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El Osasuna de los 22,8

Cualquiera sabía en agosto que la permanencia sería muy difícil para Osasuna. Pero nadie habría imaginado un curso tan pobre y una demolición tan acelerada de los avances deportivos e institucionales. Con todo, la vida seguirá después de mayo y un descenso no va a suponer ni el 1% del «shock» de 2014, lo que facilita preparar el futuro desde ya. Para eso no hacen falta resultados, sino perspectiva; no fichajes, sino salidas; no continuidad, sino cambios.

Berenguer es uno de esos jugadores que pone la media del equipo en los 22,8 años. (OSASUNA)

Riazor confirmó el tiro en el pie que supuso cambiar el plan de Martín por el de no se sabe quién (¿Sabalza? ¿Vasiljevic? ¿Fran Canal? ¿hay otro «tapado» por ahí?). Quien decidió que había que salvarse a toda costa se ha lucido y tendría que haberse identificado primero y dimitido después por incompetencia supina y probada.

El auténtico despropósito fue la definición de la plantilla con esas once entradas que nadie entendió; un saco de jugadores que o claramente no son de Primera (Fuentes, Fausto, Álamo) o resultan irrelevantes (Causic, Mérida, Riviere). El relevo en el banquillo solo empeoró el error, sumiendo al entorno en la confusión y al vestuario, por lo que se ve, en la depresión.

Probablemente en términos técnico-tácticos Caparrós no será peor entrenador que Martín, pero sí es peor entrenador para Osasuna porque le faltan todos los intangibles que suma el de Campanas: conocimiento interno, pasión, intuición… Está claro que en la era Martín al equipo no le alcanzaba, y así se fueron puntos en la recta final ante Betis, Las Palmas, Alavés o Espanyol.

Ahora no es que no le llegue, es que ni comparece. En A Coruña, como en Leganés, para el minuto 3 se apreció que los rojos no aguantarían la puerta a cero ni diez minutos. Y así fue.
Como el ser humano es el único que tropieza dos veces (y tres y cuatro…) en la misma piedra, si la masa social no lo impide con una decidida acción, la campaña navideña se usará para persistir en el error. Si alguien cree que Olentzero va a pasar por El Sadar, que se vaya desengañando: será el mismo Vasi que (con la aquiescencia de Martín, sí) trajo en verano tantos regalos y tan malos.

Con siete puntos en el casillero y un plantel entero irreconocible, ni la MSN haría creer a la grada no ya en la salvación, sino simplemente en luchar por ella. Pero sí la motivaría ir pensando en el futuro, como si el ascenso empezara ya. Sin angustias; si algo está claro a estas alturas es que el Osasuna de hoy tiene equipo, estructuras y recursos económicos de Segunda, donde por otra parte nos lo hemos pasado incomparablemente mejor que en Primera. Solo con pensar en poder vivir otro play-off, uno se viene arriba al segundo.

La segunda vuelta sería por un lado una excelente pretemporada (la que no se ha podido hacer en condiciones este verano pasado por el tardío final de la anterior), en la que se testara en partidos de máxima exigencia qué jugadores sirven para el futuro y cuáles no. Y en paralelo supondría un escaparate para algunos jugadores que pueden tener su venta, porque pensar en el futuro sigue siendo ante todo ir dándole bocados a la deuda, no nos engañemos.

Con estos criterios, la juventud es la clave. A mí me sale este once, o similar, con el 4-2-3-1 de los últimos años: Juan Pérez (20 años) o Álvaro (18); Aitor Buñuel (18), Tano (26), Unai (24), Clerc (24); David García (22), Causic (24); Berenguer (21), Jaime (26), Barja (19); y Sergio León (27). La media de edad es 22,8, con Juan bajo palos.

Ilusionante, tanto como que el Promesas le ganara el domingo al líder Leonesa o que el juvenil de División de Honor de Javi Lerga esté arrasando frente a Athletic, Real y demás. El de Tafalla, por cierto, aquel infamemente despedido y luego readmitido, no deja de hacer méritos y acercarse al banquillo del primer equipo. Oier y Torres siguen teniendo futuro, pero piden a gritos descanso, por no decir vacaciones. Olavide, Kodro y Otegui necesitan una cesión. Al resto, agradecimiento máximo (los Flaño, Nauzet, De las Cuevas, Oriol) o puerta directamente.

De quién es el futuro en secretaría técnica y directiva, mejor hablamos otro día.