Alfonso Alonso pide al Gobierno de Iñigo Urkullu que «deje de actuar como portavoz de ETA»
El presidente del PP de la CAV, Alfonso Alonso, ha instado al Ejecutivo de Iñigo Urkullu a que «deje de actuar como portavoz de ETA» y «rectifique» su propuesta en materia de penitenciaria porque «no es de recibo que un día se anuncie la operación propagandística de desarme y, al día siguiente, el Gobierno vasco pida que haya un acercamiento de los reclusos».
Tras participar en una reunión en Bilbo del Comité de Dirección del PP de la CAV y el grupo parlamentario del PP, Alfonso Alonso ha afirmado que no debe «pagarse un precio a título póstumo a ETA por desarmarse», y ha pedido al lehendakari, Iñigo Urkullu, que «deje de actuar como portavoz de ETA en estas cuestiones».
En este sentido, ha considerado que «no es de recibo que un día se anuncie que se va a hacer esta operación propagandística de desarme y al día siguiente el Gobierno vasco pida que haya un acercamiento de presos, y que, además, pretenda que todos pensemos que una cosa no viene ligada con la otra».
Alonso ha señalado que «no puede haber contraprestación ni precio, ni premio, ni ningún tipo de satisfacción a una organización terrorista, cuya obligación es desarmarse incondicionalmente, disolverse y, a partir de ahí, asumir las consecuencias que sobre sus actos determina la ley».
En este sentido, ha solicitado «una rectificación» por parte del Gobierno de Gasteiz y «una ratificación de que no puede haber en ningún caso ni en el discurso ni en ninguna manifestación por parte de un responsable gubernamental algo que pueda ser entendido como un premio o retribución a ETA».
El presidente del PP de la CAV ha indicado que «ETA tiene que ser derrotada también en su proyecto político de imposición, totalitario». «Hace falta que su proyecto no tenga cabida en el futuro de Euskadi. Esto es esencial, también para que no podamos ver estos rebrotes de violencia en el futuro», ha afirmado. Alonso ha apuntado que con ello pide «un relato razonable, justo y firme sobre lo que hemos vivido».
Según Alonso, es «inquietante» que las armas sean «manipuladas por terceras personas», ya que entiende que puede darse «destrucción de pruebas».