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Xabier Arin: «He abierto mi casa porque a mí también me cobijaron»

Después de cuatro «intensos y duros días» tras su detención, ayer volvieron a Azkaine Denise y Xabier Arin, puestos en libertad bajo control judicial. El donostiarra Mikel Irastorza, a quien el Ministerio de Interior español presentó con grandes alardes como «el máximo dirigente de ETA en la actualidad», ingresa en la prisión de Fleury-Mérogis, acusado de «asociación de malhechores» pero sin achacarle el «grado de dirigente».


«Cansados, sorprendidos y apenados». Así se reconocía ayer por la tarde Xabier Arin, en conversación con GARA desde el tren en que regresaba con su compañera Denise a su casa de Azkaine, tras haber pasado cuatro días detenidos.

«Cansados porque han sido cuatro días de intensos interrogatorios», explicaba. Sin olvidar la «violencia» con la que se llevó a cabo la detención: «El momento de la entrada en casa fue muy violento, con un montón de policías, otros 30 venidos de París, todos encapuchados... El registro fue muy largo, desde las 8.00 hasta las 15.00. Cogieron todos los ordenadores. Buscaban por todos los medios armas e involucrarnos en ETA».

Este ataundarra afincado desde hace años en Azkaine confirmó que había acogido a Mikel Irastorza y explicó claramente las razones por la que lo hizo: «He sido refugiado y cuando lo necesité, durante muchos años, a mí me abrieron muchas puertas. En consecuencia, yo también he abierto las mías».

Cierta sorpresa –«agradable, por supuesto»– ha constituido que les dejarán en libertad tanto a su mujer como a él, ya que los policías le recordaban sus antecedentes y, sobre todo, «por la fuerza e insistencia de las acusaciones». «Me decían todo el rato que sabía quién era Mikel. Al final los jueces han decidido liberarnos. Nos han impuesto medidas de control, como no salir del Estado, la retirada de los pasaportes y firmar en comisaría todas las semanas», detalló.

En cuanto a los interrogatorios, Arin relató que tanto en los dos días que estuvieron en la comisaría de Baiona como en los dos siguientes en la de Levallois-Perret, a donde fueron conducidos el lunes «en un avión especial de ellos venido de París», fueron «incesantes». «No han parado durante los cuatro días. Hemos estado asistidos por el abogado todo el rato y, aparte de datos convencionales como los del domicilio, identidad y las razones por la que cobijamos a Mikel, decidimos no responder a nada más».

Irastorza, a prisión

Aunque contentos por volver a su casa, Arin remarcó su «pesadumbre» porque no le haya ocurrido lo mismo a Irastorza: «Durante estos días hemos estado en contacto, aunque estábamos en celdas diferentes y los interrogatorios eran individuales. Le hemos visto esta mañana y también sabemos que el juez ha pedido su ingreso en prisión».

Este extremo fue corroborado más tarde por la abogada, que comunicó que Irastorza fue efectivamente enviado a la prisión de Fleury-Mérogis a última hora de la tarde, acusado de «asociación de malhechores, pero no en grado de miembro de la dirección». El matiz tiene su relevancia ya que, desde el inicio de la operación policial, el Ministerio de Interior español y la mayoría de las agencias y medios de comunicación lo presentaron como «el máximo dirigente de ETA en la actualidad».

En sus declaraciones a GARA, Arin no obvió remarcar que con estas operaciones los dos estados «continúan poniendo trabas y piedras al proceso de resolución». Cree además que hacen estas operaciones cuando les conviene, por ejemplo «hacerlo coincidir con el nuevo Gobierno español». «Tengo claro que esto lo tenían preparado mucho antes, hacía días que notamos movimientos raros», añadió.

Tampoco olvidó agradecer a los ciudadanos que se han movilizado durante estos días exigiendo su liberación y les han mostrado su solidaridad, «en particular en Intxaurrondo, Ataun y, cómo no, en Azkaine».

Ayer mismo 150 personas se manifestaron en el barrio donostiarra para denunciar el encarcelamiento de su vecino Mikel Irastorza y se celebró otra concentración –la quinta– en Azkaine, por cuyas calles pronto volverán a ver a Denise y Xabier Arin. Seguramente con su nuevo nieto, cuyo nacimiento esperan, «ahora con más ilusión si cabe», uno de estos días.

 

Interpelan por enésima vez a ambos estados desde París y Baiona

La sede parisina de la Liga de Derechos Humanos (LDH) fue ayer escenario de una rueda de prensa inhabitual, ya que comparecían destacados miembros del propio organismo junto al magistrado Philippe Texier, la presidenta de Bake Bidea Anaiz Funosas, el miembro de OIP y la abogada vasca Maritxu Paulus-Basurko. La exresponsable del servicio médico de la prisión de La Santé Véronique Vasseur, muy conocida por sus denuncias sobre la falta de atención médica correcta en las cárceles francesas, excusó su asistencia pero envió una misiva en la que se unía a la demanda de implicación de París en el proceso de paz y, en particular, a la de liberación del preso vasco enfermo Ibon Fernandez Iradi.

Por la tarde, EH Bai y EH Bildu denunciaron en rueda de prensa en Baiona no solo la última «operación político-mediático-policial» de Azkaine sino el «irresponsable bloqueo» que respecto a la resolución definitiva del conflicto mantienen París y Madrid. Ambas formaciones coinciden en su «incomprensión», compartida «por la mayoría de la sociedad vasca y por los medidadores internacionales», de la actuación de ambos estados frente «a la voluntad ratificada de ETA para un desarme ordenado y verificable» y en general para «cerrar un ciclo de conflicto violento». «Prefieren la épica policial y militarista al esquema de paz», subrayaron antes de reiterarles su llamamiento a «involucrarse en el camino de la paz». A.M.