Debut con toda la miga del mundo
Caparrós variará el dibujo –jugará con cuatro en defensa– en un encuentro vital ante un adversario en la lucha por la permanencia.
LEGANÉS-OSASUNA
Será en Butarque donde Joaquín Caparrós debutará en partido oficial como nuevo técnico rojillo y, como suele suceder en estos casos, lo hará sin mucho margen de error. A nadie se le escapa que Osasuna necesita sumar con incipiente urgencia y que para esa tarea se ha firmado al preparador utrerano, quien ha dispuesto de dos semanas para inculcar su idea futbolística al grupo, algo que habrá que ver hasta qué punto se materializará en el estadio madrileño.
Para empezar, una de las principales novedades radicará en la defensa, que estará formada por una línea de cuatro futbolistas. Eso sí, los laterales tendrán a priori poca proyección ofensiva, dado que los ocuparán dos jugadores más de contención que de prodigarse por la banda, como son Tano –central, en principio– y Fuentes. En toda nueva etapa, los equipos comienzan a construirse desde atrás y Caparrós quiere estrenarse sin encajar.
Mantener la portería a cero es así una de las prioridades, pero no lo es menos que el equipo juegue como un auténtico bloque, tanto a la hora de destruir como a la de encarar la portería contraria. El preparador osasunista ha invertido gran parte de su esfuerzo y enseñanzas en colocar a los suyos sobre el césped, insistiendo en movimientos de repliegue y salida.
Y combinando en su probable once velocidad –Berenguer y Sergio León– con poso y toque de balón –Roberto Torres y De las Cuevas–, además de trabajo en la sala de máquinas –Oier y Fausto–. A priori, equilibrio entre sudor y fantasía para un escenario que no se le da demasiado bien a los rojillos –solo una victoria de ocho visitas–, una estadística a la que hay que contraponer, puestos a ser positivos, el hecho de que Caparrós solo ha perdido en una ocasión en sus numerosos estrenos ligueros en Primera.
Oriol Riera se queda fuera
Si en lo que se refiere al equipo titular no parece que vaya a haber sorpresas, sí que se produjeron en la lista de convocados. La ausencia de Oriol Riera fue la más destacada. El ariete catalán, goleador en San Mamés, superaba esta semana el esguince de tobillo que se produjo en el campo rojiblanco y, aunque su no inclusión puede interpretarse como una medida de precaución, lo cierto es que en las últimas sesiones había entrenado sin mayores contratiempos con el resto de compañeros.
También se quedaron fuera por decisión técnica Fran Mérida y Javi Álamo, algo que no resulta tan extraño, pues sus descartes ya eran tónica habitual en la época de Enrique Martín. Ambos futbolistas llegados en el mercado veraniego, indiscutibles en Huesca y Girona, no solo no acaban de encontrar un hueco en el once de la escuadra navarra, sino que ahora mismo no lo tienen ni siquiera en el banquillo. Ahí sí que se sentará Juan Pérez, pues Caparrós optó por incluir tres porteros en la lista, una decisión motivada por los problemas físicos de Nauzet entre semana.
El Leganés, por su parte, encadena cuatro derrotas consecutivas y, al igual que Osasuna, todavía no conoce el triunfo en su campo. Gabriel es la principal duda en el equipo de Asier Garitano, dado que el futbolista brasileño, que ahora juega en una posición más adelantada que la campaña pasada, ha estado entre algodones a lo largo de toda la semana.
«Este es un vestuario espectacular, de los que no hay»
«Nos ha venido bien este parón liguero para meter mucha carga de trabajo, conocer a los futbolistas y que ellos nos conozcan a nosotros. Ahora vienen los puntos y, cuando hay cambios, lógicamente los jugadores están muy motivados, aunque también deseosos de que vuelva una competición que es muy fuerte y donde nadie te va a regalar nada», comenzó a analizar Joaquín Caparrós en su primera previa antes de un encuentro oficial.
Y el estreno del preparador utrerano va a ser ante un adversario directo en la pelea por mantener la categoría –Caparrós también jugó en el Leganés–, por lo que vislumbró un choque «abierto y muy intenso», en el que «cualquier descuido puede ser un factor muy importante». «Aunque esto no deja de ser un juego, vamos a poner todos los medios para traernos los puntos porque todo el mundo tiene que apretar en esa dirección», amplió.
Para ello, espera que su equipo haya asimilado algunos de los conceptos futbolísticos que les ha ido inculcando a lo largo de estos días. Entre ellos, «buscar el equilibrio y mucha colectividad», especificó el entrenador rojillo. «Confío en ver a un Osasuna intenso, que colectivamente saque las cosas buenas que tiene dentro. El fútbol es asociación y casi todos deben tanto atacar como defender, pero sin meternos en el área, pues así las opciones de perder son grandes. Está claro que un resultado positivo refuerza el trabajo y las sensaciones de ir creciendo como equipo», resaltó.
Ayuda al objetivo la predisposición que se ha encontrado en el grupo. «Este es un vestuario espectacular, de los que no hay. La globalización ha traido diferentes culturas e idiomas y que no haya una amistad entre los futbolistas. Aquí sí existe y eso es un plus que hay que intentar aprovecharlo en beneficio del rendimiento del equipo», apuntó.
Además, esta especial idiosincrasia del club navarro tiene «mucha similitud con mi forma de pensar», si bien «los entrenadores nos tenemos que amoldar a la plantilla que disponemos». Caparrós, asimismo, confirmó el once, al asegurar con una sonrisa que «lo tengo claro y vosotros, también», por lo visto a lo largo de la semana. Ahora solo falta lo más importante, que el trabajo se plasme en fútbol sobre el campo y en un anhelado buen marcador. N.M.