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El PP mete presión con las cuentas a la espera de que el PSOE se quiebre

Mariano Rajoy, presidente en funciones, juega con la fecha de la sesión de investidura mientras confía en llegar a un acuerdo con Ciudadanos sobre el techo de gasto y los presupuestos que implique que Albert Rivera le avale como jefe de Gobierno. Mientras, Pedro Sánchez trata de mantener la cohesión ante las voces que piden abstenerse.


Paso a paso, Mariano Rajoy, presidente español en funciones, sigue con la caminata que debería hacerle revalidar el cargo. Su estrategia va en dos direcciones. Por un lado, intensifica los contactos con Ciudadanos para avanzar los trabajos sobre techo del gasto y presupuestos, pese a que las cuentas no puede aprobarlas si no se ha constituido un Gobierno. Por el otro, confía en que el acercamiento a Albert Rivera y las urgencias que marca Europa hagan que el PSOE termine absteniéndose como mal menor ante unas terceras elecciones. Su mejor aliado en esta labor está siendo el «fuego amigo» de «barones» de Ferraz que presionan a Pedro Sánchez para que permita gobernar a Rajoy.

No hay fecha para la investidura y tampoco está previsto que se anuncie próximamente. En La Moncloa vinculan celebrar la sesión a lograr un acuerdo. «Lo importante es la fecha del pacto, no del debate», insistió ayer la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. La vía que el PP está explorando es la del acuerdo con Ciudadanos en ámbitos fiscales que obligue al PSOE a facilitar un Gobierno para evitar que los presupuestos se prorroguen. Para ello, Rajoy y Rivera han abierto una vía de comunicación que también incluye el proceso soberanista catalán. Su problema es que, por mucho que aprueben el techo de gasto, que en principio sí que se podría sacar con un Ejecutivo en funciones, seguirían sin poder aprobar legalmente las cuentas. Y Europa tiene fijado el 15 de octubre como fecha tope para recibir el informe en el que se indiquen números y recortes.

«El objetivo de estabilidad presupuestario y el límite de gasto es el primer paso para tener presupuestos», reiteró Sáenz de Santamaría, que considera que la parálisis «viene a dar la razón a quien considera que España necesita un gobierno a pleno rendimiento». Nuevamente, toda la presión para el PSOE. No solo por lo que Europa pueda decir. También porque en Ferraz saben que sin el techo de gasto aprobado, las instituciones que ellos presiden no pueden empezar a trabajar en las cuentas para 2017. Una consecuencia que el PP quiere usar como «efecto dominó» para mover al PSOE.

En Ferraz suficiente tienen con apagar sus propios fuegos. Sabido es que Pedro Sánchez no ha logrado mantener toda la cohesión que a él le gustaría y, día sí día también, aparecen voces que le instan al laissez faire. La última, la del expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien plantea la opción de abrir un «debate interno» para redefinirse. Por ahora lo que vale son las decisiones del Comité Federal, tanto del 28 de diciembre de 2016 como del pasado 9 de julio, donde se descarta apoyar, por acción o por omisión, al PP. En última instancia, sería el cónclave el que tendría la potestad de virar el rumbo.

El dardo de Zapatero, que no tiene una buena relación con Sánchez, tuvo sus réplicas en «barones» como Javier Lambán, presidente del Gobierno de Aragón. Mientras, Antonio Hernando, uno de los afines al secretario general, advertía, tajante, que el PSOE «no va a quebrar».

 

Maroto especula con una sesión tras el 25S en la CAV

El vicesecretario Sectorial del PP, Javier Maroto, afirmó ayer que no descarta que el debate de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno español se produzca después de las elecciones autonómicas en la CAV del 25 de setiembre, aunque dejó claro que no sería «el mejor de los plazos» porque resultaría algo ya «muy retrasado». Según una entrevista con RNE recogida por Europa Press, Maroto no considera que esperar hasta ese momento vaya a facilitar que el PNV apoye al PP, porque este partido «es uno de los partidos del no, del bloqueo» y «forma parte del problema». En este sentido, cuestionó que una de las reclamaciones jelkides haya sido el acercamiento de los presos vascos. Maroto subrayó que el PNV no es un «socio natural» para el PP a pesar de lo que viene asegurando Pedro Sánchez. No obstante, y desde sus mismas filas, Alfonso Alonso, que ayer participó en su último Consejo de Ministros antes de ser candidato a lehendakari, presionó a Sabin Etxea recordándoles que si tienen grupo en el Senado es «gracias al PP».GARA