose evitar», ha lamentado García.