FRANK, MARÍA (Y LOS DEMÁS), CONTRA EL MUNDO ENTERO
CUANDO MENOS LO ESPERÁBAMOS, NUEV@S DIRECTOR@S Y ZABALTEGI-TABAKALERA VUELVEN A DAR SEñALES DE VIDA. DE LA MANO DE LA HERENCIA INMORTAL DE FRANK ZAPPA Y DEL ASOMBROSO DESCUBRIMIENTO DE NELY REGUERA, INSPIRADÍSIMA RETRATISTA DE LA COMICIDAD DE LO COTIDIANO.
Estás que no te aguantas, que no sabes cuándo comiste por última vez. Estás enfermo. Te lo dice el cuerpo y el horario que te montaste, con seis películas para ver en una sola jornada. Vas por la quinta, y de momento, el programa no está ayudando demasiado. Hasta que aparece Frank Zappa, ni más ni menos, y en la primera escena del documental dedicado a él mismo, te mira fijamente y te pregunta: “¿Es que no tienes nada mejor que hacer?” Así. Tal cual. Y claro, te desmonta.
La sección Zabaltegi-Tabakalera sigue abonada a la no-ficción. La propuesta de hoy se centra en la vida, obra y milagros del líder de Mothers of Invention. Frank Zappa, genio y figura hasta la sepultura, encuentra en el director Thorsten Schütte el cómplice perfecto, al entender éste último todas las implicaciones de trabajar con el material de un artista que todavía a día de hoy sigue antojándose como pura y necesaria provocación. Lo mejor es que no hay confrontación alguna entre entrevistador y entrevistado, al contrario. La sintonía se refleja en una estupenda labor de montaje, en la que el material de archivo respira y se conjuga de tal manera que el artista, activista y filósofo resucita, y con él su legado, tan rompedor y estimulante como lo fue en su día.
Y ahí sigue. Va a empezar la sexta película, y esas palabras siguen resonando. “¿No tienes nada mejor que hacer?”. Solo que ahora, la pregunta se dirige también a María, joven (aunque no tanto) proyecto de escritora, que combina, como puede, los tiempos parciales de vendedora de libros y cuidadora de su padre. El primer largo de Nely Reguera, presentado en Nuev@s Director@s, es la mejor película vista en lo que va de festival. Por el recital de su protagonista, Bárbara Lennie, y por la igualmente inspirada escritura y dirección de Reguera, quien capta, con gracia y naturalidad, la tragicomedia de la vida; la alegre derrota a la que el mundo entero nos somete día a día. Cada escena, brillantemente filmada e interpretada, podría ser el inicio de una nueva lágrima o carcajada. No se sabe hasta que no estalla ante nuestros morros. Como la vida misma. Magnífico.