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GARBIñE ARANBURU
SECRETARIA GENERAL DE LAB

«Necesitamos instrumentos de Estado, capacidad de decisión»

Nacida en Legorreta (1973) y residente en Zaldibia, el jueves fue elegida secretaria general de LAB. Considera que este es un sindicato cohesionado, que llegó al IX Congreso con los deberes hechos y que está preparado para renovar la acción sindical.


Con los pies en el suelo y consciente de las dificultades, pero con un sentimiento de ilusión y de orgullo, Garbiñe Aranburu acaba de estrenarse como nueva secretaria general de LAB. Se le ve suelta y con confianza, transmite humildad y cercanía. El sindicato ha celebrado su IX Congreso bajo el lema “LAB 4.0. Gure Garaia". Precisamente, esa idea sirve de espoleta para la entrevista y, para romper el hielo, le indicamos que ese lema sugiere una versión mejorada, innovación, respuestas imaginativas para tiempos difíciles. La pregunta es directa: ¿Qué podemos esperar de este LAB 4.0?

«Primero –responde– quiero contextualizar. La idea 4.0 responde también a las diferentes fases de nuestra historia. Somos un sindicato que ha ido consolidándose, que ha ido creciendo hasta llegar a sus mayores niveles de representatividad. Es una fase difícil para la clase trabajadora y los sindicatos, el capitalismo se hace más salvaje, las reformas laborales más agresivas, y tenemos que enfrentarnos a esa realidad con cada vez menos instrumentos».

Sus reflexiones toman velocidad. «Las relaciones laborales dependen de dos cosas: legislación laboral y negociación colectiva. La primera nos la imponen desde Madrid y la segunda, en nuestro ámbito, ha tenido efectos de amortiguación ante los efectos más perversos de esas reformas laborales. Con la estatalización eso ha cambiado y el sindicalismo tiene un problema mayor de efectividad, de eficacia, de representatividad».

Esto obliga «a repensarlo todo» y en ese esfuerzo se enmarcan las cuestiones más novedosas del Congreso. «Hay que redimensionar el conflicto capital-trabajo para hablar del conflicto capital-vida. El capitalismo obtiene plusvalía destruyendo derechos laborales, pero también no reconociendo los trabajos reproductivos, asignando trabajos de menor valor a las mujeres, con la privatización y mercantilización de lo público… Todo ello nos lleva a redimensionar el conflicto capital-trabajo».

«Y también obliga a renovar la acción sindical para recomponer el sujeto de clase y hacer del sindicato un instrumento válido para todos los colectivos de trabajadoras y trabajadores, que responda a la precarización, que luche en favor de un nuevo modelo económico y social. LAB apuesta por un modelo socialista vasco. Y para ello necesitamos instrumentos de Estado, capacidad de decisión. Hay que hacerlo con un proceso soberanista, unilateral, constituyente y transformador. Ahí el papel del sindicato es crucial para fortalecer la clave social del proceso».

Confianza en el equipo

Aranburu habla de renovación pero no es una recién llegada. Lleva 13 años en la Ejecutiva del sindicato. Tiene, por tanto, experiencia, callo y trayectoria. Le invitamos a comentar cómo afronta este nuevo reto.

«La renovación principal, el relevo generacional clave, se dio en 2008, cuando lo dejó Rafa y su equipo. Tanto en el anterior congreso como en este hay más continuidad. Yo lo interpreto como síntoma de cohesión y madurez. ¿A nivel personal? Consciente de las dificultades. Yo doy un paso adelante pero hay equipo, tengo confianza. Vértigo no, angustia tampoco. Me encuentro con un sindicato cohesionado, con los deberes hechos. Quienes me han precedido han hecho un buen trabajo».

Ser secretaria general implica condensar historia, carácter, una trayectoria con heridas abiertas como la de tener un ex secretario general como Rafa Díez en la cárcel. ¿Cómo entiende el liderazgo? «Eso es algo que se gana todos los días, sacando lo mejor de cada uno y de la gente que te acompaña».

Complicada ecuación

Aranburu repite que el sindicalismo es más necesario que nunca pero que tiene menos recursos que nunca. ¿Cómo se resuelve esa complicada ecuación? «Aquí la precariedad es legal y se quiere imponer como nueva normalidad. Se le ha ido asignando cada vez más poder a la patronal y ahora tiene poder absoluto para manejar las relaciones laborales a su antojo, de forma unilateral. A los sindicatos se nos quiere asignar un papel que solo sirve para dar cobertura a sus políticas y jugar con la reglas que imponen. Si no juegas, te desacreditan, ponen en cuestión tu papel. Confebask pidió dejar fuera del registro, sacar del mercado laboral a ELA y LAB. ¡Imagínate hasta dónde está llegando el tema!».

Y un tanto encendida, prosigue: «Hay interés en cuestionar la labor sindical. Quizá no seamos lo suficientemente eficaces y habrá que repensarlo todo. Pero sin perder de vista quién es el responsable».

Oferta más global

LAB apuesta por un sindicalismo que no ponga todos los huevos en la cesta de la negociación empresa a empresa o en lo que quede de la negociación colectiva. ¿Qué hacer para que no sea solo la expresión de un deseo?

«Solo con la negociación colectiva no se para el proceso de precarización, ahí tenemos cada vez menos margen de maniobra. Hay que salir de esa entente; si no, seremos cada vez más irrelevantes, incluso a nivel propositivo. En un país donde la mayoría de las empresas son pequeñas o medianas, negociar empresa a empresa es una forma de dividir a la clase trabajadora. Tiene que haber reivindicaciones más generales, una oferta más global, que no responda solo al que actualmente está en un centro de trabajo, como asalariado. Hay que pensar también en quienes están por llegar al mundo del trabajo, a quienes lo dejaron, a quienes trabajan pero no se les reconoce su trabajo».

¿Mejor PP-PSOE que ELA-LAB?

La pregunta es obligada: ¿Cómo entiende que el PNV, que guste más o menos gana elecciones, tenga una mejor opinión del PP y del PSOE que de ELA y LAB?

«El PNV comparte proyecto económico y social con Confebask, que es lo mismo que el PP. Incluso dicta la política al PNV en muchos casos. Se ve claramente, por ejemplo, con el tema de la fiscalidad. Cada vez que se habla de reformarla, la patronal acota los márgenes del debate. Y a diferencia de lo que hacen cuando nosotros hablamos del tema fiscal, que salen al día siguiente diciendo que no son temas para sindicatos, el PNV nunca les dice nada. En los actos institucionales, en las fotos, fíjate a cuáles van siempre los del PNV y a cuáles nunca».

Ampliamos la reflexión: Urkullu dice que los únicos que están en la realidad son Confebask y el PNV, que para él solo hay Administración, empresas y ciudadanos, nada de organizaciones de contrapoder popular sindical. ¿Cómo revertir esta deriva? «Hay que reconocerlo, habla sin complejos, sin esconder que viene a por nosotros, pero no solo contra nosotros. Hay que ponerle freno, dignificar las relaciones laborales, hacer agenda política de las necesidades de la mayoría social, tejer alianzas en la izquierda, obligarles a que eso se les haga insostenible. Y también desmontar la idea del buen gestor, del ‘aquí vivimos mejor’. Los indicadores no dicen eso».

 

«ELA-LAB? Zantzu positiboak ikusten ditut, baikorra naiz»

Confebask-ek euskal enpresaren izatea, tradizioa, historia, enpresaburu batzuek herrigintzan egiten duten ekarpena distortsionatzen du. Prozesu subiranista batean enpresarien hitza eta ekintza beharrezko eta eskertzekoa dela aipatuz, hausnarketa eskatu diogu Aranbururi. «Confebaskek elite ekonomiko bat ordezkatzen du, ez herri honetako enpresarien osotasuna. Bere muturreko jarrerak ez die soilik langileei erasotzen, herri bezala erasotzen digu, enpresari askok hori ezin dutela soportatu badakigu, ezinegon bat badagoela, horren konstantzia zuzena dugu. Etengabe lanpostuen merkatze batean oinarritzen den politika ez dator bat balio erantsiaren ideiarekin, gure herriaren egitura produktiboak beste apustu bat posible egiten du. Baina egia da ere, ezinegon hori gero ez dela gorpuzten, ez dela adierazten. Ordezkaritza zenbatzea eskatu dugu, baina Jaurlaritzak ez du nahi. Confebaskek eztabaida hori bahituta du, betatzen du, monopolioa ez du galdu nahi».

ELA-LAB aliantza ere hizpide hartu dugu. Batzuetan badirudi bikote harreman sanoa dela, besteetan harremanik ez dagoela. Etorkizun hurbilean zer espero daitekeen galdetu diogu, bikote harreman naturala edo nolabaiteko «maite zaitut, ezta nik ere» horretan jarraituko ote duen harremanak.

«Zuhurra izan behar dut. Langileen eta gure herriaren egoerak, baina, eskatzen du elkarkidetzari serio lotzea, hori jorratzea. Egia da azken garaietan pattal ibili dela, mantendu dira aliantza markoak baina aurrerabide gutxi egon da. Hemen korapilo politiko potoloa askatu beharra dago, eta hori indar sozialekin egin behar da. Orain da momentua, ez da goiz, ez dadila beranduegi izan. Komunikazio bidea irekia dago, emaitza batzuk ikusten dira jada, Kongresuan horren beharra indartu da».

Baina itxaropenerako seinalea zabaltzen al du Aranburuk? Edo berdintsu segituko dugu, banatuta ezinean, batuta egotearen etekinak ezin bilduz? «Esperantza badut, baina ez dut gehiegi aurreratu nahi. Desberdintasunen gainetik oinarri sendoak eraiki beharko dira baina zantzu positiboak ikusten ditut, baikorra naiz».

Eta CCOO-UGTrekin? Inkomunikazioak segituko du? «Zaila dago hori, eredu oso ezberdinak ditugu. Katalunian CCOOko buruak erabakitze eskubidearen alde egin du baina hemen Euskal Herriko langileen erabaki ahalmena ahultzen ari dira, estatalizazioaren alde egitean. Lekukoan lekuko kointzidentziak ez ditugu baztertzen baina hortik aurrerakoak, nahiko zail».

Eta sindikatu soziopolitiko bezala nola sentitzen da LAB ezker abertzaleko etxe komunean? Gustura? «Proiektu eta tradizio politiko baten parte gara, eta harro sentitzen gara. Autonomia zaintzen dugu, baina noski arduratu nahi dugula, etxeko lanak ongi egin. Fase berri honen erronkek interpelatzen gaituzte eta prest egon nahi dugu, gure esparrutik, langileekin, asko daukagulako emateko».M.Z.