El acusado de matar a su exnovia en Mungia niega los hechos y haber confesado ante la Ertzaintza
Joseba Andoni Agirre, acusado de haber matado a su expareja en Mungia en marzo de 2014, ha negado los hechos y ha señalado que los ertzainas que lo detuvieron lo «coaccionaron» para que confesara. La Fiscalía pide 16 años y medio de prisión para él.
Joseba Andoni Agirre, acusado de matar a su exnovia el 17 de marzo de 2014 en Mungia, ha negado que confesara a los agentes de la Ertzaintza que lo detuvieron que él matara a su expareja Andina Pereida, mientras que los agentes que le llevaron a la comisaría para tomarle declaración, en un principio en calidad de testigo, han asegurado que confesó señalando «he sido yo, he sido yo, la quiero y me ha hundido la vida».
La Audiencia Provincial de Bizkaia ha acogido la primera sesión del juicio contra Agirre, para quien la Fiscalía pide un total de 16 años y medio de prisión, por «allanamiento de morada y homicidio», la misma pena que solicita el abogado del Estado, que también se persona en el juicio al tratarse de un caso de violencia machista.
Por su parte, la acusación particular pide tres años de cárcel por maltrato habitual, y le acusa también de allanamiento y de homicidio en grado máximo, con la agravante de parentesco, que no ha determinado en la primera jornada del juicio. El abogado defensor pide, por su parte, la exculpación del acusado.
El Ministerio Público relata en su escrito de acusación que, sobre las 9.00 horas del 17 de marzo de 2014, el acusado se dirigió al domicilio de la víctima, con la que ya no convivía desde hacía meses.
Por ello, la Fiscalía solicita la pena de un año y medio de cárcel e inhabilitación especial para el sufragio pasivo durante el cumplimiento de la pena por un delito de allanamiento de morada y 15 años de cárcel e inhabilitación absoluta por un delito de homicidio, además del pago de las costas.
En su declaración, el acusado ha negado que confesara a los ertzainas que le llevaron a la comisaría de Mungia para tomarle declaración como testigo que confesara que mató a Andina, y ha asegurado que los agentes le «coaccionaron y engañaron». «Me dijeron que había sido yo», ha declarado, para asegurar que no mató a Andina, no discutió con ella, no estuvo en su domicilio, no dijo a los agentes que la mató y «nunca» la amenazó.
El acusado ha negado también que fuera «celoso y controlador», y ha dicho que le «preocupaba el estado de Andina en todo momento, porque tenía un problema muy grave con la bebida». Por eso, ha dicho, la llamaba «a todas las horas del día»