La CUP abre una cita decisiva para despejar la investidura y el proceso
Las asambleas territoriales de la CUP celebradas ayer evidenciaron que la formación anticapitalista mantiene su división interna ante la decisión de aceptar la propuesta de Junts pel Sí (JxSí) e investir o no a Artur Mas como presidente de la Generalitat, una cuestión que en todo caso deberá desencallar hoy la dirección del partido.
La CUP reunió ayer a sus trece asambleas territoriales a la espera de la celebración hoy de su Consell Polític, en el que se decidirá si finalmente da su apoyo a Artur Mas para ser investido president de la Generalitat y acepta la última propuesta de Junts pel Sí (JxSí) o lo rechaza y precipita unas elecciones anticipadas en Catalunya.
El Consell Polític de la CUP, que aglutina a 68 miembros del Secretariado Nacional y del Grupo de Acció Parlamentària, se reunirá a las 10 de esta mañana en el centro cívico Pere Quart de Barcelona, después de recoger las diferentes sensibilidades expresadas en las asambleas.
Estas se reunieron para posicionarse en torno a dos alternativas: la del «sí» al acuerdo con JxSí y a la investidura de Mas, con dos votos a favor y ocho abstenciones en el Parlament, que permitiría reflejar «la apuesta de la CUP por la independencia y un proceso constituyente» pero también «la oposición a la continuidad de las políticas de recortes y privatizaciones», y la del «no», con el voto en contra o la abstención de sus diez parlamentarios, que comportaría el final de la legislatura y elecciones en marzo.
Después del inédito empate producido en la Asamblea Nacional del día 27 en Sabadell entre más de 3.000 militantes, las asambleas territoriales volvieron a reflejar la profunda división interna que hay en la CUP, aunque el «sí» ganaba ligeramente posiciones en algunas asambleas respecto a las que se celebraron anteriormente.
No obstante, en la de Barcelona, el resultado, según fuentes de la CUP citadas por EFE, se mantuvo rotundamente favorable al «no» (80%), algo que se esperaba ya que en esta territorial el sector más contrario a favorecer la investidura dispone al parecer de una gran mayoría.
En las asambleas territoriales del Penedès y Camp de Tarragona, la fórmula de facilitar la investidura, contó con un 40% de los votos frente al 60% en contra. Por el contrario, en las del Maresme y Nord-Oriental (comarcas de Girona), fue del 99% y el 80%, respectivamente. En Alt Ter los apoyos al «sí» y al «no» quedaron repartidos al 50%, aunque la posición favorable a facilitar la investidura gana adeptos.
La asamblea de Ponent-Pirineos finalizó sin un posicionamiento definido, ya que hasta la medianoche los militantes podían votar a través de Internet.
La posición de estas asambleas territoriales será trasladada hoy a la reunión del Consell Polític de la CUP y del Grupo de Acció Parlamentària –integrado por sus diez parlamentarios, pero también por dos representantes de cada asamblea territorial y otro de cada una de las organizaciones aglutinadas en torno al «paraguas» de Crida Constituent–, que votarán ambas propuestas por separado, y si ambas logran mayoría absoluta, iniciarán otra ronda de votación hasta que se apruebe una.
Presión de la ANC a «todos» los partidos soberanistas
Unos 75 personas iniciaron ayer un encierro y ayuno de 24 horas en la Escola Pia Nuestra Señora de Barcelona para exigir la formación de un Gobierno en Catalunya para el 9 de enero, y aseguraron que no quieren presionar a nadie en concreto sino a «todos» los partidos soberanistas. La acción cuenta con la participación de una decena de miembros de la dirección de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), aunque la entidad soberanista se ha desmarcado de esta iniciativa, temerosa de presionar en exceso a la CUP.
Los miembros del Secretariado Nacional de la ANC Àngels Piñol, Víctor Cucurull y Ignasi Faura explicaron que el problema no es de nadie en concreto sino de todos en general y, por eso, este «un toque de alerta». Su objetivo, «recoger la reivindicación» de los votantes que dieron un mandato claro a favor de la independencia de Catalunya el 27S, por lo que se mostraron a favor de pasar de las palabras a los hechos. Piden a los partidos «un acuerdo sólido y no puntual, para formar un Gobierno fuerte» que haga posible la independencia.
Faura sostuvo que no les preocupa la CUP, sino que el 9 de enero haya un Gobierno, y consideró que ese es el día decisivo para Catalunya.
Los portavoces aseguraron que el encierro es una «cuestión de dignidad ciudadana y nacional» que debería «llevar a la convocatoria de un referéndum constitucional de la ‘república catalana’».GARA