Víctimas de la tortura exigen a los responsables políticos la confesión «de esta realidad ocultada»
Unos 80 vecinos y vecinas de Bilbo que han sido torturados por diferentes cuerpos policiales han comparecido para exigir a los responsables políticos la confesión «de esta realidad ocultada» y subrayar que la tortura «debe escribirse con letra mayúscula en la historia de nuestro pueblo».
Alrededor de 80 bilbainos y bilbainas que han sido torturados y torturadas desde 1960 por distintos cuerpos policiales como la Guardia Civil, la Policía española o la Ertzaintza han comparecido en la plaza del Arriaga para exigir a los responsables políticos «la confesión de esta realidad ocultada».
«Nos desnudaron, nos aplicaron electrodos, nos ahogaron con bolsas de plástico, nos golpearon en el cuerpo, nos amenazaron y nos insultaron. Todo eso y más nos hicieron los guardias civiles, los policías nacionales o los ertzainas», han asegurado.
Consideran que en Euskal Herria «la incomunicación tiene la cara de la tortura» y, por ello, han exigido la garantía de la desaparición para siempre de la misma: «Por lo tanto, exigimos que inmediatamente desaparezca toda la maquinaria que oculta y permite la tortura; es decir, debe desaparecer la incomunicación y la Audiencia Nacional».
Respecto al informe que se ha conocido estos días y ha sido dirigido por el forense Paco Etxeberria, consideran que tal informe «levantaría polvareda» en cualquier democracia, «más aun teniendo en cuenta que somos miles los y las que sin tomar parte en la investigación, hemos sido testigos de esa cruda realidad».
«En estos últimos tiempos a menudo nos hablan del relato. Y debemos decirles alto y claro: que nosotras y nosotros no somos más que nadie, pero tampoco menos. La tortura debe escribirse con letra mayúscula en la historia de nuestro pueblo», han concluido.
No obstante, consideran que Euskal Herria «quiere mirar a su futuro con esperanza» y que, para ello, «hay que tener en la memoria lo ocurrido».