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No tiene por qué haber ningún problema

La naturalidad con la que tanto UPN y PSN como la sociedad asume el pacto para echar a UPN choca con algunos recelos que aún existen. El miedo a Madrid es uno de ellos, pero en el fondo, si hay un buen programa y la prioridad es clara, no hay por qué temer a nada.


Es noche electoral y acaban de darse ya los datos del escrutinio por definitivos. Navarra Televisión conecta con el Café Niza donde Podemos está de celebración. El periodista le hace la pregunta que entiende muy peliaguda a Laura Pérez. Le pregunta, sintiéndose incisivo, a ver si podrán pactar con Geroa Bai, Bildu e I-E. Pérez le mira con cara de «no te has enterado de nada» y responde: «No tiene por qué haber ningún problema». El argumento que le da Pérez es seco, pero suena fresco. Dice que la situación social de Nafarroa es muy difícil y que si se ponen por delante los problemas de las personas, lo demás no tiene que importar. Y tiene razón.

Al cambio en Nafarroa le van a poner muchas zancadillas y no hay que pecar de ingenuos. Pero basta mirar los rostros de derrota en UPN, lo conscientes que fueron desde el primer momento de que los resultados automáticamente les dejan fuera, para saber que, al final, no va a haber problemas para pactar. El PSN también lo entendió al momento. Al igual que toda la prensa.

Cierto es que han existido guiños constantes de Geroa Bai al PSN durante la campaña que generaron desconfianza. Y sin embargo, no era de extrañar que, antes de saber que se llegaría a la cifra mágica de 26 escaños, Uxue Barkos no cerrara la puerta a alianzas con el PSN que pudieran haberle servido para hacerse con consistorios o para seguir instiendo en que el PSN diera el golpe de timón. Y tampoco se puede olvidar que Barkos lucha por robarle electores al PSN. Pero eso se acabó, porque ahora los números dan para otra cosa. Y la gente lo entendió desde el primer momento.

Tras un «agostazo» y un «marzazo», lógico es seguir teniendo miedo. Podemos es un partido necesario con dirección en Madrid y esa dirección lanza mensajes que no son para nada tan claros como los de Pérez. Es cierto que, tradicionalmente, basta la mención de ETA para llevar al traste cualquier pacto. Pero no olvidemos que el mapa político estatal ha cambiado todo bastante. Y Nafarroa es un pacto más de muchos. En los carruseles de noticias por comunidades que se han producido en las distintas televisiones, los periodistas saltaban con normalidad de los resultados de EH Bildu en Gipuzkoa al «ahora podrían apoyar un Gobierno en Navarra». Y nadie se rasgaba las vestiduras. Se las rasgarán después, si les interesa, pero poco escándalo hay en el acuerdo que es natural. Porque, además, tampoco es inaceptable en Madrid, ya que Barkos goza de buena imagen e IU también va a estar presente. Y, en este sentido, Podemos entra bastante blindado a esta aventura, que es de cuatro.

Por eso, solo falta un buen programa para atarlo todo..

Honi buruzko guztia: M24