Mayweather y Pacquiao, pocos golpes buenos en Nafarroa
La campaña (cinco días de larga campaña) se ha convertido en la previa del combate entre Mayweather y Pacquiao. Nafarroa se encuentra ante la batalla del siglo, de la época o de la generación. Una nueva oportunidad de un cambio en la forma de hacer política en el herrialde. Sin embargo, por el momento, el combate está decepcionando.
La mayoría de candidatos se limita a marcar golpes con el desastre que ha supuesto la gestión de UPN hasta la fecha, mientras que Esparza, se dedica a recorrer el cuadrilátero defendiendo su navarrísimo, tratando de desgastar al votante presentando una lucha cara a cara entre él y EH Bildu. Despreciando una opción amplia de cambio.Trata de ocultar su dañado brazo derecho, tocado por cuatro años de preparación para esta lucha en la que han metido la mano donde no debían. El despilfarro de Mayweather, que asegura llevar a diario un millón de dólares en el bolsillo, no es nada en comparación con lo que ha ‘desaparecido’ de las arcas de Nafarroa.
Mayweather venció a los puntos y el brazo que levanten los muchos árbitros con los que cuentan las elecciones en Nafarroa será clave. Las encuestas, de todo tipo y color, se muestran muy igualadas para quienes han sostenido el Régimen durante tantos años y quienes proponen el cambio.
Más allá de señalar a UPN se trata de proponer una alternativa, y que sea concreta. Un ataque directo que ofrezca una Nafarroa de todos, donde hacer política no sea delito, donde la educación no se convierta en un privilegio, donde el euskera no sea discriminado o donde el escudo navarro también se pinte de morado o de naranja mucho más allá del discurso oficial. Los golpes deben ser mucho más fuertes y desde todos los frentes, pero como proyecto creativo. Hasta la fecha Adolfo Araiz ha sido el único que ha soltado con ambos brazos un proyecto integrador de las fuerzas del cambio, mientras que el resto, temerosos a la respuesta o a que les llueva algún que otro golpe, han aguardado fuera de las 12 cuerdas (cadenas en este caso). Si una ‘Bofetada’ musicada ha hecho daño al Régimen, un golpe político debe acabar con él.