INFO

Barberá clama por su inocencia y expone su «inenarrable dolor anímico» ante las acusaciones

La exalcaldesa de Valencia y senadora del PP Rita Barberá ha roto hoy su silencio de treinta días para anunciar que no dimite, ni se plantea hacerlo, porque no ha cometido «ningún delito» ni ha contribuido, ordenado o conocido «ningún blanqueo de dinero».

Rita Barberá ha comparecido en la sede del PP en Valencia. (José JORDÁN / AFP)

En su primera rueda de prensa desde que el pasado 26 de enero se produjeran las detenciones por el denominado caso Imelsa y desde que concejales, exediles y asesores del grupo municipal del PP declararon como investigados –lo que antes se llamaba imputados– por un presunto caso de blanqueo, Barberá ha asegurado que pone «la mano en el fuego» por su equipo. El pasado lunes fue arrestado el exvicealcalde Alfonso Grau, su hombre de confianza y también implicado en el caso Nóos.

«Me quieren hacer aparecer como la jefa de una trama criminal y corrupta porque he dado voluntariamente mil euros para una campaña electoral sin que se me devolviera nada», ha lamentado Barberá, quien ha afirmado que no existe ninguna caja B.

Ha insistido en que nunca ha tenido conocimiento de una financiación ilegal en su partido «porque no la hay»; ha aseverado que no es corrupta, ni desde el punto de vista económico ni moral, y ha hecho hincapié en que nunca ha tenido ningún cargo orgánico en el partido y que las campañas electorales las organizan los comités de campaña.

Al igual que en el comunicado que emitió el pasado 2 de febrero, Barberá ha negado que en el Consistorio haya habido amaños, por lo que ha instado a esperar a que se levante el secreto de sumario para que se vea que «todo son acusaciones infundadas, maliciosas y profundamente falsas».

Ha asegurado que no tiene intención de «venganza o de tirar de la manta», porque «ni hay manta» ni, si la hubiera, es de las que tira de ella, y ha expresado su «dolor por deslealtad» por las manifestaciones de algún dirigente del partido, a los que ha reclamado «sosiego y templanza» y ha considerado que se han precipitado al pedir su marcha.

Vive de alquiler y no tiene coche

«Nunca me he quedado nada», ha asegurado Barberá, quien ha explicado que vive en un piso de alquiler, no tiene coche ni segunda vivienda, su patrimonio se ha publicado seis veces desde junio, vive de su sueldo y está dispuesta a gastar «hasta el último euro» de su patrimonio para restablecer su «honor».

Respecto a su citación el próximo lunes en Les Corts para dar explicaciones, ha precisado que no ha «decidido aún» si irá, aunque ha destacado que, como senadora, solo tiene obligación de comparecer ante una comisión de investigación y ha afirmado que no se va a someter a «tribunales totalitarios».

Barberá ha sostenido que el aforamiento que tiene por ser senadora no significa «inmunidad, ni impunidad ni blindaje», y ha recordado que en caso de ser juzgada lo sería en «el primer tribunal de España», el Tribunal Supremo.

Ha confesado que ha vivido un «inenarrable dolor anímico, horror y estupefacción» ante «tantas condenas mediáticas» que han caído sobre ella, y ha pedido que se cumplan los estatutos del partido, que marcan que se abrirá expediente informativo si hay una imputación formal, que pasará a ser disciplinario cuando se abra juicio oral.