INFO

Madrid y París evidencian su apuesta por la receta securócrata

Madrid y París celebran las últimas operaciones contra el desarme de ETA como si la organización clandestina no hubiese mostrado su disposición a desmantelar sus arsenales. La primera reunión entre los ministros del Interior español y francés evidencia su apuesta por las recetas securócratas.

Juan Ignacio Zoido y Bruno Le Roux, ministros de Interior español y francés, respectivamente. (Patrick KOVARIK/AFP)

El ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, ha aprovechado la visita a su homólogo francés, Bruno Le Roux, para sacar pecho en relación a las últimas operaciones policiales que buscan sabotear el proceso de desarme de ETA. Obviando la voluntad expresada por la organización armada de entregar sus arsenales, el jefe de Policía y Guardia Civil se ha atrincherado en su discurso de apostar por la vía policial «hasta la disolución definitiva» de ETA.

Entre los éxitos celebrados por Zoido se encuentran los arrestos de David Pla, Iratxe Sorzabal y Mikel Irastorza, a quienes se vincula con el proceso de desarme. También ha reivindicado la última operación policial desarrollada entre la Guardia Civil y la Gendarmería en Luhuso, donde activistas de la sociedad civil estaban inutilizando parte del arsenal de la organización clandestina. Todos estos datos han sido obviados por Zoido y Le Roux, quienes han aplaudido los operativos como si estos se hubiesen producido antes de que la propia ETA anunciase el cese definitivo de su actividad armada en 2011.

La de este martes ha sido la primera reunión bilateral que han celebrado ambos ministros. Como es habitual en este tipo de cumbres, los dos han puesto énfasis en la «colaboración» policial existente entre Madrid y París. Zoido también ha aprovechado para introducir un nuevo argumento que ha introducido su gabinete desde la redada de Luhuso: el rechazo a que las armas de ETA sean destruidas para aprovecharlas en investigaciones todavía pendientes. En este sentido, ha celebrado que el Ejecutivo francés haya hecho entrega de diversa documentación sobre las actividades de la organización clandestina que «serán de gran utilidad para investigar algunos casos sin resolver».

Ni Zoido ni Le Roux han abandonado el discurso securócrata. En este sentido, el ministro español ha insistido en su plantamiento de «seguir luchando contra ETA hasta la entrega definitiva de las armas y la disolución total de la banda y, por tanto, que reconozcan los crímenes cometidos y al mismo tiempo soliciten el perdón de las víctimas». Una serie de demandas que van incluso más allá de lo que dice el Código Penal y que en los últimos días el titular de Interior ha reiterado como condiciones «sine qua non» incluso para el acercamiento de presos.

«Parecía que ETA no iba a terminar nunca, y todavía queda culminar la operación hasta la entrega definitiva de armas y su disolución, pero lo que parecía imposible ya se está aproximando a una realidad», ha afirmado Zoido, obviando incluso la disposición mostrada por la organización clandestina para acabar con sus arsenales en el plazo de un año.